Un destino de nieve para Semana Santa: las pistas de Baqueira Beret
La estación de esquí más importante del sur de Europa, accesible a través del túnel de Viella y el puerto de la Bonaigua, la componen cuatro extensas zonas: Beret, Baqueira, Baciver y Bonaigua, en los valles de Arán y de Aneo. Con una capacidad de transporte de 61.399 esquiadores por hora, Baqueira Beret dispone de una amplia área de 2.273 hectáreas, con 111 pistas que suman 167 kilómetros. Cinco verdes (muy fácil), 43 azules (fácil), 46 rojas (difícil) y 17 negras (muy difícil). Un lujo para los aficionados a este deporte de invierno que, además, disponen de un circuito de siete kilómetros para esquí nórdico y una gran zona para debutantes. Madrileños, vascos, catalanes y valencianos, por este orden, son sus principales clientes. «Baqueira tiene músculo como demuestra la fuerte inversión que hemos realizado tras un año sin una temporada normal como consecuencia de la pandemia. De ahí nuestro eslogan, ‘Más Baqueira que nunca'», señala entusiasmado su director de Marketing, Pep Albors, que, tras el cierre decretado el año pasado señala que «han salido adelante». La estación de esquí leridana quiere recuperar el tiempo perdido y no ha escatimado recursos para conseguirlo. Con una inversión que supera los siete millones de euros, la empresa presenta mejoras y novedades con las que quiere hacer realidad su objetivo: «Recuperar el espíritu de Baquera Beret y tener una temporada espectacular», declara Albors, a pesar del elevado gasto que supone el actual precio de la electricidad. Sostenibilidad y autosuficiencia Pero la sostenibilidad y la autosuficiencia forman parte de la vida de la estación que, a lo largo de los años, ha ido implementando medidas para reducir el consumo energético, racionalizar la gestión de residuos y el reciclaje y preservar el impacto ambiental. La optimización en la producción de nieve artificial es una de ellas, así como las mejoras de aislamiento en restaurantes y en iluminación eficiente. Un buen ejemplo de ello es el histórico hotel Montarto, a pie de pistas, establecimiento que en las navidades de 1986 sufrió un atentado de ETA. Allí se hospedaban los escoltas de la familia real, que tenía su residencia a menos de 500 metros. Baqueira Beret también es más online que nunca. Empezando por la mejora de su aplicación y los dos soportes para la recarga de forfaits: el baqueirapass y baqueiraticket. «El objetivo es minimizar la afluencia de esquiadores en los puntos de información. De forma presencial solo se podrán adquirir algunos forfaits con tarifas especiales como senior, baby, paseo, tarde y debutante», apunta Albors. Este invierno la estación cuenta con un nuevo telesilla desembragable de seis plazas (al inicio y final del recorrido el cable se separa de las sillas, disminuye la velocidad y permite a los esquiadores subir o bajar con más comodidad) que modifica la zona de debutantes de Beret y la conexión con el telesilla de Dossau. Tiene una capacidad de 2.400 personas por hora. Competiciones También en la zona de Beret, una de las más tranquilas de la estación, se ha puesto un telesquí (una sola persona)y la zona de debutantes ha sido acotada como en Baqueira. Tiene una capacidad de 650 esquiadores por hora. La cota de salida está en 1.838 metros y la de llegada a 1.881, cubre un desnivel de 43 metros con una longitud de 337 metros, con pendiente media del 12,8 %. En Beret se celebran las competiciones más importantes de la estación como la Marxa Beret, y la copa del mundo FIS de Snowboardcross. Otro aspecto destacable son los SnowCamp, cuatro parques infantiles que la estación tiene distribuidos en diferentes zonas, donde se acoge a los niños desde los seis meses y se dan clases de esquí desde los cuatro años. La escuela más antigua de Baqueira Beret Era Escòla es la más antigua de las 25 escuelas de esquí de Baqueira Beret. Nació al mismo tiempo que la estación, en 1964, y empezó con cinco profesores araneses, algunos de los cuales habían sido olímpicos, como su cofundador Felipe Moga, que enseñó a esquiar al rey emérito Juan Carlos I. Moga es propietario del Museo Eth Corrau, en el bello municipio de Bagergue, situado a 1.419 metros de altura. Se trata de un antiguo corral rústico que expone 2.500 piezas de la cultura, tradiciones y artesanía del Valle de Arán, muchas de ellas con varios siglos de historia. Fernando Prieto es un logroñés que llegó a Baqueira a principios de los 90 de vacaciones. Tanto le gustó que decidió abandonar su trabajo en el mundo financiero y establecerse en el Valle de Arán. Hoy es uno de sus profesores más demandados de snowboard. Una actividad que le apasiona y transmite a sus alumnos. «Es mi profesión. Para mí, un auténtico lujo poder hacer lo que quiero y disfrutar de estos paisajes. Baqueira es una maravilla». Prieto tiene, además, un espacio en Radio Arán, donde conversa con los invitados que llegan a la estación y habla de gastronomía, vino y turismo. «La zona ofrece muchas cosas buenas y bonitas además del esquí», destaca, recomendando una excursión nocturna en motos de nieve a Montgarri, a 12 kilómetros de Baqueira Beret. El refugio de José Antonio Abadía, Casa Vall, ofrece esta opción con cena preparada a la brasa por 115 euros. En Montgarri, un pueblo abandonado en la década de los 60, también se puede visitar lo que queda de él; el santuario, fundado en el siglo XII y que a lo largo de su historia ha sido hospital de montaña, refugio de viajeros y de fugitivos durante las guerras que afectaron a los dos lados de la frontera. El conjunto está integrado por la iglesia, la rectoría y varios edificios anexos que actualmente acogen el refugio de Montgarri, que dispone de 35 plazas individuales para dormir, además de varias colectivas. Aquí, se puede llegar hasta con un trineo de perros. Dónde alojarse en Baqueira Beret La capital del Valle, Viella, ofrece numerosas opciones para hospedarse y comer. El antiguo parador reformado es una de ellas. Fue inaugurado en 1966. Un año después abrió sus puertas el de Arties, joya de la arquitectura aranesa del siglo XVI, conocido como la casa de Gaspar de Portolà, descubridor de California. Era la casa solariega de la familia. También se puede visitar la torre y la capilla privada. El conjunto está declarado Bien Nacional de Interés Cultural. El hotel Albares en el corazón de Viella, una casa tradicional aranesa, con un patio interior que separa la antigua casa de la cuadra, es un buen alojamiento familiar y económico. Otro hotel acogedor y con buenos precios es El Ciervo, en el casco antiguo, que cuenta con 20 habitaciones. En Salardú, el tranquilo Hotel Mauberme, con diez habitaciones y una suite, es un referente del Valle. Creado en 2003, a partir de la reforma de una casa de montaña, es ideal para relajarse y disfrutar de hermosas vistas desde su terraza. Los admiradores de Leo Messi se pueden dejar caer por el establecimiento de su propiedad, el MiM Baqueira, de 141 habitaciones. Otras propuestas son Casa Irene, en Arties, o el Eira Ski Lodge, en Tanau, a una altura de 1.700 metros. El albergue, de cuatro estrellas, consta de cuatro habitaciones dobles y cuatro dúplex. Con una capacidad de 16 personas. Dónde comer en Baqueira Beret La gastronomía de la estación de Baqueira es muy variada. En el restaurante Cinco Jotas, a 1.800 metros de altitud, se puede comer el mejor jamón y productos de bellota de Jabugo. La cola es larga pero fluida para conseguir mesa y disfrutar de la carne a la parrilla. El Grupo Osborne se encarga de este espacio gastronómico. La estación dispone de 24 establecimientos de restauración. Cinco de ellos temáticos como el Möet Winter Lounge en Orri, el restaurant Pla de Beret, en Beret y la Borda Lobat by Ron Barceló, en Baqueira a 1.500 metros de altitud. El restaurante Lits, su nombre significa el polvo que levanta una avalancha en descenso, es la nueva propuesta de la familia Urtau, con una gran tradición hostelera desde que en 1963 fundaran la primera taberna en Arties. Hoy en día cuentan con varias por todo el valle. Su especialidad, los pinchos. Mención especial merece Devinsvielha, un pequeño bar vinoteca con encanto con vistas al río Nere. Y la quesería más alta de los Pirineos, Era Hormatgeria, en Bagergue, junto al restaurante Casa Rosa, que pertenece a la misma familia.
