En los últimos tiempos, el debate en torno a los modelos de gestión del agua parece renacer. Grupos ecologistas y partidos políticos de izquierda plantean dudas acerca de que la gestión privada defienda de manera suficiente el acceso universal y la calidad ambiental de los recursos hídricos por delante de la búsqueda de beneficios, y llegan a plantear el rescate de las concesiones para que la gestión del agua pase a ejercerse directamente por las instituciones públicas.

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Francisco Bartual defiende con los resultados en la mano el modelo de gestión actual y aclara que “en ningún caso se privatiza el agua, porque la titularidad del servicio sigue siendo pública. Nosotros somos simplemente operadores subcontratados por la administración pública para la gestión de esta infraestructura”.

El director general de Hidraqua asegura que “nos avala una antigüedad de 140 años, lo que nos permite aportar una eficiencia, un conocimiento que hemos adquirido no sólo en España, porque estamos en 23 países, y exportamos e importamos mucho conocimiento”. Explica, además, que “los precios tampoco los fija el operador privado, sino que los costes están fiscalizados por el Ayuntamiento, que es quien marca el precio, y luego se somete al dictamen de la Comisión de Precios de la Generalitat Valenciana, que son los que te autorizan o no el precio”. Por todo ello, por economía de escala y por conocimiento, considera que “plantear la gestión pública del agua hoy por hoy no tiene sentido”, y tacha de “demagógico” que en determinados municipios se airee este debate