¿Tienes madera de emprendedor?
“Todo parece imposible hasta que se hace”
(Nelson Mandela)
Emprender es tener un proyecto, creer en él, trabajar con mucho esfuerzo y dedicación en nuestra idea, hacer frente a millones de dificultades y tener fe en que alcanzaremos nuestro objetivo.
Tener un espíritu emprendedor implica ciertos valores personales que podemos aprender a lo largo de nuestra vida, como por ejemplo la creatividad, la aceptación del fracaso como un aprendizaje, la confianza en uno mismo, la cooperación con otras personas y los beneficios del trabajo en equipo.
A continuación os exponemos algunas de las habilidades que todo emprendedor debería aprender:
- Desarrollar el espíritu creativo. La creatividad es uno de los rasgos más característicos de un emprendedor. La creatividad es la generación de nuevas ideas o conceptos o de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que habitualmente producen soluciones originales.
- Aprender de los errores. Un emprendedor no se desanima por los errores sino que aprende de ellos, día a día evoluciona y cree en sí mismo. De cada error se puede sacar una importante lección y aprender qué es lo que no se debe hacer.
- Innovar. Se trata de crear cosas nuevas o reinventar las antiguas. Un emprendedor tiene ideas continuamente, ideas que van un paso más allá, que permiten descubrir y creer que se puede avanzar continuamente.
- Tener siempre una actitud optimista. Ante cualquier situación debemos mantener una actitud optimista y no desanimarnos ante los problemas sino buscar soluciones. El buen humor nos debe acompañar siempre. Podemos buscar ejemplos positivos en otras personas, que nos ayuden a observar diversas formas de ver la vida y nos alienten a luchar cada día.
- Trabajar en equipo y delegar. Un emprendedor sabe que el trabajo en equipo es necesario para alcanzar grandes metas que debemos rodearnos de personas inteligentes y capaces en las que poder delegar. Nosotros solos no podemos hacer todo el trabajo, necesitamos el apoyo y la ayuda de otras personas.
- Tener perseverancia. Un emprendedor no se rinde, cree firmemente en su proyecto, camina hacia su meta, despacio pero seguro, confía en sí mismo y en sus posibilidades, confía en su idea y lucha por alcanzar sus sueños.
- Ser un líder. Un líder es una persona que ejerce una influencia sobre varias personas y que las incentiva a trabajar con entusiasmo por un objetivo común. Se trata de una persona que es capaz de fijar un objetivo y animar a los demás a que lo sigan para conseguirlo.
- Tener habilidades de comunicación. Un emprendedor debe de ser capaz de exponer su idea en cinco minutos y que resulte convincente, debe defender sus posiciones con asertividad. Un emprendedor debe enfrentarse constantemente a negociaciones con clientes, proveedores, colaboradores etc., por lo que es muy importante que desarrolle sus habilidades de negociación y no confíe sólo en su intuición.
Las habilidades que debería tener todo emprendedor se pueden aprender. Por lo tanto, el emprendedor nace pero también se hace.