Conversaciones en Alcatí: Las cinco claves del éxito de Dolores Cortés
El Club Deportivo Empresarial Alcatí, que impulsa Economía 3, ha contado con una invitada de lujo: Dolores Font Cortés, directora creativa y gerente de la empresa Dolores Cortés. Este espacio, ubicado en la Albufera, es el lugar ideal para dar rienda suelta al networking empresarial. De hecho, sus valores se corresponden plenamente con los de empresarios y emprendedores: trabajo en equipo, competitividad, innovación y mejora continua, entre otros. La firma, líder en España en moda de baño, lleva el nombre de su madre que, en 1953, antes de la aparición de las fibras elásticas, creó el primer traje de baño en una pequeña mercería de Vila-real (Castellón). La compañía valenciana cuenta con más de un centenar de tiendas propias y sus colecciones están presentes en casi todo el mundo. Una empresa familiar de tercera generación que cada año, desde 2007, desfila en la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid. En este vídeo, Dolores Font nos desvela cuáles son las cinco claves del éxito de su compañía. También, su hijo, Óscar Colomer, que ha tomado las riendas como CEO, nos habla del futuro y los nuevos retos de la empresa. Dolores Cortés en la actualidad – ¿En qué momento se encuentra la firma? A pesar de las circunstancias, siempre estamos en crecimiento. Nos lo proponemos, lo buscamos. Y lo hacemos en varios aspectos: aumentando e incorporando nuestras colecciones, nuestros productos, tratando de estar como siempre al día, innovando y creando, pero con una atención obsesiva por la calidad del producto. Por su larga vida. No queremos productos bluf. Nuestro prestigio, el valor de la empresa está basado en la confección de un excelente producto en todos los sentidos. No nos gusta la mera propaganda. Nuestros bañadores nunca pasan de moda y nuestras clientas los mantienen durante varias temporadas. Para mí es la mayor satisfacción. Por lo demás, nuestro objetivo es seguir aumentando clientes, producción y seguir abriendo tiendas propias, además de las franquicias. – ¿La compañía controla todo el proceso? Por supuesto. Es básico. Todo se desarrolla en nuestros talleres de Vila-real, en el centro de la ciudad, donde la mayoría de la plantilla son mujeres de la localidad. Todos nos conocemos. La mayoría lleva con nosotros mucho tiempo. El «horroroso» verano de 2020 – ¿De qué forma ha afectado la pandemia a la empresa? El verano de 2020 fue horroroso. En marzo tuvimos que cerrar con toda la producción en marcha que previamente habíamos vendido. Si mandábamos las prendas a nuestros clientes multimarca, nos las devolvían. En nuestras tiendas, incluidos nuestros espacios en El Corte Inglés, pasaba igual. Ese año perdimos mucho dinero. Lo que pasa es que Dolores Cortés es una empresa saneada y tradicional. Eso nos ha permitido superar esta crisis sin arruinarnos. Vila-real es un pueblo, una ciudad, como nos gusta decir a nosotros, que ha sido agrícola de siempre, aunque ahora sea industrial. Mi abuelo siempre decía que los beneficios de la cosecha anual no se debían gastar ese año. Yo le decía que al siguiente. Y él me respondía que como poco al siguiente. Siempre tienes que disponer de remanente. Así me han educado. – ¿Cómo afrontan ahora los proyectos? No nos gusta asumir riesgos excesivos. Ni ahora ni antes. Procuramos ir creciendo y mirando adelante, valorando o intentando valorar los riesgos, por supuesto. Como decía mi madre, esto es como una bicicleta, o pedaleas o te caes. Tienes que avanzar, pero calculando mucho los pasos. En este aspecto, el financiero, se puede decir que somos muy conservadores. En todo lo demás no. Y gracias a que hemos hecho siempre los deberes hemos superado la grave crisis que ha provocado la pandemia. El año 2021 ha ido mejor. La gente tenía ganas de salir y la empresa se ha recuperado bastante. Hay que tener en cuenta que llevábamos la rémora del producto del año anterior que no salió. La situación era muy clara: entregar el material y que no te pagarán o dejarlo en nuestros talleres. Sí que intentamos ayudar en la medida de lo posible a nuestros clientes alargando el pago a los que no devolvieron el producto. Casi 70 años de referencia en moda de baño – Dolores Cortés es referente en la moda baño española ¿Es difícil mantenerse? ¡En moda es todo difícil! Lo que pasa es que somos muy trabajadoras. Para mí es fundamental hacer las cosas lo mejor posible. Siempre les digo a todas mis chicas y chicos que la perfección no existe, pero hay que acercarse al máximo. En diseño, patronaje, confección y producción, en la venta y la logística. Hay que optimizar todos los aspectos. «La creatividad, la innovación y un buen producto son factores básicos para tener éxito, pero sin una buena gestión detrás no hay nada que hacer» Y la empresa Dolores Cortés juega con ventaja frente a otros creadores. Tengo a mis ingenieros, es decir, mi marido y mi hijo (ambos ingenieros de caminos), que se ocupan de realizar una gestión racional de la empresa. La creatividad, la innovación y un buen producto son factores básicos para tener éxito, pero sin una buena gestión detrás no hay nada que hacer. Me llena de satisfacción cuando una clienta me dice que está encantada con su bañador, de cómo le sienta, porque sé que repetirá. La fidelidad también es una parte fundamental del éxito de Dolores Cortés desde sus inicios. Nuestras prendas son duraderas. Tienen mucha calidad. No son de usar y tirar. La sostenibilidad, quizás sin pretenderlo, ha sido una constante de la firma todos estos años. **Puedes leer la entrevista completa a Dolores Cortés Font en la edición de marzo 2022 de nuestra revista**
Joan Lerma: “Nadie, cuando está en el Gobierno, protesta por la financiación”
Aquel año, 1991, ETA mataba a tiros en su despacho de València a un directivo de la empresa Ferrovial y, unos meses más tarde, a tres personas con un coche bomba en Mutxamel (Alicante). La Guerra del Golfo tocaba a su fin y empezaba la de los Balcanes. España era la anfitriona de la Conferencia de Paz de Madrid. Joan Lerma Blasco (València, 1951) tenía 28 años cuando fue elegido secretario general del PSPV-PSOE, cargo que ocupó durante 18 años, hasta 1997. El exministro de Administraciones Públicas en el último Gobierno de Felipe González, nombrado senador tras perder su partido las elecciones en 1996, rememora en esta entrevista aquella etapa y comparte su experta visión sobre la política y la economía de nuestros días. No te pierdas el vídeo de la entrevista a Joan Lerma en el siguiente enlace. Hace 30 años… – ¿Cómo fue la legislatura en la que nace Economía 3? ¿Cuál fue el principal escollo? Prácticamente empezábamos. Las elecciones fueron en mayo y el Gobierno tardó un par de meses en constituirse, y en noviembre llega Economía 3. Eran unas circunstancias complicadas. Ya se atisbaba una mala situación económica, aunque las Olimpiadas (de Barcelona) y la Expo (de Sevilla) taparon un poco una crisis que empezábamos a notar. Siempre hablamos de inversiones, infraestructuras, carreteras, factores necesarios para impulsar la competitividad, pero uno de los temas fundamentales entonces, y ahora, aunque en esa etapa de manera más acentuada, fue la adaptación al sistema monetario europeo. Nos dificultó mucho la vida porque la peseta estaba muy fuerte en el tipo de cambio. Nosotros hemos sido siempre una economía exportadora, pero con costes muy ajustados. Perdíamos capacidad y competitividad. Empezamos a pasarlo mal en el 91. Joan Lerma, durante la entrevista con Elisa Valero, directora general de Economía 3 La Guerra de los Balcanes – Ese año empezó la Guerra de los Balcanes. Una experiencia europea que hacía muchos años que no ocurría. Una guerra muy cercana, producto de la descomposición del bloque del este, que puso de relieve todo lo que eran los viejos recelos de la antigua Yugoslavia. Todavía estamos pendientes de lo que acabe pasando con Kosovo. Era una desorientación absoluta. La caída del muro de Berlín y la reunificación de Alemania, la desintegración de la Unión Soviética. Europa estaba en un cambio de ciclo muy fuerte y las incertidumbres eran muy grandes. Nosotros estábamos con las alegrías propias de lo que se nos venía encima. La imagen de España era muy positiva. Habíamos hecho una transición pacífica. Y habíamos pasado de ser un país en vías de desarrollo a un país desarrollado, en algunas zonas antes que en otras. Nos estábamos adaptando, pero todas las incertidumbres que provocaba la situación de entonces, hacía que nuestro futuro fuera un poco más complicado e incierto. El Estatuto de Autonomía – Usted fue el último presidente del periodo preautonómico, en el año 82, y el primer presidente elegido democráticamente. Estaba todo por hacer. Pero existía lo fundamental, que era la ilusión de la gente. A partir de ahí, había que construirlo todo. Para empezar, la Administración local se acababa de democratizar. Las primeras elecciones fueron en el 79 y los ayuntamientos estaban absolutamente faltos de dotación económica. Todo empezó a cambiar rápidamente, pero no lo suficiente para afrontar los