El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha anunciado que a partir de la semana que viene se va a empezar a negociar el Plan Económico Valenciano 2016-2020. Se trata de un instrumento que servirá para avanzar en las líneas estratégicas en las que tiene que basarse la reforma del modelo productivo en la Comunitat Valenciana. “Una hoja de ruta general para que todos sepamos hacia donde vamos y que garantice ese espacio de concertación que es fundamental para la Comunitat”, ha resumido.

Además ha asegurado que “desde la Comunitat Valenciana lo que queremos es fomentar un modelo productivo que incluya más innovación, mejor servicio al cliente y con un precio mucho más competitivo”. Para el president se trata de un cambio “necesario, sensato y razonable para que se pueda plantear que la crisis territorial, social y económica sea superada pero con igualdad e intentando que todo el mundo tenga su espacio”.

Sin embargo, este planteamiento de reforma no puede ceñirse al corto plazo sino que tiene que ser pensado más allá de una legislatura. Ximo Puig es consciente de que “de hoy para mañana nuestras empresas no van a estar todas muy tecnificadas y además tenemos que avanzar en las alianzas entre las empresas, en las fusiones y también tenemos que aumentar su tamaño porque además es la mejor manera de garantizar los derechos de los trabajadores”, ha manifestado.

Ximo Puig se ha expresado en estos términos durante la ponencia que ha pronunciado en la escuela sindical de UGT. Un encuentro en el cual ha apostado por que todo este cambio del modelo productivo se haga desde el necesario diálogo social.

En este sentido, ha cuestionado la reforma laboral del Gobierno central y ha mostrado su preocupación por la temporalidad del empleo. A modo de ejemplo ha citado que la tasa de temporalidad en la Comunidad Valenciana está en 27,1% en el segundo trimestre y que en el mes de septiembre el 91% de los contratos que se hicieron fueron temporales. Así mismo, ha lamentado la caída de los salarios, sobre todo entre las mujeres trabajadoras.

Puig ha afirmado que la reforma laboral “ha servido para acuñar la precariedad como modelo de vida de los trabajadores”. Sobre esto ha dicho que a corto plazo puede parecer un escenario mejor para las empresas pero a largo plazo las empresas necesitan estabilidad, ganar en competitividad en base a una buena productividad y no con salarios más bajos.