obsolescencia tecnológica

¿Cómo evitar la obsolescencia tecnológica en tu empresa?

La obsolescencia, básicamente, es la caída en desuso de los equipos, las máquinas y tecnologías motivada por el bajo desempeño de las mismas. La obsolescencia tecnológica se refiere a la necesidad de cambiar algún equipo tecnológico, por existir una versión más moderna. Esto sucede incluso aún cuando el aparato no haya llegado al final de su vida útil ni cuando los cambios sean significativos. En este sentido, a continuación, te daremos algunas recomendaciones para que así logres evitarla en tu empresa.

¿Qué es la obsolescencia tecnológica?

La obsolescencia tecnológica es el fin o la reducción de la vida útil de los equipos, máquinas y dispositivos de una empresa debido a la existencia de equipos más modernos. Esto, en algunas ocasiones, también sucede porque algunos equipos ya presentan fallos o no están produciendo de la manera que deberían normalmente. Por tanto, las empresas siempre buscan maquinaria moderna para así lograr incrementar sus niveles de producción.

Dicha reducción de su vida útil, hace que diversas compañías tengan que renovar su maquinaria cada cierto tiempo. La inversión en tecnología se sitúa por encima a la que habría que realizar si no existiese obsolescencia tecnológica. Aparte del gasto de capital que esto supone, existen otros inconvenientes sobre esta reducción de vida de los aparatos. Entre ellos se sitúa el inconveniente de residuos innecesarios. Dicho problema genera daños en el medio ambiente y también, indirectamente, impulsa la utilización de recursos excesivos para desarrollar los nuevos dispositivos.

Tipos de obsolescencia

  • Obsolescencia percibida. Se da cuando el dispositivo o maquinaria cambia de diseño, pero la tecnología que implementa sigue siendo la misma. Este es el tipo de obsolescencia más habitual.
  • Obsolescencia de especulación. Se da cuando se comercializan equipos de muy baja calidad a un precio reducido para lograr hacerse un hueco dentro del mercado. Esperando así, lanzar productos de un nivel mayor en el futuro cercano.
  • Obsolescencia de calidad. Esta se produce cuando el producto en cuestión presenta fallos o comienza a funcionar erróneamente.
  • Obsolescencia por moda. También conocida como de Deseo, se da cuando se quiere cambiar, aunque el equipo funcione correctamente. Esto puede ocurrir debido por motivos del diseño de la máquina o para sustituirlo por otra más moderna.

Consecuencias

En la actualidad, nos encontramos cara a cara con una paradoja la cual tiene consecuencias que aún son complicadas de cuantificar. En este sentido, cuando disponemos de la capacidad tecnológica para fabricar productos duraderos, nos topamos con la necesidad de adaptarnos al cambio de las tecnologías. Esto nos conduce a la frecuente situación que, por carecer constantemente de mercados de segunda, se generen grandes cantidades de residuos. Y claro, esto se traduce a un enorme problema medioambiental.

La respuesta a este problema tiene varios formatos. La industria propone instalaciones de reciclaje, tomando en cuenta los costes que esto conlleva. Por otra parte, distintas organizaciones humanitarias se dedican a redistribuir estos equipos, los cuales aún están operativos, entre las instituciones de países menos desarrollados.

¿Cómo evitar la obsolescencia tecnológica?

  • Renting de activos. Del mismo modo que se utiliza el renting para automóviles, otra alternativa eficiente es hacerlo de la misma forma para maquinaria y equipos. La compra de equipos tecnológicos o informáticos supone una inversión enorme y su debido mantenimiento implica un gasto constante. Alquilar los equipos tecnológicos nos permite reducir este tipo de gastos. De esta forma, podremos trabajar con equipos actualizados en todo momento. Esta es una opción perfecta cuando no contamos con el dinero suficiente para comprar equipos totalmente nuevos y modernos.
  • Gestión y planificación de la obsolescencia. En el caso de que consigamos fallos en los equipos, lo primero que debemos hacer es averiguar cuál es el fallo y si existe alguna reparación. Algunas veces, los problemas provienen de la batería y la solución es fácil, solo se cambia por otra. La inversión es mínima y el equipo sigue funcionando correctamente. En relación con la planificación y la gestión, es interesante valorar, en los presupuestos, una partida destinada a actualizar los dispositivos. Se trata de que nos adelantemos a los problemas y contar con un remanente para este tipo de situaciones.
  • No comprar equipos obsoletos. Comprar equipos de segunda mano puede parecernos una buena idea, debido al ahorro económico que supone. Sin embargo, es lógico pensar que la obsolescencia programada afectará primeramente a los equipos más antiguos. Esto, por encima de la maquinaria nueva y moderna.

Todos estos consejos te ayudarán a mantener alejada a la obsolescencia tecnológica de tu empresa. Recordemos que, cualquier empresa e industria deben contar con equipos actualizados y modernos para estar siempre al tope de su producción. Esto también les ayudará a competir codo a codo con sus más altos competidores. En definitiva, debes seguir estos consejos al pie de la letra para evitar la obsolescencia.

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