Procrastinación: Descubre cómo dejar de procrastinar con estos consejos

La procrastinación es el acto de posponer intencionalmente una tarea que requiere ser realizada, generalmente debido al miedo o a la sensación de que la tarea es abrumadora. Esta situación se puede dar con cualquier tipo de tarea, es algo muy humano y todos lo hacemos en algún momento. Ya sea que se trate de tareas cotidianas como limpiar la casa o asuntos más importantes como la presentación de un informe o prepararse para un examen.

¿Qué es la procrastinación?

La procrastinación se define como el acto de posponer intencionalmente una tarea u actividad, generalmente debido al miedo o a la falta de motivación. La procrastinación puede tener algunas consecuencias negativas, como el estrés y la ansiedad que se origina al posponer una tarea.

Sin embargo, aunque pueda parecer que la procrastinación es un hábito negativo, en realidad puede tener ciertas ventajas. Por ejemplo, está el hecho de que puede permitirle a una persona pensar más sobre una tarea y, en consecuencia, hacerla mejor.

En resumen, aunque la procrastinación puede tener consecuencias negativas, como el estrés y la ansiedad, también puede tener algunos beneficios. Repetimos, como darle más tiempo a la persona de pensar en una tarea y encontrar mejores maneras de realizarla.

Tipos de procrastinación

En términos generales, podríamos decir, que existen al menos 2 tipos de procrastinación: la reactiva y la procrastinación impulsiva. Y a partir de aquí, 5 tipos de procrastinadores: el perfeccionista, el impostor, el temeroso, el abrumado y el afortunado. Veamos cada uno de ellos:

Procrastinación reactiva: es el acto de posponer una tarea debido al miedo o a la ansiedad que se siente al pensar en ella. Puede ocurrir cuando se siente que la tarea es abrumadora o cuando se teme el fracaso.

Procrastinación impulsiva: consiste en posponer una tarea debido a la falta de motivación o interés. Ocurre cuando se siente que la tarea es tediosa o aburrida.

Procrastinador perfeccionista: con este tipo de procrastinador, no se posterga el inicio de la tarea, pero al tratarse de una persona perfeccionista, su desarrollo será lento. Esto se debe a que, pasará más tiempo buscando la perfección en los detalles.

Procrastinador impostor: en este caso, la persona no se siente capaz de realizar la tarea, pero absorbe un exceso de trabajo para reafirmar su responsabilidad por temor a ser llamada incompetente.

Procrastinador temeroso: Este tipo de procrastinador, pospone permanentemente sus tareas o sus obligaciones en la medida en que tiene que lidiar con trabajos desagradables o aburridos.

Procrastinador abrumado: en este caso, el individuo tiene tantas cosas que hacer y tantas cosas en mente que no sabe por dónde empezar. Por lo tanto, es común que esto lleve a un bloqueo mental que le impide incluso comenzar a trabajar.

Procrastinador afortunado: Se trata de personas que consideran que solo trabajan bien cuando están bajo presión. Por eso posponen sus tareas hasta el último momento y se encuentran al límite de hacer a tiempo lo que tienen o pretenden hacer.

Consejos para dejar de procrastinar

Existen varios métodos que te pueden ayudar a dejar de procrastinar. En primer lugar, para dejar de procrastinar, es importante identificar las razones por las que se posponen las tareas. A menudo, la procrastinación se debe a un miedo irracional al fracaso o al éxito. También puede ser causada por la falta de confianza en uno mismo o por la dificultad de comenzar una tarea. Una vez que se identifican las razones por las que se posponen las tareas, es más fácil encontrar una solución.

Además, es importante establecer metas realistas y alcanzables. También es útil dividir las tareas en pequeños pasos para hacerlas más manejables. Otra estrategia ventajosa es establecer un límite de tiempo para completar una tarea, lo que puede ayudar a evitar posponerla indefinidamente. También es útil tomarse un descanso ocasionalmente y rodearse de personas que sean positivas y apoyen sus esfuerzos por dejar de procrastinar. Por último, no olvides recompensarte por las tareas completadas.