problemas que teníamos. En el caso de la Administración preautonómica: sin competencias y sin capacidad real de actuar, acabó el año en que aprobamos el Estatuto. – Con muchas dificultades. Nunca para nosotros ha sido nada fácil. Y, ciertamente, con todas las dificultades del mundo y tirones que todavía perduran, acabamos consensuando el Estatuto. Estábamos en una democracia multipartidista antes de las elecciones. La democracia aclaró el panorama político y muchas opciones se deshincharon. Y pasamos a ser, diría yo, una democracia bipartidista imperfecta. «Hay que dar más corresponsabilidad fiscal a las comunidades autónomas» – Pero lograron pactar el Estatuto. Para nosotros el Estatuto formaba parte de la reivindicación democrática. Para otros, decir siempre que todo era insuficiente, era lo habitual. Después de pactar el Estatuto y ser muy criticados, nos votó más del 50 % de los valencianos. Eso debería haber hecho que otros reflexionaran sobre la posición que habían mantenido. Ahora, curiosamente, hay partidos políticos que siguen planteando las mismas posiciones que a principios de los años 80 y diciendo que tenían razón. Es evidente que no fue así. – La Constitución no contemplaba la autonomía valenciana. La Constitución dejó fijados los criterios en función de los cuales se podía acceder a la autonomía, pero no dibujaba el Estado de las Autonomías como lo conocemos hoy. Hablaba de resolver la situación provisional del País Vasco, Cataluña y Galicia y el resto tenía otra vía posible, el articulo 143, que no contemplaba la creación de parlamentos autonómicos. Eso fue lo que luego se ha denominado una mutación constitucional. Todos interpretamos que las autonomías que accedieran por el 143 también podían tener parlamentos que controlaran la acción del Gobierno y legislaran. En nuestro caso, los duros enfrentamientos se produjeron porque UCD y Alianza Popular estaban siempre discutiendo de símbolos y nosotros de contenidos. Las competencias eran nuestra prioridad. A la derecha no le preocupaban y por eso buscaba la crispación. La derecha aspiraba a romper el Partido Socialista. Quería desencantar al electorado con el objetivo de recuperar su hegemonía. Fue el pretexto para intentar recuperar una mayoría que la sociedad valenciana no le daba. «La autonomía posibilitó poner en marcha muchos proyectos» – Otro sector político criticó que su partido transigiera con algunos temas. Por ejemplo, aceptar Comunitat Valenciana en vez de País Valencià. Optamos por un Estatuto con las competencias máximas del 151, que para legalizar hubo que hacer una ley orgánica de transferencias. En cualquier caso, nosotros ganamos las competencias, aunque desde el punto de vista simbólico, lo pactamos. – ¿Se siente satisfecho de aquellas decisiones, a pesar de la críticas? Totalmente. Y aún sigo recibiéndolas. Hay partidos que fundamentan su diferencia en eso. Pero, la autonomía posibilitó poner en marcha muchos proyectos, como el metro, que entonces no existía. Mucha gente no lo recordará, pero la autovía de Torrent, que nunca abordó el Gobierno central, la Generalitat la hizo en muy poco tiempo. En Castellón había un colegio universitario un poco siniestro y abandonado. Hoy la Universitat Jaume I es un centro de primer rango, y tantas otras cosas que puedo referir en Alicante. En cuanto a la industria, el Impiva se creó con el objetivo de mejorar nuestra productividad, fomentando la investigación. Los institutos tecnológicos, creados por el Consell, en los que los empresarios colaboraron activamente, también se encargaron de difundir la tecnología en las empresas y hacerlas más competitivas. Mire, yo he sufrido mucho estos años que no hemos estado gobernando, viendo y sabiendo que, siendo punteros en tecnología, investigación y diseño, eso durante 20 años se murió. Pasamos a ser prioritarios en turismo y en la construcción. Nosotros necesitamos más peso industrial. Todo lo que avanzamos en ese sentido se perdió cuando gobernó la derecha, pero, afortunadamente lo estamos volviendo a recuperar. «El Ministerio de Economía estaba más pendiente del aspecto financiero que de la economía real» – ¿Considera que el Gobierno central le falló en algún momento? Sí. Fue en un momento en el que España estaba muy centrada en recuperar la credibilidad y la confianza de la economía española. Nosotros teníamos una industria muy sólida. A medida que la peseta era más cara por la entrada de capitales externos perdíamos capacidad de competir. Al final, las zonas más competitivas del país fueron las que menos financiación recibieron. Necesitábamos un buen marco regulatorio, más que dinero para que nuestras empresas funcionaran y fueran capaces de vender. No logramos que nos comprendieran. Entonces el Ministerio de Economía estaba más pendiente del aspecto financiero que de la economía real. La vida después de la pandemia – ¿Hemos aprendido de la pandemia? Hemos sacado una consecuencia muy clara: no podemos perder inversiones estratégicas que hagan que Europa pueda valerse por sí misma. En estos momentos, no entiendo la paralización de empresas automovilísticas porque carecen de elementos que nosotros hemos dejado de producir, impidiendo que ahora estemos creciendo espectacularmente. Los problemas actuales van a acabar con muchas empresas y la recuperación explosiva que se esperaba. También hemos aprendido a ofrecer respuestas correctas, sin la austeridad expansiva que se aplicó durante la crisis de 2008 y que acabó con el sistema de partidos europeo que sustentó el crecimiento y la estabilidad de Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Como dice un constitucionalista español, hemos pasado del bipartidismo imperfecto a la perfecta ingobernabilidad. Hemos destrozado la credibilidad del sistema de partidos que sostenía la democracia en toda Europa, promoviendo el ascenso de los populismos. – ¿Europa ha respondido bien ahora? Se ha aplicado una política diferente, pensada para recuperar la economía, evitar sufrimiento y hacer posible que la democracia sea sólida para todos. Ha demostrado, cada país con sus diferencias nacionales, unidad. Todos hemos logrado disponer de vacunas. España es un ejemplo. Europa es nuestro proyecto. La etapa como presidente de la Generalitat – ¿De qué está más satisfecho de su etapa al frente de la Generalitat? De garantizar la convivencia durante todos estos años. A partir de ahí, todo se puede planificar y discutir. Luego, es evidente que, desde la capacidad de sufragarnos buenos servicios, hemos avanzado, aunque se ha producido un cierto frenazo en el crecimiento porque no hemos sabido priorizar lo que ahora tenemos más claro: que la educación, la investigación, la sanidad y el Estado, como factor fundamental de dinamización, es muy importante. Pero no sabes lo que es una crisis hasta que no te cae encima. Me siento satisfecho de que seamos capaces de pensar en un futuro a medio y largo plazo, si somos capaces de contar con todos, seguro que las cosas salen mejor. Y el papel de la mujer en la sociedad es fundamental para alcanzar ese futuro. Contar solo con la mitad de población, y, a veces, los menos imaginativos, es fatal. «El papel de la mujer en la sociedad es fundamental» – ¿Tenemos competencias y financiación suficiente? Tenemos competencias suficientes para tener una actuación muy plena. Siempre hay aspectos a discutir, pero lo importante es la capacidad de financiación. Personalmente, creo que hay que dar más corresponsabilidad fiscal a las comunidades autónomas, aunque hay la tendencia a unificar. Cuanta más autonomía fiscal, mejor, siendo posible a su vez tener un cierto nivel de coordinación. El sistema actual de financiación necesita una revisión. Nadie, cuando está en el gobierno, protesta. De cualquier manera, me parece más importante disponer de un marco regulatorio seguro con el que sepas cómo te puedes desarrollar. – ¿Para cuándo la reforma del Senado? La reforma del Senado requiere una reforma Constitucional y el PP no quiere. Se abrió una ventana de oportunidad en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, pero el PP dijo que no. Tendríamos que debatir las reformas antes que en el Congreso. Algo que ahora no podemos hacer. Se conocería antes la opinión de las autonomías. Sería más eficaz. «Ximo Puig se ha arremangado desde el principio» – ¿Cómo ve la dirección de Ximo Puig en la Generalitat? Nuestro presidente se ha arremangado desde el principio. Creo que ha salido todo muy bien dentro de la dificultad. Hemos tenido suerte, porque se ha puesto al frente. Nos ha salido muy bien comparativamente. Respecto al Gobierno, es complicado, pero Puig es una persona que escucha mucho. Era y es la persona adecuada para llevar adelante una primera experiencia que no teníamos de Gobierno de coalición. En nuestro caso, además, partíamos de una situación difícil. No solo sustituíamos a un gobierno de otro signo político, sustituíamos a un gobierno que había caído por corrupción, que iba muy directamente contra la credibilidad de las instituciones. El Gobierno valenciano ha logrado levantar la hipoteca reputacional que estaba seriamente dañada.
