¿Qué son, cómo funcionan y para qué sirven las funciones hash?
La seguridad de la información es uno de los aspectos más importantes en el mundo de la informática. Y una de las formas para protegerse al máximo es usar las funciones hash. Estos elementos se apoyan en un algoritmo matemático que transforma una determinada información que le da el usuario en un código alfanumérico con una longitud definida. Se caracteriza por arrojar un código que tendrá la misma cantidad de números y letras sin importar la cantidad de datos que se le proporcione.
Es importante aclarar que cuando se habla de datos realmente se refiere a cualquier tipo de contenido: texto, imagen, música o un vídeo. Lo más importante aquí es el formato de ese contenido. Es decir, si un documento viene en formato PDF y otro en formato DOC aunque el texto sea el mismo los códigos serán completamente diferentes. Esto es muy útil a la hora de establecer contraseñas para aumentar los niveles de seguridad en una determinada plataforma. Lo que nos protege de cualquier delincuente cibernético.
¿Qué es un hash?
El hash es una palabra anglosajona y puede traducirse a ‘picadillo’ o algo similar. De esta forma, el algoritmo lo que hace es mezclar y picar toda la información que recibe por parte del usuario para transformarlo en un código con un tamaño determinado. ¿Por qué le llaman funciones hash? Porque son diversos algoritmos matemáticos que tienen diferentes utilidades dependiendo de la situación. Esto le brinda al propietario del sistema un gran margen de maniobra para responder así ante diferentes solicitudes.
Cada hash da un resultado diferente para la misma información y las longitudes varían entre 224, 256, 384 y 512 bits. Sin embargo, todo va a depender de la función que se haya elegido. Estos hashes se reflejan en un código alfanumérico hexadecimal. En este sentido, si un código arroja 256 bits el código sería de 64 caracteres alfanuméricos. Estos son los elementos básicos que componen un hash. Puede resultar un poco complicado leerlo, pero resulta fundamental para mantener la seguridad de la información y estar más tranquilos en todo momento.
¿Cómo funcionan las funciones Hash?
Una de las funciones más comunes de hash son las SHA-2, que a su vez se dividen en 4 funciones diferentes que dan un hash único para determinado grupo de información. Una de sus características es que las longitudes pueden ir desde 224, 256, 384 y 512 dependiendo de la función que se elija en ese momento. Es necesario entender que cada información a la que se le agrega una función tendrá un hash único. Sin importar la variante que exista en algunos de los datos.
Las funciones hash se llevan a cabo a través de una gran cantidad de procesos lógicos y matemáticos que son enviados a un ordenador mediante un programa específico. A partir de aquí, se puede coger cualquier información e introducirla en la función para tener un resultado teniendo como muestra unos caracteres con longitud definida. Este proceso es imposible hacerlo al revés. Esto significa que no podemos tener los datos de origen mediante un hash ya formado, ya que primero se crea la función y luego obtenemos la información exacta.
¿Cuál es el nivel de seguridad de las funciones hash?
A pesar de que ningún sistema es infalible, las funciones hash cuentan con un nivel de seguridad bastante alto, lo que da un poco más de tranquilidad a los usuarios. Todo va a depender de la función específica. Hay que tener presente que hay funciones como el HD5 que prometían muy buenos resultados y al final un grupo de expertos logró penetrar el sistema, lo que la dejó completamente obsoleta. Sin embargo, existen funciones como el SHA-256 que son muy difíciles de violar, lo que garantiza la seguridad al usuario que la aplique.
Muchos especialistas han señalado que para poder romper el protocolo de seguridad de la función anterior es necesario trabajar durante cientos de años y utilizar superservidores con grandes capacidades de cómputo. Esto quiere decir que en el mercado hay funciones que son más fiables que otras, así que todo dependerá de las necesidades y características de cada sistema. El avance de la informática provoca que cada día haya más opciones que los usuarios pueden elegir para proteger sus equipos. Por lo tanto, solo es cuestión de elegir el que mejor se ajuste a cada uno.
Principales características de las funciones Hash
Son muchas las características que poseen las funciones Hash. Primero, hay que mencionar que son muy sencillas de usar. Para hacerlo no es necesario tener ordenadores con mucho potencial de cálculo que las ejecuten. Posee una gran ventaja y es que no importa la cantidad de información que se le suministre el resultado siempre tendrá la misma longitud, siendo el de 64 caracteres uno de los más comunes, pero no el único. Esto lo hace más legible y soluciona muchos inconvenientes.
Otra de sus características es que cualquier modificación que se le haga a la entrada de información dará como resultado un hash completamente diferente. Lo que hace que ninguno sea igual que otro. Una de las razones por las cuales son tan seguros es porque es imposible tomar la información que dieron resultado ese hash, ya que es obligatorio proporcionar primero los datos para obtener la secuencia. Esto lo podemos asemejar con la receta de un pastel, siendo necesario seguir todos los pasos para obtener el postre, nunca al revés.
Tipos de funciones hash
Hay que comenzar por la función MD2, que fue una de las primeras funciones y la desarrolló Ronald Rivest hace más de 30 años. En su momento contó con altos índices de protección hasta que llegó la función RIPEMD, otra función hash creada en 1992, que tenía como objetivo principal sustituir al protocolo que se usaba en esos tiempos. Su nivel de seguridad fue tan alto que aún es muy utilizado en la actualidad, aunque han sido creadas otras funciones mucho más efectivas.
No podemos olvidarnos de la función SHA, que es el estándar más utilizado en la actualidad. Fue inventado por la NSA hace más de 26 años para poder proteger todos sus sistemas informáticos. De hecho, es considerado como uno de los más seguros hoy. De este origen surgió el SHA-256, que fue el que hizo posible que se desarrollara la criptomoneda Bitcoin. Es tan alto su nivel de seguridad que es usado por el criptoactivo más popular de la actualidad.
Aplicaciones de las funciones hash
Hash es muy útil en la práctica. Una de sus utilidades más importantes es la de proteger la confidencialidad de una clave. A su vez, se utiliza también en algunas páginas webs que permiten descargar archivos muy pesados, otorgando la información del documento y la función utilizada para verificar que nadie ha manipulado el proyecto, evitando así que descarguemos un virus o algún otro programa malicioso. Por este motivo, es tan común esta función en estos momentos.
No podemos olvidar la firma digital de algún documento, que es necesaria para confirmar la identidad de alguna persona o empresa. Para esto es necesario desarrollar un hash con los datos enviados para luego cifrarlo con una contraseña especial. De tal manera que todo aquel que tenga la clave pueda ver el hash utilizado y comprueben fácilmente que el documento es auténtico. Esta función da seguridad y garantía al usuario para casi cualquier actividad informática del día a día.
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