Cuando un emprendedor se encuentra frente a un inversor o posible socio debe establecer un balance entre la razón y la pasión para que cuando exponga su proyecto no existan barreras que impidan la comunicación entre ambos.

Por eso, en Grandes Pymes han analizado algunos factores o actitudes de los emprendedores que impiden explicar su idea de empresa a los inversores, proceso que para ellos se convierte en algo “farragoso”:

1-Un emprendedor debe tener la mente abierta, dado que su interlocutor puede hacer comentarios o aportar ideas que no está esperando recibir, pero que pueden ser positivas y enriquecedoras para el nuevo proyecto empresarial.

2-Las diferentes opiniones sobre el proyecto de negocio original deben ser aceptadas por el emprendedor, quien debe valorarlas, pues mantener una posición firme e inamovible puede llevar a no cerrar el acuerdo con el inversor, retrasar la puesta en marcha de la empresa o perder la oportunidad de sacarla adelante.

3-Aceptar todas las sugerencias de cambio o mejora, vengan de donde vengan, puede resultar peligroso para el proyecto. El emprendedor debe analizar las nuevas aportaciones y valorar quién las hace, ya que no es lo mismo la opinión de “un vecino” que la de un técnico en la materia o la de un inversor. Es conveniente buscar antecedentes de los comentarios para contemplar ideas y validarlas antes de incorporarlas a la idea de negocio.

4-Hay que elaborar un mensaje que sea comprendido por el inversor o el posible socio debido a que no todas las palabras son entendidas por todas las personas de la misma forma. “Debes ser muy claro con lo quieres comunicar, para que no queden dudas e inquietudes que afecten de forma negativa a la puesta en marcha de la idea de negocio”.

5-Es recomendable no imponer la idea ante el inversor, desechando cualquier alternativa, porque es el camino más rápido para hacer fracasar la negociación.