Las Phantom shares o acciones fantasmas son una solución atractiva cuando se trata de permitir que los empleados participen en el éxito de la empresa. Los empleados reciben ingresos de las acciones fantasma que se les asignan. Esta participación en los beneficios se paga luego como una bonificación. Las Phantom shares suelen ser utilizadas por empresas de nueva creación o empresas con tecnologías innovadoras. Las acciones fantasmas son un medio excelente para vincular a los empleados de la empresa que son particularmente importantes para el éxito.
¿Qué son las Phantom Shares?
Las Phantom Shares son derechos de participación imaginarios, inexistentes, son también llamadas acciones ficticias. Son acuerdos entre la empresa y los empleados a través de los cuales un empleado recibe una participación indirecta (también se llama virtual) en el éxito de la empresa como bonificación. La naturaleza legal de estos derechos de participación virtual es en realidad una participación en los beneficios puramente contractual. El empleado como accionista fantasma no tiene un estatus de accionista en el sentido legal. En realidad, es solo un derecho a una compensación en efectivo.
En la práctica, las acciones fantasma funcionan de tal manera que su evolución de precios y su política de dividendos se basan en la evolución de las acciones reales como parte de un cálculo sombra. Las Phantom Shares tienen la ventaja de que no tienen ningún impacto en la liquidez de la empresa durante la fase de crecimiento de la misma. Además, las acciones fantasma tienen la ventaja sobre las inversiones reales de que pueden transferirse sin una certificación notarial. Los accionistas mantienen el control total sobre la empresa.
¿Cuál es la finalidad de las Phantom shares?
La maximización de la riqueza es uno de los objetivos importantes de toda empresa. En ese proceso, los empleados son la parte crucial, ya que forman la espina dorsal de cualquier organización. A través de las Phantom shares tanto los empleados como el empleador participan en el proceso de creación de riqueza a largo plazo. Las acciones fantasma recompensan el tiempo y el esfuerzo que los empleados invierten en la empresa. Cuando las acciones fantasma venzan, la empresa pagará el equivalente en efectivo de las acciones.
Otro fin que persiguen las Phantom shares es ayudar a los empresarios a que su negocio crezca. Un liderazgo fuerte es esencial para el éxito de una empresa, y la sustitución de los altos cargos puede ser costosa. Las acciones fantasma ofrecen a los mejores empleados una razón para quedarse y contribuir al éxito de la empresa. Al igual que otras formas de planes de compensación basados en acciones, las acciones fantasma sirven en general para alinear los intereses de los receptores y los accionistas. Así como incentivar la contribución al valor de las acciones y fomentar la retención o la participación continuada de los contribuyentes
Ventajas de las Phantom Shares
Las Phantom shares poseen diversas ventajas. Uno de los principales beneficios es que estos productos funcionan para motivar e incentivar al empleado, al directivo o cualquier otra persona que sea clave para el buen manejo de la compañía. Y es que a través de estas se les dan una parte de las acciones o participaciones que se lleven a cabo. Asimismo, estas se pueden brindar tanto en las sociedades anónimas como las limitadas, característica que no poseen los stock options, que se dan sólo en estas primeras.
Otra ventaja de las Phantom shares es que su sistema retributivo es flexible. Esto quiere decir que ambas partes, empleados y dueños pueden acordar los términos y condiciones de forma libre y sin inconvenientes. Al mismo tiempo, este mecanismo no influirá ni modificará la estructura del capital. Esto es muy ventajoso en el caso de que ingresen nuevos accionistas a la sociedad. Asimismo, todas las percepciones económicas se verán reflejadas en el IRPF como rendimiento de trabajo. Por lo que, si la compañía posee altos rendimientos, recibirá buenas percepciones.
Desventajas de las Phantom Shares
Aunque las Phantom shares pueden ser muy beneficiosas tanto para el que las da como el que las recibe, también tiene algunos puntos débiles que es necesario mencionar. El primer punto es que, como se mencionó en su definición, estas no son reales. Es decir, a pesar de que el beneficiario sí obtiene un capital por las acciones o participaciones que tenga la empresa, el mismo no será realmente un accionista o partícipe. Es por ello que no puede opinar en la toma de decisiones ni tiene derecho a voto por alguna acción que se cometa en la empresa.
Asimismo, las calificaciones de las Phantom shares en el IRPF pueden ser negativas si el rendimiento de la sociedad no está pasando por buenos momentos. Esto puede afectar a que el valor de las acciones o participaciones baje. Por otra parte, aunque la flexibilidad del contrato para las Phantom shares está dentro de las ventajas de las mismas, esta característica también pueden ser perjudiciales, ya que puede traer problemas de interpretación de ambas partes. Un ejemplo sería que no se pacte un dividendo mínimo si los empleados son beneficiarios de un porcentaje de dividendos repartidos en la Junta de Accionistas anualmente.
¿Cuál es el funcionamiento de las Phantom Shares?
Para que las Phantom shares sean posibles, los socios y accionistas de determinada compañía deben reunirse en una junta general y, entre todos, apoyar la proposición para luego darle comienzo. Entre los puntos que se tienen que aprobar está el pool, el cual hace referencia al porcentaje que se les dará a estas Phantom shares. Asimismo, también tienen que finiquitar quiénes serán las personas que recibirán este beneficio. Igualmente, los términos del ejercicio en donde se podrá renovar este producto. Además, si es el caso, también se necesitaría el ‘vesting’ y el ‘cliff’.
Por otra parte, los administradores son los encargados de suscribir a los beneficiarios de las Phantom shares, de forma discreta y siguiendo los parámetros acordados en la junta general de accionistas y socios. Estas Phantom shares se pueden entregar al mismo momento en el que se firma el contrato, sin embargo, están condicionadas por diversos tipos de factores (el cierre de una operación, la facturación anual y hasta la venta de alguna empresa) junto con el compromiso que la persona tenga para con la sociedad. Mientras se van logrando esos objetivos, el empleado beneficiado irá afianzando sus derechos económicos.
¿Cómo se calculan los beneficios de las Phantom shares?
Normalmente, el valor de las denominadas Phantom shares o acciones fantasma se emiten en el momento en que son pactadas. Y en su mayoría, van acorde con el valor que posean las acciones de la empresa en un momento determinado. Cuando se da fin a un ejercicio fiscal, se recalcula el nuevo precio que tendrá un bien para el próximo ejercicio. Luego, se le da al beneficiario la suma correspondiente con la diferencia entre el precio final y el inicial.
Como se puede notar, el cálculo para determinar las Phantom shares es sencillo. Siempre y cuando el valor de las acciones fantasma corresponda con el valor de las acciones reales, que por lo general ocurre de esa misma manera. Sin embargo, el sistema de configuración de las mismas es tan flexible que puede variar en ese tema y se puede pactar un precio diferente que sea beneficioso para ambas partes. Es más, existen tantas incongruencias que muchos hasta han adoptado el nombre de Phantom dividend. En donde el dividendo fantasma equivale al dividendo que se habría recibido por una acción real.