Probablemente, cuando tienes un producto financiero o en banco o tienes alguna inversión en bolsa, te has topado con inversionistas y agentes bancarios que hablan acerca del cálculo del interés compuesto. Para empezar, es importante que sepas qué el interés es el coste de dinero, es decir, cuando tú pides un crédito hipotecario u de otra clase debes pagar, además de la cantidad prestada, un porcentaje mayor debido a los intereses que se van sumando durante un tiempo determinado. Esto se llama tasa de interés, y hay dos tipos de tasas, simple y compuesta.
El interés simple simplemente significa un porcentaje fijo del monto principal cada año. Por ejemplo, si invierte 1.000 al 5% de interés simple durante 10 años, puede esperar recibir 50 en intereses cada año durante la próxima década. Ni más ni menos. En el mundo de las inversiones, los bonos son un ejemplo de un tipo de inversión que normalmente paga un interés simple. Por otro lado, el interés compuesto es lo que sucede cuando reinviertes tus ganancias, que luego también generan intereses. El interés compuesto esencialmente significa interés sobre el interés y es la razón por la que muchos inversores tienen tanto éxito.
¿Qué es el interés compuesto?
Lo que se conoce como interés compuesto, se puede decir que es el acumulamiento de intereses que se van sumando a intereses ya ganados en un período de tiempo determinado. Esto quiere decir que este producto ayuda a multiplicar el capital inicial que poseas, de acuerdo a la tasa de interés que estén manejando y, así, aumentar tus ganancias al final de una jornada. En este sentido, cada cierto tiempo se va a ir sumando este interés, lo cual ayuda en gran medida para obtener más ingresos.
Por lo tanto, el interés compuesto permite reinvertir tu dinero en cada término del tiempo estipulado, y que las ganancias que obtengas por tu inversión puedan subir exponencialmente. Esto se conoce como ‘capitalización continua’, la cual consiste en una fórmula que te ayuda a saber el valor presente y futuro de una determinada cantidad de dinero, añadiendo los intereses correspondientes que se van a ir acumulando. Un instrumento con interés compuesto cada vez que genera intereses durante un período se le suman a la cantidad inicial y, posteriormente, se vuelve a invertir para generar más ingresos.
¿Cómo se hace el cálculo de interés compuesto?
Para realizar el cálculo interés compuesto se utiliza esta fórmula: Cn= C0 (1+i)n, siendo la “Cn” el capital que resulta al final, la “C0” el monto que depositaste para invertir, la “i” la tasa de interés, la “n” el período de tiempo en medio del cual harás la inversión para, posteriormente, recibir los beneficios. Para aplicar esta fórmula se puede usar este ejemplo:
Si tiene una inversión de 7.000 euros, con un interés de 6%, durante un período de 1 año, tu ganancia final sería de 7,420 €, calculado de esta manera: primero, multiplicas el monto inicial por el porcentaje de la tasa de interés (7,000 x 6%), y el porcentaje final sería de 420 €. A esta cantidad le sumas el dicho monto inicial (7,000 + 420) y al final tendría que dar 7,420 €. Para el siguiente año tu capital inicial serán los 7,420 €. Es decir, el capital base con el que iniciaste más el interés. Ahí ya estás capitalizando el interés y obtendrás un mayor ingreso de tu inversión.
Diferencia entre el interés simple y compuesto
La principal diferencia entre el interés simple y compuesto es que se reinvierten los intereses. Con el interés compuesto, el interés se reinvierte y, por lo tanto, logramos ganancias cada vez mayores. Sin embargo, con interés simple, el interés no se reinvierte y siempre recibimos la misma cantidad. Además:
- El interés simple es el interés que no se puede capitalizar. En otras palabras, no afecta el dinero que invierte al principio. Por otro lado, con el compuesto ese interés se suma al capital, haciendo que la inversión inicial sea mayor al final.
- El interés simple siempre se calcula sobre el capital inicial sin cambios ni aumentos. Todo lo contrario, a lo que ocurre con el compuesto, que se calcula con base en el capital final, aumentando y aumentando el dinero inicial.
- Con interés simple, la rentabilidad es mucho menor. Pero el rendimiento del interés compuesto es más alto
- Con el interés simple, el cálculo es muy simple y fácil de entender. Sin embargo, el cálculo del interés compuesto es un poco más complicado porque incluye períodos de capitalización.
¿Qué factores afectan al cálculo del interés compuesto?
Para que el cálculo del interés compuesto sea satisfactorio, debes tomar en cuenta algunos factores que influyen en los resultados que obtendrás. Entre estos están: el rendimiento anual medio esperado, el capital inicial, el tiempo de la inversión y la inversión regular. La primera consiste en los ingresos obtenidos anualmente por tu inversión, y en este puedes observar si has tenido pérdidas o ganancias, comparándolo con los rendimientos de años posteriores. Es decir, esto demuestra el rendimiento que has conseguido con tu inversión.
El capital inicial, como bien su nombre lo dice, es la cantidad con la que cuentas al comenzar tu inversión. Es el monto que esperas aumentar conforme a los años gracias a la tasa de interés que poseas. Otro aspecto para el cálculo del interés compuesto es el tiempo que te planteas llevar a cabo tu inversión, y el número puede variar dependiendo de tus necesidades. Por último, la inversión regular es la que realizas frecuentemente cuando termina tu período de tiempo.
¿Para qué sirve el cálculo del interés compuesto?
La función principal del cálculo interés compuesto es ser un multiplicador, es decir, que colabora a que tus ingresos vayan aumentando gradualmente cada cierto tiempo. Esto es posible, ya que los intereses anteriores se van sumando a los nuevos intereses y estos, a su vez, a los próximos que vendrán en un futuro. Esto produce una reacción en cadena que al final será un gran beneficio para ti si decides invertir en este producto. De esta forma, este interés es una gran opción para poder ahorrar a largo plazo y aumentar tu capital.
El interés compuesto es un concepto importante para los inversores, ya que les permite que cantidades aparentemente pequeñas de dinero se conviertan en grandes cantidades con el tiempo. Para aprovechar al máximo el poder del interés compuesto, se debe permitir que las inversiones crezcan y se acumulen durante períodos prolongados. Si eres un prestatario que no desea contraer deudas largas y costosas, busca un préstamo sin capitalización. Sin embargo, si eres un inversor que busca ganar mucho dinero en efectivo para usarlo más adelante, es mejor que busques opciones compuestas.
Ejemplo de interés compuesto
Quieres invertir 100 euros durante un año a un tipo de interés del 5%. Tu capital aumenta al cabo de un año debido a los intereses de 5 euros. Después del 1.º año: capital = 100 € x 1,05 = 105 Después del 2.º año: capital = 105 € x 1,05 = 110,25 €. En el segundo año puedes ver que no solo el capital de 100 € aumentó también los intereses de 5 € del primer año. El interés de 25 centavos después del segundo año es el primer interés compuesto: Interés compuesto = 5 € x 1,05 = 5,25 €. Para seguir beneficiándote del efecto de interés compuesto, tienes que reinvertir el interés de 10,25 €. Si haces esto durante un total de diez años, tu capital crecerá. Después del décimo año: capital = 100 € x 1.05 ^ 10 = 163 €.