El paraíso de los cítricos: un museo al aire libre con más de 400 variedades
El director artístico de Hangar Bicocca en Milán (Fundación Pirelli), asesor de Bombas Gens, de Inelcom Arte Contemporáneo y presidente de la comisión de artes plásticas de la Fundación Botín, habla con pasión sobre su huerto, íntimamente ligado a sus raíces familiares. El campo, las tierras de Palmera. De sus padres, de sus abuelos y tatarabuelos. Es un sueño que nada tiene que ver con el arte contemporáneo. Vicent Todolí ha creado una hermosa colección de cítricos que cada temporada muestra al público para que disfrute de su belleza, fragancia y sabor. El espacio, único en el mundo, ha ido creciendo hasta las cinco hectáreas actuales y se encuentra en Palmera, en la comarca de La Safor, a 62 kilómetros de València. Se trata de la casa familiar del historiador, cuyos campos de tierra adyacentes iban a ser pasto de la construcción de adosados. En 2012 cuando dirigía el Museo de Arte Contemporáneo de Serralves, en Oporto, evitó el desastre y creó el huerto y la Fundació Todolí Citrus. Su amigo Ferrán Adrià, que colabora y participa en el proyecto, le animó tras descubrir en un viaje a Perpiñán una colección privada de cítricos en macetas. No lo dudó. Imitando a Cosme de Medici, se lanzó a la aventura. Hoy conoce la historia y el nombre de cada una de las variedades de su intenso vergel, en el que los cítricos conviven con algunas granadas e higueras. La investigación de los cítricos Los proyectos que emprende Todolí tienen siempre como referente la defensa ambiental. En este caso, habló con el Ayuntamiento y la Generalitat para paralizar el plan urbanístico previsto a cambio de recuperar los terrenos agrícolas. Ya lo hizo en los 90 en la Vall de Gallinera, cuando restauró una finca quemada y abandonada. En la montaña alicantina, a 650 metros de altitud, produce el galardonado aceite Tot Olí, que comparte con amigos y visitantes, y cultiva almendros, cerezos. Además de palmeras. Tiene 17 variedades. “Este es mi tercer proyecto, pero todos tienen que ver con la diversidad y defensa del paisaje”, explica a Economía 3. “El objetivo ahora es la investigación de los cítricos y su aplicación en múltiples disciplinas: gastronómica, botánica y etnológica. Y para ello colaboramos con otras instituciones, como la universidad de Farmacia para investigar las propiedades medicinales de los cítricos, que son muchas”, subraya. Vicent Todolí: “Lo que diferencia esta colección y la hace única en el mundo es que los cítricos están en tierra y no en macetas. Es un espacio sensorial« “Lo que diferencia está colección y la hace única en el mundo es que los cítricos están en tierra y no en macetas. Es un espacio sensorial. Aquí hay estanques, ahora verás los colom peter [raza de paloma típica de las alquerías valencianas] que hay detrás. Hay diversos mundos concentrados. Es un museo al aire libre donde puedes recorrer y conocer su historia y su cultura. También es una forma de arte”, cuenta el exdirector artístico del IVAM. Una tradición familiar “Todo esto ha formado parte de mi paisaje y de la cultura de mi familia desde siempre. Mi abuelo y mi padre eran especialistas en citricultura. Soy la quinta generación. Ellos controlaban todo el proceso. Plantaban semillas de naranjo amargo y cuando crecían injertaban o la vendían tal cual. El siguiente paso era podar. Cubrían todos los pasos”, agrega Todolí entusiasmado mientras recorremos el huerto que entre diciembre y enero dará los primeros frutos maduros. Por esa razón, la mejor época para visitarlo empieza el 29 de octubre y acaba en abril, cuando termina la floración. Todos los viernes y sábados, el huerto de Bartolí recibe a grupos reducidos de 12 a 15 personas. La experiencia cuenta con el atractivo añadido de saborear e incluso adquirir mermeladas elaboradas con los frutos del jardín. La empresa valenciana Tarongina, con sede en Piles, se encarga de producir exquisitas compotas, libres de pesticidas y ceras, de limón imperial, Yuzu, shikwasa, de Chinttos, Pummelo, etc. Todolí también colabora gastronómicamente con el chef Manuel Alonso, de la playa de Daimús, y con los chocolateros de Russafa, Juana Rojas y Paco Llopis, que están al frente de la firma Utopick. «Hay más interés fuera que dentro« “Mira la diferencia que existe”, señala satisfecho, “entre tener árboles o tener pisos”. Todolí empezó a investigar cuando adquirió los terrenos. “Me empapé de todo porque no sabía nada. Y todavía estoy aprendiendo. Por eso tenemos un director técnico en la fundación, que es el que se encarga de coordinar los convenios con las instituciones de investigación. Con el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) tenemos un proyecto en marcha para estudiar familiares de los cítricos como la severinia y el zapote. Más o menos tendremos una colección de 30 parientes”, avanza. En la actualidad el proyecto depende financieramente de Todolí. Pero, como indica, para que sea sostenible en un futuro, necesitará de nuevas aportaciones o patrocinadores. Ahora se autofinancia con las visitas, las mermeladas y vendiendo los excedentes a algunos restaurantes. En navidades mandan cajas a los trabajadores de los arquitectos suizos que ampliaron la Tate, Herzog & de Meuron. “A Venecia y Viena enviamos cada año un palé. En Londres, los organizadores de la feria de arte Frieze Art Fair y de la revista han montado un restaurante con tienda y quieren vender cítricos. La verdad es que hay más interés fuera, como siempre, que dentro”, destaca Todolí. “Cuando yo era estudiante en València no había zumo de naranja, algo increíble. Y ahora solo puedes comprar cítricos de supermercado, es decir, naranjas, limones y pomelos, nada más. Nadie ha mostrado interés, cuando aquí crecen de forma natural. El país que más cuida los cítricos es Japón y después Italia”, comenta. «La tierra siempre te recompensa« “Todo el mundo me dice que tendré que hacer un plan para que el proyecto sea sostenible en el tiempo. Pero, a mí los números me dan dolor de cabeza. Soy hombre de ideas y de cultura. Soy un pésimo mánager, incapaz de interpretar los números”, agrega Todolí, que tiene en marcha más de 20 proyectos de arte y que no para de viajar. Justo lo que más le molesta de su trabajo por el coste físico que le supone. Por eso, el museo de cítricos es su paraíso, donde ha permanecido durante el confinamiento. “La tierra siempre te recompensa. Si tú la quieres a ella, ella te quiere a ti”, declara satisfecho. El espacio citrícola liderado por el Todolí cuenta con otro gran aliciente, el laboratorio de investigación gastronómica Bartolí Lab, diseñado por su amigo, el arquitecto Carlos Salazar. Premiado con el Golden Novum Design 2021. Una antigua casa de labranza que se ha convertido en un bello, ligero y flexible edificio adaptado al entorno. Cuenta con una espaciosa cocina que al mismo tiempo sirve de centro creativo. Ferrán Adrià y Salazar trabajaron juntos para desarrollar un proyecto “dinámico y transformable”. El espacio cuenta con el laboratorio de investigación gastronómica Bartolí Lab diseñado por salazar “Teníamos que pensar en las necesidades y la época en que más se iba a usar. Cada vez fuimos simplificando hacia un tipo de cocina con mesas con ruedas, convertibles para comer o trabajar”, apunta Salazar que también creó hace tres años varios espacios de la Ciudad Internacional de la Gastronomía de Lyon. “Soy un enamorado de la gastronomía, es nuestro paisaje. Tiene muchas implicaciones sociales y económicas, y trabajar con Adrià fue un aprendizaje. València debería recuperar el paisaje de la huerta con sus productos naturales, eso en Europa se paga muy caro, es decir, que incluso como explotación también podría servir”, resalta el autor de ‘Lo que oculta el arquitecto’. Bartolí Lab, un laboratorio de cítricos El laboratorio cuenta con unos grandes voladizos que suavizan el ambiente interior y crean un porche en un lateral, junto al huerto, donde se realizan comidas. “Es una arquitectura del siglo XXI que se integra perfectamente sin tener que recurrir a modelos trasnochados e imitadores de la tradición. Dialoga con el exterior. Su interior es una piel tecnológica. El inmueble, realizado en acero y madera sin tratar, es como un cítrico, tiene una corteza, la que ves. Después tiene un interior que tienes que descubrir”, señala Salazar. “El edifico tiene conexiones con la biografía propia del lugar, y mentales, con otros sitios, con otros entornos, quizá. Es un proyecto que reúne conservación del paisaje, investigación, cultura, arte, engloba muchísimas cosas, para mí tiene un valor cultural enorme lo que se está haciendo”, concluye Salazar. Les recomiendo la visita. La disfrutarán. Y las mermeladas están exquisitas.
