Amparo Marco (Ayto. Castellón): “Hemos puesto a las personas en el centro de todas las políticas”
Amparo Marco Gual (Castellón, febrero 1968) es el rostro visible de uno de los denominados gobiernos de progreso surgidos tras las últimas elecciones municipales. El 13 de junio de 2015 se convertía en la primera mujer en asumir la vara de mando del Ayuntamiento de la capital de la Plana gracias a la firma de un pacto de colaboración entre partidos políticos (PSPV y Compromís, que comparten las tareas de gobierno municipal, y Castelló en Moviment, que trabaja externamente, prestando los apoyos plenarios correspondientes). Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universitat de València (1992), es doctora en Administración y Dirección de Empresas por la Universitat Jaume I de Castellón (1998), donde además es, a tiempo parcial, profesora titular en el Departamento de Finanzas y Contabilidad, cargo que compatibiliza con su responsabilidad política e institucional. Ahora, transcurridos 18 meses, presume del vuelco que se ha dado a la ciudad en las políticas sociales, económicas y culturales.
La alcaldesa de Castellón de la Plana Amparo Marco se muestra muy satisfecha de la gestión de su equipo de gobierno. Incremento de las partidas de Servicios Sociales, superávit de 22 millones de euros en el primer año, reducción de la deuda a 72 millones de euros o el impulso al nuevo PGOU, así como una mayor participación ciudadana, son algunos de los logros. Para el próximo 2017 ya anuncia inversiones por valor de 20 millones de euros. “Hemos reorientado el desgobierno municipal que reinaba después de 24 años de inercia, desidia y prepotencia, y lo hemos hecho gestionando el dinero público con transparencia y austeridad”, sentencia la primera mujer que ha ocupado la alcaldía castellonense y que, además, no ha renunciado a su trabajo como profesora de la UJI.
Amparo Marco Gual, alcaldesa de Castellón de la Plana
-¿Cuál es el balance de sus primeros 18 meses como alcaldesa de Castellón?
-El balance que hago de este primer año y medio de gobierno es muy positivo. En estos meses hemos conseguido cumplir los grandes objetivos generales que nos fijamos en junio de 2015, cuando PSPV, Compromís y Castelló en Moviment firmamos el Pacte del Grau: poner a las personas en el centro de todas nuestras políticas, incrementando el presupuesto para bienestar social y dando más oportunidades a los que tienen menos; apostar por la ocupación y la promoción económica a través del turismo, el comercio o la innovación e implantar la transparencia de forma transversal en todas las áreas de gestión.
-¿De qué se siente más satisfecha?
-La verdad es que me siento satisfecha de muchas de las gestiones que hemos realizado desde el equipo de gobierno en estos 18 meses, pero si tuviera que elegir una sola, sin duda sería el impulso que hemos dado a las políticas de bienestar social. Hemos centrado nuestros esfuerzos en ayudar a las personas más vulnerables, que más están sufriendo y que más necesitan el apoyo de su Ayuntamiento. Y los datos confirman este cambio en la política social: hemos incrementado en un 20 % las ayudas de emergencia social; hemos duplicado las ayudas de alquiler; hemos triplicado los vales de compra para personas en riego de exclusión social y hemos ampliado las plazas de comedor en verano para garantizar la alimentación de todos los niños, entre otras muchas medidas.
-Usted no ha renunciado a su profesión con su llegada a la alcaldía de Castellón. ¿Qué objetivos se consiguen siendo, al mismo tiempo, profesora de la Universitat Jaume I y alcaldesa de Castellón?
-Creo que es importante mantener el contacto con la vida profesional para no perder de vista que la política no es para toda la vida y que, por encima de todas las cosas, debe primar la vocación de servicio público. En eso, la política se parece a la docencia… Además, considero que es importante mantener, aunque sea a tiempo parcial, mi puesto en la UJI para reforzar mi vínculo con la sociedad, cumplir mi compromiso con los alumnos y no perder el contacto con la docencia universitaria, mi otra gran vocación junto a la política.
-Uno de sus grandes éxitos fue cerrar el ejercicio 2015 con un superávit de cifra récord, con 22 millones de euros. ¿Cómo se pudo conseguir esa cifra?
