El secreto del triunfo empresarial: no rendirse nunca

Para alcanzar el éxito empresarial solo hay un secreto: nunca rendirse

Un mantra a tener en cuenta cada segundo por cada persona que busque el éxito, que ha de repetirse que para lograrlo y mantenerlo, es el de «no he de rendirme nunca”. Cuando se emprende un negocio o cualquier aventura laboral se está enfocado a sacarle el mayor partido a todos los niveles, pero hemos de ser consciente de que el camino está lleno de baches, y que seguramente, no consigamos recorrerlo tan rápido como teníamos pensado, pero tenemos que mantenernos enfocados al éxito, sin rendirnos, de lo contrario no lo alcanzaremos nunca.

El éxito siempre está ahí, siempre es una posibilidad factible si nos negamos al fracaso y nos empeñamos en superar cada obstáculo lo mejor posible. Puede parecer que decirlo es fácil y hacerlo no tanto, y es cierto, pero hay un secreto para saber que si quieres, puedes: el trabajo constante.

Para ser capaces de lograr el éxito además de estar enfocados a ello y trabajar duro cada día, ya conoceréis esa célebre frase de Thoreau: «El éxito llega para todos aquellos que están ocupados buscándolo”, podemos tener en cuenta ciertas premisas que nos ayudarán a discernir si de verdad vamos a enfocarnos a lograr el éxito o no, así como descubrir si el fracaso nos supondría un mal menor, o por el contrario, perderlo todo.

En primer lugar hay que tener muy claros nuestros objetivos y deseos, esto nos ayudará a enfocarnos en ellos para lograr alcanzarlos sea como sea, superando cada conflicto u obstáculo. De lo contrario, al primer revés, es probable que nos rindamos.

«Una mente llena de dudas no se puede concentrar en la victoria” (Arthur Golden)

Las metas que te hayas propuesto han de suponer algo trascendental en tu vida. De este modo, trabajarás duro para lograrlas y no serán solo una mera diversión o pasatiempo con el que no te impliques del todo y que seas capaz de abandonar a la primera de cambio. Si logras que tus objetivos sean clave en tu vida lucharás mucho por cumplirlos, de lo contrario puede ser que todo lo invertido en ellos se esfume y tu vida entera se vea afectada de la manera menos deseada posible.

Pensar en un futuro prometedor puede ser de lo más motivante, pero recuerda que para llegar al futuro tienes que andar el camino del presente y no siempre va a ser fácil. Para alcanzar el éxito hay que ser constante, trabajar duro y con mucha disciplina. Esto supone que cada día tendrás que demostrar que mereces el éxito que deseas, y rendirse en cualquier momento del proceso, por duro que esté siendo, no forma parte del juego.

«El éxito es la aplicación diaria de la disciplina.” (Jim Rhon)

El orgullo es bueno, siempre que sepas aplicarlo de la forma adecuada. Cuando tu orgullo te valga para levantarte una y otra vez tras cada tropezón,, para intentarlo de nuevo con más fuerza y más sabiduría tras el fracaso, nunca estará de más. Aún poniendo todo de tu parte, es probable que continúen los problemas. Fallar en reiteradas ocasiones puede hacer mella en tu determinación, pero deberas ser capaz de sobreponerte para ir superando cada uno de estos momentos y seguir adelante con tu proyecto.

Normalmente la dedicación que requiere tratar de triunfar no solo nos afecta a nosotros mismos, sino también a todos aquellos que nos rodean, porque en muchas ocasiones deberemos sacrificar tiempo de calidad con familiares y amigos para invertirlo en nuestros objetivos. Trabaja para lograr dar la vuelta a la situación haciendo que esa presión que sientes por parte de tu entorno se convierta en una herramienta para progresar en tus logros.

«El éxito no es la clave de la felicidad. La felicidad es la clave del éxito”. (Albert Schweitzer)

Por último, no te dejes vencer por la presión del propio trabajo o la de ver que otros logran beneficios y tú aún no. Abstraerse para enfocarse en el trabajo durante tantas horas, cada día, durante un periodo de tiempo incierto, puede resultar agotador a niveles que no esperabas, pero nunca hay que abandonar, mejor enfoca esa presión de forma que te pueda resultar rentable.

«La grandeza radica no en ser fuerte sino en el correcto uso de la fuerza.” (Henry Ward Beecher)

En cuanto al éxito ajeno mientras no despega el propio, no puedes funcionar en función de cómo funcionan los demás, y es probable que ser consciente de otros éxitos que llevan detrás menor esfuerzo, nos desmorone. Pero no hay que perder de vista que lograr el éxito, así como saber mantenerse en él, es una carrera de fondo. Aprovecha la ocasión para comprobar qué cosas hicieron de manera diferente, así podrás obtener nuevas ideas o enfoques que tal vez te ayuden, sigue con la norma tratando de convertir cada obstáculo en una herramienta a tu favor, sea de la forma que sea.

«El éxito de la vida no está en vencer siempre, sino en no desanimarse nunca.” (Anónimo)

Si en algún momento sientes que te falta apoyo por parte del entorno, no lo tengas en cuenta ni le des demasiada importancia, el proceso es largo y el que debe estar realmente enfocado en todo momento eres tú. Piensa que si logras seguir adelante estás ganando en independencia, estás siendo capaz de sobreponerte de nuevo y continuar.

«La confianza en sí mismo es el primer paso para el éxito.» (Anónimo)

Ante todo hay que tener confianza en todo momento, por lo que tendrás que saber diferenciar también entre la rendición y la retirada a tiempo. Si llegas a un punto en el que crees que ya has dado todo lo posible y el negocio sigue sin dar frutos, convirtiéndose en un fracaso auténtico que lo que está haciendo es llevarse tus ingresos, retírate y enfócate a otros objetivos, pero que la experiencia te sirve para no volver a caer en los mismo errores.

Caer está permitido. ¡Levantarse es obligatorio!.” (Proverbio Ruso)

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