Golf en la Comunitat Valenciana: una opción deportiva de riesgo cero en pandemia
La práctica del golf cuenta cada día con más aficionados en la Comunitat Valenciana, que dispone de más de una treintena de campos. Varios de ellos considerados entre los mejores del mundo. Espacios sostenibles que, en su mayor parte, usan agua depurada para el riego, cumpliendo así con la legislación valenciana: “En ningún caso se detraerán caudales destinados al consumo humano o uso agrícola que no hayan sido liberados de dicho uso”. La ley autonómica de 2006 también exige la declaración de impacto ambiental favorable para la construcción de estos espacios deportivos, que, además, están obligados a conectar con los corredores verdes del entorno. “Garantizando que la actividad que en ellos se desarrolle no afecte a los distintos flujos ambientales que entre ellos se produzcan. Con el máximo respeto al paisaje, la fauna y la flora autóctonas”. Un buen ejemplo de esa armonía se puede contemplar y disfrutar en el Parador de El Saler, en pleno Parque Natural de l’Albufera, a 18 kilómetros de València. El Saler Se trata de un ancho campo de hierba natural de 18 hoyos con un recorrido que supera los 6.000 metros. Construido por Javier Arana, –dicen que fue su obra maestra–, e inaugurado en 1968, ha batido este año todos los récords, a pesar de la pandemia. “Es el mejor de la historia con más de 190 salidas diarias. Y eso que el acceso sigue limitado por razones sanitarias”, afirma Francisco Contreras, al frente de las instalaciones desde hace más de 13 años. Y con un claro compromiso con el entorno y su biodiversidad. “Mi objetivo es que El Saler sea un referente de turismo sostenible y de calidad”, destaca desde una de las terrazas con vistas al green del hoyo 18 con el mar de fondo. Un enclave privilegiado cuyo hotel cuenta con 65 habitaciones. Arana adaptó el campo de golf a las dunas, los pinos y la playa. Apenas alteró el entorno. El Saler no es un campo sencillo. Su brisa marina, las calles anchas, los grandes greenes y un centenar de bunkers, muchos de ellos naturales, aprovechando las dunas, hace que resulte difícil cumplir su par 72. La marca del campo todavía la mantiene el alemán Bernhard Langer desde 1984, cuando en la cuarta jornada del Open de España lo dejó en 62 golpes. Los mejores jugadores internacionales han recorrido sus calles. Severiano Ballesteros, el genio del golf (dos Masters de Augusta y tres Open Británicos), que el pasado mes de mayo fue recordado por sus compañeros en el décimo aniversario de su muerte, era un gran admirador y defensor de El Saler. La prestigiosa revista norteamericana Golf Magazine ha seleccionado muchas veces El Saler como uno de los cien mejores campos de golf del mundo en su clasificación anual The 100 Greatest Courses in the World. Llegando a ocupar el número 60. Es la joya del golf en la Comunitat Valenciana, cuenta con 500 abonados, una escuela para niños, que imparte sus clases todos los sábados del curso escolar, y dispone de clases particulares de una hora para adultos por 35 euros. El Parador de El Saler también es el preferido por los futbolistas. El Arsenal (Londres) suele pasar largas temporadas entrenando en su campo de fútbol. Construido en 1982 con las mismas dimensiones que el Mestalla para que la selección española preparara el mundial que jugó en Valencia. “La cocina de José Alcarazo es otro de los alicientes que ofrecemos para jugadores y visitantes en general”, comenta el director del Parador de El Saler y de su campo de Golf, Francisco Contreras. La Sella Golf En Alicante, La Sella Golf, junto al Parque Natural del Montgó, es el único campo de la provincia con 27 hoyos. Su hotel Marriott de cinco estrellas está a 100 metros del hoyo 1. “La idea nace de un promotor local, Pepe Bañó, que decide dar un servicio nuevo a los residentes europeos que comienzan a fijarse en nuestra zona. Estamos a finales de los 80 y el deporte del golf todavía es un gran desconocido en nuestro país. Aunque ya empieza a sonar con fuerza gracias a la figura de Severiano Ballesteros. En ese momento, había una joven promesa, José María Olazábal, discípulo y amigo de Seve, que empezaba a despuntar. Bañó le encargó el diseño del campo”, señala su director, Carlos García. Durante la pandemia, el golf en todo el mundo ha experimentado un repunte importante. Tanto en licencias como en rondas de juego. “Es cierto que las zonas turísticas se han resentido ya que no se ha permitido viajar. Sin embargo, en las grandes ciudades de todo el mundo hay más jugadores que nunca. De hecho, por primera vez en muchos años en España, el número de licencias ha aumentado”, asegura García. La Sella Golf es un campo mixto con una gran actividad comercial en la venta de green-fees a visitantes residentes de la zona y turistas que proceden de diferentes lugares. Especialmente, del norte de Europa. “Desde su inauguración con tan solo 9 hoyos el campo ha crecido hasta los 27 actuales. Tras una reforma integral del campo, diseñada también por Olazábal, que concluirá este mes de octubre, después de cuatro años de trabajo, La Sella Golf habrá modernizado sus instalaciones para convertirse en un referente internacional en el mundo del golf”, avanza García a Economía 3. «Un deporte de riesgo cero» “La pandemia ha fortalecido la práctica del golf porque es un deporte de riesgo cero. Se realiza en espacios abiertos. Los grupos salen de cuatro en cuatro y con distancia. No existe contacto físico. Ha sido una etapa, tras el cierre del confinamiento, en la que la gente ha retomado esta actividad deportiva”, indica Ángel Llopes, secretario general de la Asociación de Campos de Golf de la Costa Blanca y Comunitat Valenciana (ACGCBCV). Se creó en 1992, siendo una de las más antiguas de España. Inicialmente, la formaban los primeros clubes ubicados en la provincia de Alicante. Hoy en día la componen 24 campos de golf, 42 alojamientos colaboradores y empresas turísticas. Llopes explica que el golf genera más de 9.300 puestos de trabajo; el 0,9 % del empleo en la provincia de Alicante y el 0,48 % en toda la autonomía. Y factura más de 745 millones de euros anuales; el 0,71 % del PIB de Alicante y el 0,37 % de toda la comunidad. Con más de 500.000 pernoctaciones al año en alojamientos. “Al jugador de golf, el 84 % es extranjero, le gusta moverse, jugar en varios campos. La media de estancia es de cinco noches en cuatro campos diferentes”, agrega Llopes. El informe de impacto económico elaborado por la Cámara de Comercio de Alicante, Turisme Comunitat Valenciana y la ACGCBCV, resalta, además, el alto poder adquisitivo de los turistas de golf. Gastan mucho más en el destino que los tradicionales. “Otro dato importante es su desestacionalización. Ya que las temporadas altas son en primavera y otoño sin tocar el verano”, destaca Llopes. “España es como Florida en Estados Unidos, y en la Comunitat Valenciana tenemos mejor clima”, concluye Llopes. Mediterráneo Golf A cinco kilómetros de Castellón y a 25 de su aeropuerto podemos encontrar el campo propiedad de otro grande del golf, el del campeón del Masters en 2017, el valenciano Sergio García. En Mediterráneo Golf trabajaban sus padres, Consuelo y Víctor, y es donde aprendió a jugar. Inaugurado en 1978 con diseño de Ramón Espinosa, está situado en la urbanización La Coma de Borriol. Tiene 18 hoyos de par 72, además de otras instalaciones de tenis, pádel, fútbol, gimnasio y zonas de spa. El Escorpión Otro campo con mucha solera, de 27 hoyos, es El Escorpión. Situado en la hermosa finca de la Masía de Torre en Conill, en Bétera. El diseño fue obra del prestigioso arquitecto americano, Ron Kirby. Cuenta con tres recorridos diferentes y un pitch & putt de 9 hoyos. La masía está rehabilitada y es una maravilla. El Club Escorpión abrió sus puertas a finales de 1976 con el Campeonato de España de Profesionales, en el que participaron Ballesteros, Piñero, Garrido, Cañizares y el resto de la ‘armada invencible’ del golf. El club se financia, casi exclusivamente, con las aportaciones de sus socios. Tiene piscina y otras instalaciones deportivas. Además, cuenta con una escuela para niños y jóvenes. El golf, deporte olímpico desde los Juegos de Río de Janeiro en 2016, ha dejado de verse como un deporte para minorías. Acceder a disfrutar de este deporte ya no es solo para ricos como se pensaba hace unos años. No hay más que ver las ofertas de materiales de golf que centros comerciales como Lidl o Carrefour han ofertado este año. Pero, si todavía no lo tienes claro, mejor prueba una clase, empieza con el pitch & putt, no hace falta estar federado y el equipo es más reducido, o alquila el material.
