Los impuestos a empresas en España: caros y sencillos de implementar
Paying Taxes 2014 -Pagando impuestos 2014- es la octava edición del informe está elaborado por la consultora PwC en colaboración con el Banco Mundial y el International Finance Corporation (IFC), que analiza 189 economías de todo el mundo y las clasifica de acuerdo con la facilidad de las empresas para pagar sus impuestos.
Este informe incluye tanto los impuestos a directos a las empresas, así como también todos los demás impuestos y tasas a las que debe hacer frente una empresa de tamaño medio doméstica. El estudio compara básicamente tres indicadores: la tasa total de impuestos, las horas necesarias para cumplir con las obligaciones fiscales y el número de pagos necesarios para hacer frente a todas las cargas de impuestos.
El estudio de PwC coloca a España en el puesto 67 de los 189 países participantes en la facilidad de pago de impuestos total –donde se incluyen todos los indicadores-. La posición española está por encima de la media de la Unión Europea en el coste de los impuestos a las empresas -58,6 frente a 41,1 de la UE y 50,9 del G-20-.
Sin embargo, el informe muestra una posición más benevolente respecto a los trámites a la hora de hacer frente a las obligaciones fiscales. El estudio concluye que en España se necesitan menos horas -167- para cumplir con los trámites fiscales frente a la Unión Europea -179- y una cantidad muy inferior a la media de los integrantes del G-20 -368 horas-.
PwC ha contabilizado ocho pagos para una empresa mediana española, mientras que la media de la UE se situaría en 13 pagos y el promedio de los países del G-20 sería de 15 pagos.
El informe constata que la reclamación a España para que reduzca el déficit público ha llevado a medidas para incrementar la recaudación de impuestos, después de que la recaudación por impuestos a las empresas haya cayera casi un 60% entre 2007 y 2012.
Este aumento de la presión fiscal se ha materializado en medidas como la eliminación del régimen de depreciación de nuevos bienes tangibles e inversiones inmobiliarias que permitía deducirse impuestos y en la limitación de la deductibilidad de intereses y otros costes financieros mientras que la subida IVA, aclara el estudio de PwC, no ha tenido impacto sobre la tasa total de impuestos a que se enfrenta la empresa media en España.