La UJI desarrolla una técnica para detectar contaminantes en pescados y mariscos

La UJI desarrolla una técnica para detectar contaminantes en pescados y mariscos

2016-julio-UJI-1

Investigadores del Instituto Universitario de Plaguicidas y Aguas (Iupa) de la UJI han desarrollado una técnica para detectar y cuantificar contaminantes en muestras alimentarias, principalmente de origen marino. El sistema permite conocer la existencia de compuestos tóxicos perjudiciales para la salud tales como los retardantes de llama bromados en alimentos como el atún o las gambas, y optimiza la monitorización de la presencia de estos contaminantes, una cuestión de vital importancia en la seguridad alimentaria.

Los retardantes de llama bromados (BFR por sus siglas en inglés) son unos compuestos ampliamente utilizados en una gran variedad de productos como televisores, teléfonos inteligentes, muebles y productos plásticos en general, con el fin de reducir su inflamabilidad. Se trata de compuestos tóxicos perjudiciales para la salud que están presentes en los alimentos, principalmente de origen marino, ya que se introducen en los océanos a través de desechos, residuos o vertidos de las fábricas que los producen. Como explica el investigador de la UJI, Carlos Sales, “estos contaminantes llegan al medio marino y son ingeridos por peces y moluscos. Al ser sustancias lipofílicas no se pueden excretar, se quedan en las grasas. Tanto es así que se han detectado también en leche materna en bajas concentraciones. Mientras las concentraciones sean bajas no generarán un problema para la salud, pero en niveles altos son tóxicos y pueden provocar problemas de salud incluyendo carcinogénesis, disrupción endocrina y problemas neurológicos, con lo cual su monitorización en los alimentos es de vital importancia”.

Debido a esta cuestión y para garantizar la seguridad alimentaria, la monitorización de este tipo de compuestos en alimentos es fundamental para asegurar que los niveles de presencia de estos contaminantes no superen la concentración permitida. En este sentido, la Unión Europea ha llevado a cabo diversas acciones para limitar o prohibir el uso de muchos de estos compuestos.

En este contexto, los investigadores del Iupa, dirigidos por el doctor Félix Hernández, han desarrollado una técnica que optimiza la monitorización de estos compuestos en muestras alimentarias y medioambientales. El sistema utiliza la fuente de ionización química a presión atmosférica (Apci) para determinar estos contaminantes emergentes de una manera más eficaz que las técnicas anteriores, ya que presenta una mayor sensibilidad, con límites de detección entre 10 y 50 veces más bajos, y una mejor selectividad, al ser un método más preciso y con un menor margen de error.

Según analiza Carlos Sales, “la determinación de BFR y otros contaminantes orgánicos persistentes se ha realizado tradicionalmente utilizando la fuente de ionización electrónica (EI) para fragmentar las moléculas y generar iones cargados que puedan ser detectados, ya que los contaminantes son neutros y para detectarlos deben estar cargados. Sin embargo, esta técnica da lugar en ocasiones a iones idénticos para diferentes compuestos, por lo que su selectividad es limitada. Al mismo tiempo, con el impacto electrónico casi nunca se llega a ver toda la molécula entera y puede dar lugar al mismo fragmento para compuestos con diferente número de átomos de bromo. Con la nueva fuente de ionización química que utilizamos, la Apci, en lugar de ionizar directamente las moléculas se utiliza un gas (nitrógeno) que es el que se carga y choca con las moléculas que queremos ver, ionizándolas. Es una técnica más sensible y selectiva, ya que, al tener la molécula entera, se puede detectar con mayor confianza si en esa muestra hay contaminante y en qué proporción”; una técnica cuyo procedimiento se enmarca en el ámbito de la cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas (GC-MS).

Repercusión para los seres humanos

La implementación de esta técnica tiene gran implicación en la seguridad alimentaria, tanto para monitorizar si existen lotes alimentarios con una concentración muy elevada de contaminantes, en cuyo caso serían retirados del mercado, como para monitorizar que se estén cumpliendo los niveles regulados por la Unión Europea.

La metodología desarrollada por los investigadores del Iupa forma parte de la línea de investigación liderada por la doctora Tania Portolés, investigadora de la UJI con una trayectoria de más de diez años de investigación en torno a la fuente de ionización química a presión atmosférica (Apci).

Además, la técnica podría reducir el coste de los análisis para la detección de los contaminantes ya que, al ser más sensible y selectiva, permitiría utilizar la mitad de los materiales que se necesitaban con las técnicas anteriormente utilizadas y analizarlos a una menor concentración.

Los resultados de la investigación del Iupa han sido publicados en diversas revistas científicas de primer nivel y han llevado a los investigadores del proyecto, Carlos Sales, Tania Portolés y Joaquim Beltrán, Juan Vicente Sancho y Félix Hernández, a publicar una entrevista al respecto en la revista LCGC.

Dia de la dona
Infonif Bases de datos
Infonif Bases de datos

Dejar una respuesta

*