La inversión pasiva como forma de generar ingresos está muy extendida en los países desarrollados. Los ciudadanos hacen trabajar así el dinero, preservando y aumentando su propio capital. Las inversiones pasivas son excelentes para principiantes o inversores que tienen un conocimiento deficiente del mercado y su psicología y que se sienten incómodos con la inversión activa y, a menudo, cambian sus preferencias. A veces, es mejor y más eficiente participar en inversiones pasivas que correr por el mercado para obtener ganancias momentáneas.
Depende mucho de la diversificación de los activos, su coeficiente de correlación de precios entre sí y el análisis de su comportamiento en las diferentes fases de los ciclos económicos. Y el componente más importante es el tiempo. Durante un largo período de tiempo, los cambios del mercado no afectan tanto al resultado final: cuanto más tiempo permanezca el inversor en la inversión, menor es el riesgo de obtener un mal resultado. Este es un hecho estadístico. Especialmente, si el inversor adopta un enfoque diversificado.
¿Qué es la inversión pasiva?
En principio, podemos decir que la inversión pasiva es la compra de certificados de inversión o unidades de participación en un fondo que administra una cartera de inversiones de una forma conservadora. Dicho de otra manera, es aquel tipo de inversión que no busca ir más allá de los rendimientos estándar y medios del mercado, sino que trata de seguir el movimiento establecido por la corriente bursátil sin correr riesgos. Podemos decir que es un tipo de inversión de riesgo calculado.
Este tipo de inversión está muy recomendado y es utilizado principalmente por los inversores inexpertos que apenas se están iniciando en el mercado bursátil. Una de sus características principales es su bajo rendimiento, directamente proporcional con su nivel de riesgo. En términos generales, mucho menor que en la inversión activa, es decir, es considerada una inversión de bajo riesgo. Lo que no implica, de ninguna manera, es que se esté totalmente exento de correr riesgos. No podemos olvidar que toda inversión conlleva su propio riesgo.
Para finalizar, la inversión pasiva se refiere a la compra de productos de inversión basados en rendimientos a largo plazo y una gestión limitada. Por lo general se seleccionan acciones de índices específicos como objetos de inversión. La inversión pasiva evita el análisis de acciones y transacciones individuales dentro y fuera del mercado. El objetivo de los inversores pasivos es obtener rentabilidades indexadas. No buscan activamente superar el rendimiento del mercado, sino que intentan replicar el rendimiento del índice establecido.
¿Qué ventajas presenta la inversión pasiva?
Las inversiones pasivas tienen ventajas y desventajas. La ventaja de este tipo de inversión es, sobre todo, que no requiere tanto tiempo para seleccionar instrumentos. No es necesario investigar qué acciones comprar, es muy simple en comparación con la inversión activa y se asocia a comisiones más bajas. No solo por un menor número de transacciones, sino también por el método de gestión. Sin embargo, debido a sus bajos costes, a menudo permiten a los inversores lograr mejores resultados.
La inversión pasiva permite lograr la diversificación a través de la indexación. Todo lo que tienen que hacer los inversores pasivos es comprar y mantener fondos indexados. Sus estrategias de compra y tenencia no suelen generar enormes impuestos sobre las ganancias de capital. De este modo, permite ahorrar una gran cantidad de impuestos sobre estas ganancias antes de vender el instrumento financiero. Además, los fondos pasivos se limitan a indicadores específicos o carteras de inversión predeterminadas, casi sin diferencias.
A continuación, podemos ver de forma más resumida, aunque explícita las principales ventajas que la inversión pasiva aporta a los inversores:
- No requiere de profundos estudios y análisis para decidir en qué instrumentos invertir.
- Se compran acciones de todas las empresas del mercado.
- El objetivo es replicar el desempeño del mercado y no superarlo.
- El riesgo de inversión corresponde al riesgo de mercado.
- La estrategia es comprar y mantener.
- Intervención mínima en la composición de la cartera.
- Forma más barata de invertir.
¿Se elimina el riesgo con la inversión pasiva?
