Ingenieros geomáticos reivindican su papel ante la crisis climática
Redacción E3
El techo de cristal es uno de los problemas más importantes y generalizados de la empresa actual. Muchas organizaciones han avanzado en la promoción de la igualdad de género, pero aún queda mucho por hacer. Todavía hay una barrera invisible que impide a las mujeres llegar a lo más alto. Necesitamos una mayor concienciación sobre el problema, así como medidas concretas para lograr la plena igualdad entre los géneros.
El techo de cristal es una metáfora de las barreras invisibles que impiden a las mujeres ascender a puestos de poder. Representa las barreras invisibles, pero innegables, que se interponen entre las mujeres y los puestos de liderazgo dentro de las empresas, corporaciones y otras organizaciones. En otras palabras, la expresión techo de cristal, hace referencia a un conjunto de normas implícitas, no escritas que dificultan el acceso de las mujeres a puestos de alta dirección dentro de la empresa.
Las causas que originan el llamado techo de cristal, se encuentran en una serie de factores reforzados por el rol social de la mujer y la falta de políticas incluyentes dentro de las empresas. Entre ellas:
Y en fin la existencia de múltiples prejuicios asociados a la desigualdad de género.
Las empresas pueden promover la igualdad de género, implementando nuevas políticas empresariales de igualdad entre los géneros. Acabando con la brecha salarial existente en algunos cargos, animando a las mujeres a solicitar puestos de responsabilidad. Promoviendo horarios de trabajo flexibles y proporcionando servicios de guardería para los hijos de sus empleadas.
Son múltiples y muy variados los factores que influyen en la existencia del techo de cristal en nuestro país. Se trata principalmente, de factores socioculturales muy arraigados en la psique de los empresarios.
El denominado techo de cristal, trae consigo una serie de consecuencias negativas para las mujeres. Entre las más destacables, tenemos la sub valoración de la mujer como elemento importante en el proceso productivo. Es bien sabido, que en el mundo actual la mujer está mejor preparada académicamente para enfrentar los nuevos retos laborales y tecnológicos del mundo moderno.
Sin embargo, su capacidad se ve menospreciada. Esto a su vez trae como consecuencia una diferencia negativa en el poder adquisitivo femenino resultante de la conocida brecha salarial. Así mismo, también se ve afectada su jornada laboral y el importe efectivo de sus pensiones.
Jesús SantaellaCopywriter y redactor SEO con más de 7 años de experiencia. Colabora con Economía 3 desde el 2019 en temas de marketing, turismo, criptomonedas y economía. Es un apasionado por el marketing digital y las ventas a través de las palabras.
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