Yolanda y Rafael Tomás, consejeros delegados de Istobal, en un momento de la entrevista

– ¿Cuál es la singularidad de la filial francesa, FDI?

Yolanda Tomás.- Adquirimos FDI, hace un par de años, porque está especializada en instalaciones y equipos para la limpieza de trenes y tranvías, segmento en el que nosotros no habíamos entrado hasta esa fecha. Esta actividad tiene unas características propias, pues sus ciclos de maduración son mucho más largos: la consecución de un contrato, normalmente mediante concurso, puede exigir de 12 a 18 meses de trabajo.

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En el concurso al que se licita puede estar toda la instalación –y entonces nuestro cliente es la constructora o la ingeniería que se queda el concurso–, o se puede separar en lotes y sacar un lote que sea la parte de lavado, y entonces nuestro cliente es la propia empresa ferroviaria.

Y también está el fabricante del material rodante (los trenes), que cada vez más, cuando consiguen un contrato, incluye el mantenimiento y limpieza de los equipos. De hecho, en estos momentos nuestro principal cliente es Alstom. Lo que hace FDI es montar y en su caso mantener durante el periodo de vigencia de la concesión, las instalaciones adjudicadas.

– Han comentado que el grupo tiene participación accionarial en una empresa fabricante de productos químicos para la limpieza, Lavantia. ¿Por qué esta participación?

Rafael Tomás

Rafael Tomás.- Fue una oportunidad que surgió hace poco más de tres años, que era coherente con nuestro proyecto empresarial y estratégico, de ir a una integración lo más vertical posible, pero sin poner en riesgo nuestra estabilidad financiera y sin desviarnos del core de nuestro negocio.

Hemos establecido un modelo en el que participamos activamente en el desarrollo de la estrategia y en la definición de los productos y controlamos directamente la parte comercial. Concretamente, hemos creado en España una red de ventas especializada en productos químicos para el lavado de vehículos, de forma que en estos momentos controlamos una cuota de mercado significativa en este país y, desde hace casi dos años, estamos trabajando para desarrollar productos de lavado adaptados a los diferentes mercados internacionales en los que operamos, canalizando las ventas a través de la red Istobal. Es decir, Lavantia vende sus productos a Istobal y nosotros los comercializamos a través de nuestra red.

Esta es una línea de negocio a la que le vemos mucho recorrido, aunque ahora mismo apenas supone unos tres millones de facturación en el consolidado del grupo.

Cifras y mercado mundial

– ¿Cuáles son las principales cifras del grupo Istobal?

Yolanda Tomás.- Tenemos instalados y operativos unos 20.000 equipos automáticos de lavado de vehículos (puentes de cepillos) y alrededor de 10.000 instalaciones de alta presión, que incluyen desde una sola lanza de limpieza, hasta instalaciones con una docena de pistas de lavado. Todos esos equipos están repartidos entre más de 75 mercados.

En términos de empleo estamos hablando de más de 750 operarios, con un consolidado de ventas por encima de los 100 millones de euros en 2014 y una previsión de ventas para 2015 que superará los 115 millones de euros.

– ¿Cuáles son las características de este sector en el mundo?

Rafael Tomás.- Desde el punto de vista geográfico, mundialmente el mercado se divide en tres grandes áreas: la primera es Europa; en segundo lugar se encuentra EE. UU. y Canadá, y en tercer puesto Extremo Oriente, con Japón y China destacados. Esta es una actividad con pocos operadores bastante grandes y donde es muy difícil crecer: tan solo hay dos empresas en el ámbito europeo que hayan llegado al mercado después de nosotros y una de ellas es de tamaño mucho más pequeño. Si hablamos de empresas con capacidad y cobertura global, en Europa somos tres operadores; dos alemanes y nosotros. Y luego, de tamaño medio hay tres o cuatro más, pero juntándolas tendrían un tamaño similar al de Istobal.

Fortalezas de la compañía

– Analicemos estratégicamente la compañía. ¿Cuáles son las principales fortalezas de Istobal?

Yolanda Tomás

Yolanda Tomás.- Una de las fortalezas que siempre hemos tenido y confío que seguiremos manteniendo es nuestra capacidad de adaptación a los requerimientos de los clientes y eso es posible gracias a nuestra gran flexibilidad a pesar de ser una empresa relativamente complicada por su tamaño y diversificación geográfica, lo que exige una logística muy fina. En eso, somos mejores que nuestra competencia europea.

En segundo lugar destacaría el alto nivel de implicación del equipo humano. A esto contribuye el hecho de ser una empresa familiar y el haber sabido poner en valor las cosas buenas que eso tiene. Esto, desde luego, no es mérito de la actual generación, sino que viene desde el principio. En esta plantilla lo habitual es haber entrado en la empresa como aprendiz y jubilarse sin haber salido de Istobal.

Rafael Tomás.- Esto no quiere decir que no busquemos y escuchemos a gente que viene de fuera, porque hoy la diversidad de perspectivas que hay en la sociedad y la velocidad de los cambios en el mercado exigen a las empresas tener un abanico muy amplio de miradas dentro de la compañía para no dejar escapar ninguna oportunidad, pero el tener dentro de la empresa un núcleo muy fuerte de gente totalmente implicada con Istobal, como dice Yolanda, es una fortaleza.

Sí, procuramos que haya movimientos dentro de la empresa, de forma que nadie se acomode a hacer unas determinadas cosas y no tenga ningún estímulo para seguir evolucionando y para seguir aprendiendo. Para ello, fomentamos los movimientos transversales dentro de la organización, lo que refuerza su flexibilidad general.

Yolanda Tomás.- En esta empresa invertimos mucho en formación. Especialmente fomentamos la formación en idiomas, lo que ha permitido que en estos momentos un porcentaje significativo de la plantilla domine varios idiomas. Ahora mismo tenemos seis aulas de idiomas en funcionamiento: inglés, francés, alemán, italiano, ruso y chino.

Rafael Tomás.- Otra fortaleza importante es la salud financiera de la empresa. La segunda generación aplicó una política financiera conservadora, que nosotros hemos mantenido y eso nos ha permitido capear sin problemas cualquier coyuntura del mercado.

Nuestra actividad actual no nos exige grandes inversiones en equipos –no tenemos que destinar por ejemplo 10 millones de euros a comprar una máquina–, aunque sí son fuertes las inversiones en desarrollo de producto. Y esto es así porque hace años decidimos que el core de nuestro negocio no está en la fabricación, sino en el desarrollo de nuevos productos, ampliación de redes comerciales y el servicio de asistencia técnica.

Y, por descontado, esa salud financiera de Istobal también se debe a que se ha tenido siempre claro que primero eran las necesidades de la empresa y luego las de los accionistas.

Yolanda Tomás.- Una tercera fortaleza que debe destacarse respecto a nuestra competencia es el nivel de innovación que hay en esta empresa. En los últimos 5-6 años hemos renovado completamente la gama de productos, lo que se ha traducido, por ejemplo, en la presentación desde 2014 de nueve patentes propias. En I+D (equipos de ingeniería) somos cerca de 30 personas y en el conjunto del área de Desarrollo de Producto más de 50 personas, a lo que hay que sumar los convenios de colaboración con institutos tecnológicos, universidades, estudios de diseño, etc.

Hemos observado, en estos últimos años, en los que hemos renovado totalmente la gama de productos, que las soluciones e innovaciones que incorporamos a los equipos son por lo general más sencillas y de más fácil uso que las que implementan nuestros competidores alemanes. Para resolver la misma necesidad, la solución alemana siempre suele ser más compleja y más difícil que la que planteamos nosotros.

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