-La verdad es que estoy especialmente orgullosa de la eficiente gestión económica que ha realizado el nuevo Gobierno local junto a los funcionarios del área económica del Consistorio, con Antonio Lorenzo al frente. Una gestión que ha hecho posible tener el superávit más grande de la historia del Ayuntamiento: 22,6 millones de euros; una reducción de la deuda en 45 millones de euros o tener un colchón financiero de 5,3 millones que nos permite pagar con celeridad y pedir menos dinero a los bancos. Pero esta gestión económica no solo son cifras, sino que tiene una repercusión directa en la calidad de vida de los ciudadanos y se concreta en medidas como la inversión de 19 millones de euros en obras públicas en tan solo 18 meses. Una cantidad que se suma a los 20 millones de euros que vamos a invertir en los próximos años, de forma conjunta con la Unión Europea, en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (Edusi), lo que supone una inversión de cerca de 40 millones de euros en nuestra ciudad, algo nunca visto.
-¿En cuánto se ha reducido el déficit y cuáles son las previsiones para finalizar 2016?
-En poco más de un año hemos bajado el ratio de endeudamiento del 79 % al 43 %, lo que supone casi la mitad. Cuando llegamos al Gobierno local en junio de 2015, la deuda municipal ascendía a 115 millones de euros y ahora mismo es de 72 millones. Por otra parte, también es muy importante destacar el esfuerzo que ha realizado la Generalitat, con el presidente Ximo Puig al frente, para reducir la deuda que mantenía el Gobierno autonómico con la ciudad de Castellón ya que ha pasado, en poco más de un año, de 8,8 millones a 1,7 millones de euros. Un esfuerzo que continúa en los presupuestos de 2017 ya que se contemplan varias partidas para pagar las inversiones que dejaron pendientes durante años los gobiernos del Partido Popular.
-¿En qué ha variado la gestión del Ayuntamiento de Castellón desde que usted es alcaldesa?
-Hemos reorientado el desgobierno municipal que reinaba después de 24 años de inercia, desidia y prepotencia y lo hemos hecho gestionando el dinero público con transparencia y austeridad, administrando mejor el dinero de todos. Creo sinceramente que los políticos debemos dar ejemplo a la ciudadanía y por ello todo el equipo de gobierno se ha rebajado el sueldo en un 30 %; hemos reducido el número de asesores y su remuneración; hemos prescindido de todos los escoltas, que han vuelto a ocupar sus puestos en la Policía Local y hemos rechazado algunos privilegios como las tarjetas de autopista o las entradas a espectáculos y eventos deportivos que ahora se regalan a entidades sociales. Asimismo, se han reducido de cinco a uno los coches oficiales, lo que supone un ahorro de más de 20.000 euros al año. Pero además de estos cambios en la gestión del dinero de todos, también hemos iniciado el camino para cumplir otros compromisos, quizás menos tangibles, pero igual de importantes: potenciar la participación ciudadana con más presupuestos participativos y nuevas vías de participación vecinal en el pleno; impulsar un nuevo modelo de ciudad con los trabajos de redacción del Plan General, que se está elaborando de una forma consensuada con la ciudadanía; mejorar los servicios públicos para conseguir una ciudad más habitable; reparto equitativo de las inversiones y las mejoras de los servicios entre toda la ciudad y hemos convertido Castellón en una ciudad viva y activa, que disfruta del ocio y la cultura.
-El equipo de gobierno de la capital de La Plana es una de las coaliciones surgidas en las últimas elecciones municipales. ¿Cómo es la relación con sus socios?
-La relación es plenamente satisfactoria. Las coaliciones como la de Castellón han de hacer un esfuerzo especial para garantizar la gobernabilidad de la ciudad. La lealtad y la confianza mutua son esenciales para garantizar el éxito. Nuestra hoja de ruta es el Pacte del Grau, firmado entre PSPV, Compromís y Castellón en Moviment, un acuerdo que está por encima de los intereses partidistas y que solo aspira a mejorar la calidad de vida ciudadana, en especial de las personas que más necesitan la ayuda de todas y de todos.