Vela latina: la embarcación que domina los vientos de La Albufera
Elegante, bella y eficaz. Son algunos de los adjetivos que emplean los usuarios de este tradicional tipo de navegación que se remonta a los griegos. En el Mediterráneo se consolidó durante la dominación árabe, hasta llegar a La Albufera. Es una embarcación de entre cinco y ocho metros de eslora, que debe el nombre a su peculiar vela triangular, antiguamente de algodón. Está dispuesta en una antena que cruza transversalmente el arbre (mástil) de quince centímetros de diámetro y más de cuatro metros de longitud, situado en el pont, una gruesa pieza de madera con forma curvada como un puente. Lo que diferencia un barco de vela latina que navega en mar abierto a uno que lo hace por el lago valenciano es su quilla, el fondo de su estructura. Las embarcaciones albuferenques, tradicionalmente construidas en madera de fresno, tienen la quilla plana y eso les facilita la navegación en aguas de poca profundidad. «Algunas con más de 100 años todavía navegan» “La que estás viendo es de carga, como las que se hacían antes. Navega con 30 centímetros de agua. Tiene mucha base plana que permite cargar tierra, arroz, paja, arena, grava. Todos los materiales que se sacaban del lago para trabajar. No había motores y lo mejor era ir a percha, empujándose con un palo y con una cuerda atada que se lanzaba por los márgenes de las acequias, y cuando se podía, que hacía viento, a vela. Y la mejor era la vela latina”, señala Batiste Granero, presidente de la Asociación de Vela Latina de Silla, constructor de la barca a la que hace referencia. La organización de Silla es la más antigua, se creó en 1988, de las que se han fundado en los últimos años con el objetivo de promocionar y dar a conocer el diseño autóctono de esta modalidad de embarcación. “Que al mismo tiempo cuida del parque natural”, resalta Granero mostrando orgulloso su artesanal barca. “Aquí hemos rescatado lo que mucha gente tenía guardado en su casa y en el puerto. Por eso tenemos un material tan auténtico y hemos podido realizar una tipología de las antiguas embarcaciones. Algunas con más de 100 años y que todavía navegan”, agrega uno de los fundadores de la Federación Valenciana Cultural de Vela Latina, que se constituyó en 2012. Patrimonio cultural valenciano El objetivo, formado por las asociaciones de Silla, Catarroja, Els Pescadors de Catarroja, el Palmar, Sollana, Alfafar y el Perellonet, era recuperar el patrimonio cultural valenciano de las embarcaciones y la navegación de vela latina en La Albufera. Y lo consiguieron. El 4 de noviembre de 2016 el Consell declaró de Bien de Interés Cultural Inmaterial (BIC) las actividades tradicionales de La Albufera de València: la pesca artesanal y la navegación de Vela Latina. La finalidad de la declaración proporcionó varias medidas de protección. Como realizar tareas de identificación, vista e investigación, estudio y documentación con criterios científicos; incorporar los testigos disponibles a apoyos materiales para garantizar la protección y preservación; velar por el normal desarrollo y pervivencia de esta manifestación cultural y tutelar la conservación de sus valores tradicionales y su transmisión a las generaciones futuras. La declaración BIC facilitó que, con criterios científicos, se consensuaran las tipologías de las embarcaciones tradicionales albuferenques. Además de sus elementos más característicos, permitiendo obtener un referente histórico del pasado que Vicente Blasco Ibáñez muestra a la perfección en Cañas y Barro y Flor de Mayo. “Las embarcaciones que navegan por La Albufera apenas han variado. Afortunadamente, el Ayuntamiento ha ido restringiendo la normativa del uso del lago y en la actualidad solo las barcas albuferenques pueden hacerlo. Tienen que ser de madera y con la fisonomía clásica valenciana. Ahora hay matriculadas 1.100 barcas”, destaca Granero. Más de 20 años navegando por La Albufera Rafael Noguera, exjefe de cardiología del Hospital General Universitario de València, navega en vela latina desde hace más de 20 años. En la actualidad, recorre los parajes del parque natural con su centenaria barca rehabilitada, Illa de l’Estell. “Cuando empecé en la navegación a vela en La Albufera formamos el Club Asociación de Vela Latina Valenciana El Palmar. Rehabilité un albuferenc gamber y me lancé a navegar”, comenta. “Dado mi espíritu innovador diseñamos una embarcación, La Trina, respetando las morfologías de todas las embarcaciones del lago. Aportando el máximo de seguridad en la flotabilidad y con un amplio espacio interior seguro, ya que la enfocamos a la docencia de gente joven. Estaba realizada con materiales sostenibles y con el máximo respeto al medioambiente. Sin problemas de mantenimiento. La llamamos el Albuferenc del siglo XXI y el proyecto en su totalidad fue promocionado por su utilidad. Durante esa etapa la pedanía de El Palmar también nos ayudó a diseñar un pantalán de amarres en su puerto«, comenta. Noguera había navegado desde muy joven en el mar Mediterráneo con catamaranes. “Con un grupo de amigos, al frente del cual estaba Paco Ballestero, fuimos los primeros que diseñamos y construimos nuestros barcos en Bellrreguart y Daimuz, disfrutándolos mucho en la década de los 70. Luego, pasamos a otros catamaranes de clases competitivas”, recuerda. Pero, descubrió la vela latina y La Albufera. Tanta es la pasión que Noguera siente por esta histórica actividad lúdica y deportiva que tiene previsto publicar en breve un libro titulado ‘Vela Latina en la Albufera de Valencia’. “Intento, junto con mis amigos y colaboradores, describir la rica herencia recibida por nuestros antepasados de València, La Albufera y su vela latina”, resalta Noguera.
El ‘avión sin alas’ de Zeleros: el futuro del transporte cada vez más cerca
El hyperloop de Zeleros es un nuevo sistema de transporte futurista. Una cápsula magnética que levita dentro de un tubo a baja presión a más de 1.000 kilómetros por hora. Se presentó hace unas semanas en el Museo de las Artes y las Ciencias de València. Con el apoyo del ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Para la construcción del prototipo, de seis metros de largo, que se exhibirá desde octubre en el Pabellón de España de la Exposición Universal de Dubái, han contado con la colaboración del estudio, también valenciano, Océano Naranja, especializado en maquetas desde hace más de 30 años. ¡ÚLTIMOS DÍAS! Hasta el próximo domingo 2 de mayo podrás conocer el prototipo de vehículo presentado por la empresa @zeleros con sede en #Valencia en el #MuseudelesCiències. La exposición de #accesolibre está en la planta baja del #MuseudelesCièncieshttps://t.co/pBgukTz1e3 pic.twitter.com/6UYfyvoca8 — Ciudad Artes Ciencia (@CACiencies) April 30, 2021 El vehículo, tres veces más veloz que el tren bala de Japón e incluso que un Boeing 747, permitirá rutas de larga distancia rentables y energéticamente eficientes en pocos minutos. Permanecerá hasta el 2 de mayo en el Museo de las Ciencias de València. Junto a un mural de 30 metros que repasa los orígenes del proyecto. Una centenaria idea que el empresario Elon Musk recuperó en 2013. “Es un avión sin alas”, apunta el ingeniero Juan Vicén, cofundador de Zeleros. La empresa se creó en 2016 por tres amigos estudiantes de ingeniería en la Universitat Politècnica de València. David Pistoni (CEO), Daniel Orient (CTO) y Juan Vicén (CMO). Fueron premiados en el concurso internacional organizado por la compañía aeronáutica SpaceX, de Musk. Hoy, el equipo de Zeleros está formado por 50 personas de todos los sectores. La empresa coordina a más de 150. Fruto de su colaboración industrial con Red Eléctrica de España, Altran, Tecnalia, Ciemat, Renfe o EIT Climate-KIC. La última incorporación al proyecto es Airbus. El objetivo: «hacer realidad el hyperloop en la próxima década para pasajeros y carga«, avanza Vicén a Economía 3. Un sistema «sencillo y seguro» – ¿Qué hace diferente a Zerelos? Cada empresa está en una carrera por demostrar que su tecnología es la más eficiente para hacer rutas. Zeleros desarrolla el sistema completo. Concentrado en la fabricación de los vehículos, porque es donde nosotros tenemos mayor potencial. Nuestro enfoque consiste en poner toda la tecnología en la infraestructura. Que cueste poco de construir para distancias mayores. Tiene unos costes menores frente a las otras empresas y podemos operar a presiones más similares a los aviones. Es decir, no habría que crear una regulación nueva para certificar el vehículo. Nuestro sistema es más sencillo y seguro. “Estamos promoviendo que España sea la primera de Europa en tener la pista de pruebas” Una propuesta definida – ¿En qué posición se encuentra el proyecto valenciano? España cuenta con una posición de liderazgo. Hemos conseguido la presidencia del primer comité del mundo de Estandarización Hyperloop. Zeleros, en comparación con la