De ninguna manera, aunque la inversión pasiva sí contribuye de forma determinante a disminuir los niveles de riesgo de capital, sobre todo si lo comparamos con las inversiones activas. Recordemos que la inversión pasiva permite lograr la diversificación. Y al diversificar o dividir una inversión entre un mayor número de inversiones más pequeñas se reduce considerablemente el riesgo de fracaso de una inversión. La inversión pasiva siempre implica la compra de una gran cantidad y variedad de valores por miles.
El uso de una estrategia de inversión pasiva minimiza el riesgo de inversión, pero no lo elimina del todo. Toda inversión acarrea riesgos en mayor o menor medida. El cálculo se basa en el hecho de que, a largo plazo, algunas acciones ciertamente subirán de precio y cubrirán posibles pérdidas en otros valores si bajan de precio. Un inversor no tiene que preocuparse por una caída temporal en la tasa de determinadas acciones a largo plazo. Las inversiones regulares generarán beneficios tangibles.
¿Se debe invertir todo de forma pasiva?
Si comparamos la inversión pasiva con la activa nos vamos a encontrar grandes diferencias que van a influir de forma directa en la toma de decisiones. Antes de decidir si se debe o no invertir todo de forma pasiva se debe analizar los beneficios que ofrece el tipo de inversión donde se piensa incursionar. Una vez hecho esto resultará mucho más fácil decidir cuál es la mejor opción para cada uno. Todo depende de qué tan arriesgado o conservador es quien invierte.
Por ejemplo, si el inversor posee experiencia y es arriesgado tal vez la inversión pasiva no le resulte lo suficientemente satisfactoria. Sin embargo, si apenas se está iniciando en el mercado bursátil y no posee un conocimiento muy amplio sobre el mercado de inversiones, lo recomendable es que se inicie con inversiones pasivas y diversificadas. Desde nuestro criterio, la inversión pasiva es el método de inversión más seguro y menos arriesgado. Pero, corresponde a cada uno tomar su propia decisión.
¿Es más adecuada a una edad o siempre es posible?
La inversión pasiva es adecuada a cualquier edad. Ya que es un método de inversión a largo plazo y con menor riesgo. Eso sí, la forma en que se invierte y lo que se puede invertir tiende a variar según la edad. Por ejemplo, si una persona tiene 30 años, aún le quedan algunas décadas antes de jubilarse. Esto hace que pueda jugar con inversiones a largo plazo, como acciones que serían demasiado arriesgadas para alguien al borde de la jubilación.
Por otro lado, si se está más cerca de la edad de jubilación, quien invierte querrá concentrarse en mantener lo que ya tiene. Las inversiones más seguras y estables, especialmente cuando hay dividendos, son una mejor opción. Después de todo, las acciones pueden perder valor rápidamente, pero si se tiene 30 años más antes de que necesite efectivo puede permitirse hacer esta apuesta. Así pues, sin importar la edad o la etapa de la vida, la inversión pasiva siempre es una buena opción.
Ejemplos de inversión pasiva
Los siguientes son algunos ejemplos de inversión pasiva:
- La estrategia de asignación de activos es una estrategia de inversión pasiva. Esta estrategia se denomina «buy and hold». Aunque esta inversión única conlleva riesgos debido a un conjunto limitado de activos.
- Comprar una acción con el fin de mantenerla a largo plazo y recibir beneficios en forma de crecimiento de su valor o recepción de dividendos será una inversión pasiva.
- Si se compra un apartamento y se alquila durante mucho tiempo, esto puede considerarse una inversión pasiva. Aunque la compra de un apartamento no excluye el riesgo de que se produzcan tiempos muertos, que no se reciban ingresos, que cambie el atractivo de la ubicación del apartamento, etc.
- Un depósito en un banco también puede considerarse una inversión pasiva, aunque no es del todo eficaz durante largos periodos de tiempo.
- Confiar los fondos a la gestión fiduciaria es una inversión pasiva para quien invierte. Pero, no para el dinero. Ya que, el gestor puede gestionar activamente este dinero.