competencia, está en un nivel similar de desarrollo. Pero, con ventaja. Tenemos un concepto definido y una propuesta diferenciada del resto. Todos hemos probado los prototipos en laboratorio, pero ahora faltan las pistas de pruebas. Estamos promoviendo que España sea la primera de Europa en tenerla. – La estadounidense Virgin ya hizo una prueba con éxito a finales del pasado año. El prototipo era de dos asientos y la pista de 500 metros. Alcanzando 127 kilómetros por hora en 6,25 segundos. Hay empresas que están apostando por cápsulas pequeñas, de 30 pasajeros, con muchos trayectos. Nosotros pensamos, por seguridad, que es más razonable capsulas más grandes, que circulen más espaciadamente. Ahora se necesita probar en pista. En España, queremos hacerlo en una de tres kilómetros como mínimo. Queremos probar en una pista muy larga. Nuestro enfoque es diferente, con velocidades reales. En búsqueda de una pista de pruebas adecuada – Sagunto ha quedado descartado. Sí. De momento, no podemos decir el lugar porque no es solo decisión nuestra. Depende de muchos requisitos. Tiene que estar alejado de un núcleo urbano por seguridad. Ser un espacio plano, no es sencillo encontrar la ubicación idónea. Hay varias alternativas, pero nada decidido. – ¿Para cuándo esa pista de pruebas? En el horizonte de 2022-2023. El mismo que el resto de las compañías, exceptuando la de Virgin Hyperloop. – Es una gran inversión. Como en cualquier proyecto de innovación al final existe un riesgo. Y es el que toman los inversores y nosotros mismos, con nuestro tiempo, invirtiendo en una causa. La innovación es así. El ferrocarril y la aviación parecía imposible hace 200 años y ahora es una realidad. Con hyperloop ocurre igual. Es un nuevo método de transporte que utiliza tecnología ya existente de la industria. Nuestro reto es la integración. Es una oportunidad. Obviamente tiene sus riesgos. Hay que probar el sistema y validarlo. Pero, asumiéndolo y teniendo en cuenta el proceso de validación positivo, puede llegar a ser un proyecto con mucho futuro a nivel de reducción de emisiones. Cada vez hay menos riesgos y más certezas. “El vehículo permitirá rutas largas, rentables y eficientes en pocos minutos” Cero emisiones – Dígame los beneficios que aporta. Es un medio de transporte de cero emisiones. Al circular con baterías, coge energía de la red, que debe ser lo más verde posible. La eficiencia energética es, sin duda, un elemento clave. Nuestro sistema para las distancias de 400 a 1.500 kilómetros es más eficiente que un avión para la misma ruta. Si tienes que elegir entre coger un avión o un hyperloop, a nivel medioambiental, es, tanto por emisiones como por energía, más eficiente un hyperloop. En comparación con un tren, al ir a una velocidad muy inferior, no puede competir. Estamos hablando de expandir un poco esa frontera de la movilidad en un ámbito donde ahora mismo hay un problema. La aviación regional no es eficiente y el tren no puede competir en velocidades. Nuevos planes de trabajo – ¿Zeleros desarrolla otros proyectos? Sí, porque hay mucha tecnología que estamos desarrollando que puede ser aplicable en otros segmentos. Estamos trabajando con el puerto de València en una aplicación que sirve para mover contenedores dentro de los puertos y entre puertos y las zonas logísticas. Usa esos impulsores que tiene hyperloop. Es un proyecto en el que contamos con el apoyo del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat). También estamos investigando la creación de ascensores sin cables. Un proyecto que reduciría los costes en edificios altos. Un objetivo ambicioso – ¿Será real hyperloop en 2030? Pensamos en esa fecha para obtener los certificados y disponer de la regulación para los estándares de pasajeros. Es un objetivo ambicioso en el que estamos trabajando. Aunque depende de muchos factores externos. Como que los gobiernos apuesten por esto y la Comisión Europea elabore la regulación. Pero, hay señales de que todo esto ya está pasando y no vemos grandes impedimentos para que se cumplan los plazos. “Investigamos la creación de ascensores sin cables, una idea que reduciría los costes en edificios altos” A cargo de un gran proyecto desde los 22 – Tú apenas tenías 22 años al comienzo. ¿Cómo lo estás viviendo? De una forma apasionante porque el proyecto va creciendo muy rápido. Tenemos que gestionarlo e irnos adaptando. Verte con perfiles tan diferentes, con gente muy sénior y júnior que entra en la empresa. Para mí está siendo una gran experiencia en la que aprendo a mantener la presión sabiendo que estás compitiendo contra gigantes. – ¿Qué dicen vuestros padres? Que controlemos el balance entre vida y trabajo. Que estamos haciendo algo muy grande, pero que no se nos olvide que también hay vida, que hay que disfrutar. Y, sobre todo, ayudándonos a que el proyecto sea lo más sostenible posible. Mis padres son arquitectos. En ese sentido, la parte del diseño siempre ha sido muy importante para mí. No suelo hacer una pieza de ingeniería sin pensar en su belleza, comodidad y usabilidad. España, líder en Alta Velocidad – ¿Qué significa Dubái para Zerelos? El vehículo estará expuesto hasta el 2022. Eso permitirá que el mundo nos conozca, tanto las instituciones como las empresas industriales. Es una oportunidad única para el posicionamiento de la empresa. No hay que olvidar que España es líder en Europa en Alta Velocidad e Infraestructuras, la segunda del mundo, después de China. Estamos a la vanguardia. Es un mercado en expansión.
«La capitalidad de València está fundada en valores»
-¿Cómo logra desarrollar el proyecto? – Llevaba tiempo escribiendo sobre la capitalidad de la ciudad. A partir de ahí, se produce el movimiento en paralelo del empresario Vicente Pons (junto a sus tres hermanos está al frente de la empresa alicantina Point, que el pasado año recibió el Premio Nacional de Diseño), que le comenta la idea a su diseñador de cabecera, Vicent Martínez (Premio Nacional de Diseño en 1997) y, así, hasta llegar al Ayuntamiento. Allí surge la figura de Vicent Llorens, director de La Marina, que nos escucha y apuesta por el proyecto. Con una visión estratégica decide que había que profesionalizarlo y realizar un expediente de candidatura. Llorens estaba trabajando en otros proyectos con Pau Rausell (director de Investigación en Economía de la Cultura y Turismo de la Universitat de València). Así es como nació la primera cabeza bicéfala para avanzar en la capitalidad. Pau y yo empezamos a armar todo el programa de la candidatura y crear una asociación para impulsar el proyecto. En cierta manera, surge de una manera espontánea, con un retraso de 30 años, me parece a mí. La intervención de Llorens es clave e institucional, pero la asociación la forjamos de abajo hacia arriba y eso es lo que nos ha hecho muy, muy fuertes. – ¿El Ayuntamiento se ha implicado? – Afortunadamente hemos contado con todo su apoyo. Estamos siendo un ejemplo a nivel de otras organizaciones y de otros movimientos en España. Poder juntar a la sociedad civil, desde los diseñadores, la industria, la empresa, y llegar hasta las instituciones es un éxito. Insisto, el secreto fue construir la propuesta desde abajo y mucha generosidad. Todos sentíamos que era el momento. A mí me desbordó, personalmente, descubrir tanta implicación. Hoy, igual nos llama un pequeño comerciante con una idea, que un Ministerio. – ¿Por qué dice que vamos con 30 años de retraso? – Ya éramos potencia en diseño entonces, pero así somos los valencianos. No te lo acabas de creer porque te divierte mucho, no te lo tomas, quizás, tan en serio como se lo han tomado otros que han hecho más carrera en profesionalizar el diseño. Xavi Calvo, director general de València Capital Mundial del Diseño 2022. Foto: Vicente A. Jiménez. – ¿Cómo los catalanes? – Sí. Los catalanes hace 30 años ya nos llevaban otros 30 de ventaja. Su asociación, el FAD (Fomento de las Artes y del Diseño) tiene 100 años. Creo que es un buen espejo donde mirarnos y dónde querer estar, adaptado a nuestro modelo. Si València quiere institucionalizar el diseño, Barcelona tiene fórmulas para dar y tomar, y nosotros ver los errores cometidos, los aciertos que les han hecho estar donde están y aplicarlo a nuestra industria. Al final, el diseño valenciano es una fórmula única porque se debe a toda la Comunitat Valenciana; a la industria de Alicante, a la de Castellón. Donde hubo industria surgió el diseño. No está especializado en servicios como Madrid. Y eso nos hace diferentes. – ¿Existe el diseño valenciano, con identidad propia? – Hoy día es mucho más difícil. Es una cosa muy repetida por Nacho Lavernia (Premio Nacional de Diseño en 2012), cuando tus inputs son los mismos que los de un diseñador de Seattle o de cualquier otro continente, es muy difícil decir cómo es el diseño valenciano. Igual hace años estaba más claro: es luz, más color, más orgánico, más divertido. Ahora tiene que ver con el proceso. Cómo diseñamos aquí. Cómo vivimos. Durante la preparación de la candidatura vimos que en València se vivía todo de una manera más social. Por eso la capitalidad de València está fundada en valores. No es una capitalidad de escaparate pensando en ver lo bonito que se hace en la ciudad, está basada en un proyecto de diseño que nos tiene que hacer mejores, tiene que hablar de igualdad, de participación, de cambio climático, debe apoyar la sostenibilidad. – No siempre ha sido así. – El diseño ha sido frívolo y culpable de uno de los males de hoy en día. Hizo mucho daño. Y tenemos que solucionarlo. Es necesario un modelo más igualitario de sociedad, más sostenible y el diseño tiene un papel clave en esa transición. – ¿A qué mal se refiere en particular? – A los plásticos. Fue un error pensar que todo se podía solucionar con los plásticos sin medir las consecuencias. Y ese ha sido un problema. No tener un ciclo y pensar en un proceso lineal. Producir sin control un producto sin pensar en los graves efectos que causaría. La economía circular tiene otra visión, no solo propone reciclar y reutilizar, pretende diseñar mirando y observando el futuro. Y la respuesta está en los diseñadores y la industria porque la economía circular y un diseño más osado en la sostenibilidad te hace más rentable. Pero hay que invertir para obtener mayor beneficio. Y el diseñador tiene que trabajar pensando en ese modelo. Puedes leer el reportaje completo en la REVISTA ECONOMÍA 3
«España está exportando arquitectura»
El estudio de arquitectura del valenciano Fran Silvestre está ligado desde sus comienzos a la obra del escultor Andreu Alfaro. En Godella, donde el artista estableció su taller, tiene su centro de trabajo el arquitecto, que con 44 años edad, es una de las figuras más relevantes del sector. En la actualidad, Silvestre y su equipo están inmersos en diferentes proyectos internacionales en Estados Unidos y China, además del reto de construir en el puerto de València una torre eólica de 170 metros de altura que producirá energía sostenible y respetuosa con el entorno urbano. La infraestructura, financiada por el fondo privado Net de Gerrers, será capaz de abastecer a más de 1.000 hogares. “Es un proyecto que tiene una relación muy directa, además, entre ingeniería y diseño”, apunta Silvestre. Han sido más de 10 años de investigación para aunar tecnología y belleza, además de financiación para la torre blanca que se alzará en La Marina y que cumplirá con la normativa europea que obliga en 2030 a que todos los puertos se autoabastezcan energéticamente. “Nos gusta hacer muchas cosas. Cuando nos sacan de nuestra zona de confort es muy estimulante”, señala el prolífico arquitecto, cuyo último trabajo ha sido rediseñar un barco, Topaz of Braye, una goleta turca de 20 metros de eslora que fue originalmente propiedad de un reconocido promotor musical británico. “Hacer un barco ha sido algo tremendamente inspirador porque todos los clichés que podías tener en cuanto a dimensiones para realizar una vivienda desaparecen con el diseño de un barco. Debes tener en cuenta la eficacia y la creatividad del espacio”, agrega entusiasmado, mientras invita al equipo de Economía 3 a un café en una de las amplias salas del Espai Alfaro, sede del estudio. “Este lugar es muy importante, con una gran tradición artística porque empezó siendo el sitio donde trabajaba Alfaro, con el tiempo apareció su hijo Andrés, que es diseñador de interiores y coleccionista, tiene una colección industrial brutal, y luego aparecemos nosotros, como arquitectos. Todo aglutinado produce una transversalidad imposible de conseguir. Para nosotros es muy importante concentrar en un mismo sitio talento, tradición cultural y recursos. En un sitio especial”, resalta Silvestre, recordando como fueron sus inicios. Cuando estudiaba en la Universidad Politécnica, el escultor pidió a su profesor un colaborador para que lo ayudara en varios proyectos. Así conoció a Alfaro y a su hijo, que hoy es su socio en el estudio. “Hubo un feeling muy bueno, y aunque, luego me fui al extranjero, estuve viviendo en Holanda y en Portugal, cuando volví, las primeras oportunidades en el mundo la arquitectura contemporánea me la dieron ellos. El hijo de Alfaro, Andrés, tenía también una tienda de muebles de diseño contemporáneo. Ese fue el punto de partida. Empezamos aquí, y aquí nos hemos quedado. Alfaro falleció hace 9 años. Ahora tenemos el legado y estamos articulando el espacio de manera que tenga la máxima potencia y que la transversalidad se mantenga y amplíe. Desarrollar y visibilizar el ‘hub’ que ya existe”, comenta. Puedes leer el reportaje completo en la REVISTA ECONOMÍA 3
V. Lorente: «Mi filosofía es poner en valor el patrimonio de València”
El éxito de @typicalvalencia, local situado en la calle de Caballeros, una de las más emblemáticas y turísticas de la ciudad, fue decisivo para que Virginia Lorente se decidiera a abrir otro establecimiento en otra zona histórica, el Mercado Central. Una apuesta segura reforzada por su excelente trabajo, reconocido con numerosos premios, entre ellos el Serra d’Or de literatura juvenil, en 2013, por el álbum ilustrado Mis casas favoritas. “Quería explicarles a mis hijas cómo era la arquitectura que me gustaba desde un punto de vista creativo e imaginativo. La casa como elemento cercano para fomentar el conocimiento de obras y autores de una forma lúdica invitando a experimentar, jugar y crear. Por eso diseñé el libro, un paseo a través de siete obras de la arquitectura moderna”, señala la artista mostrando el cuaderno galardonado en el local de Caballeros, donde recibe a Economía 3 para la entrevista. La decisión emprendedora de Virginia Lorente ha llenado un hueco necesario en la ciudad, repleto de feos locales de objetos de recuerdos sin diseño y sin valor. Lo tuvo claro desde el principio. La artista en su tienda de València. | Foto: Vicente A. Jiménez “Mi filosofía era poner en valor el patrimonio de València. En ese momento no había nada introduciendo el diseño, ni la ilustración; quería un producto de aquí para la gente de aquí”, destaca. Y la respuesta del público ha sido su mayor satisfacción. “Ayuda mucho que la gente de aquí valore esto. Porque se está recuperando el orgullo de la ciudad. Los valencianos tenemos complejo de nuestra propia ciudad, de nuestra propia cultura. Siempre parece que lo de fuera sea mejor. Ahora estamos recuperándolo y poniéndolo valor”, agrega la arquitecta mientras atiende a los pocos turistas que estos días pasean por la céntrica vía. “Llevamos mucho tiempo reivindicando la necesidad de valorar adecuadamente los ejemplos de arquitectura moderna que tenemos en nuestra ciudad. Exposiciones monográficas o colectivas, charlas y publicaciones profesionales no son suficientes para proteger un rico patrimonio que ya es histórico y empieza a estar acosado (el caso del antiguo cine Metropol es modélico)”, comenta Tito Llopis, fundador del estudio VTiM Arquitectes, que ha trabajado con Virginia Lorente en varios proyectos. “Necesitamos que la ciudadanía en general conozca los valores de estas arquitecturas, y es ahí, donde el trabajo de la arquitecta es primordial. Sus excelentes ilustraciones ponen al alcance de cualquiera, pobladores o visitantes, aspectos clave para entender y conocer las bondades de estas arquitecturas que forman parte de la imagen contemporánea de València”, destaca Llopis. La pandemia ha mermado sus ventas, su negocio está afectado, como ha ocurrido con todos los comercios de la zona. “Hemos notado mucho la situación. Nosotros tenemos mucho cliente extranjero. Lo que nos pasa a todos cuando viajamos, que queremos un recuerdo especial de dónde hemos estado. Aquí y en el Mercado Central vivimos una situación muy complicada. El modo de vivir ha cambiado. En mi caso, la suerte que tengo es que mis clientes valencianos son los que están sustentando la empresa porque mi producto está pensado, primero, para los valencianos”, explica. “Mi criterio para cada ilustración que hago es el mismo. A mi me gustaría tener esta imagen. Primero me tiene que satisfacer a mí. Quiero rescatar todos aquellos lugares de València que significan algo para mí”, apunta. Eso le ocurrió con la tipografía que recuperó de los rótulos indicadores de los refugios antiaéreos en la Guerra Civil. “En principio parecía una idea muy loca. Todos los refugios estaban muy abandonados, con pintadas. En estado de dejadez tremenda siendo un elemento que nos representa como valencianos. No sabía cómo iba a reaccionar la gente. Nadie me lo encargó. No es ninguna tipografía concreta. Mucha gente pensaba que era de Javier Goerlich (arquitecto municipal desde 1931 a 1956) porque la había usado en varios edificios como el Frontón (proyectado en los años 30 del siglo pasado en la calle General Sanmartín de València y demolido a finales de los 50). Pero me confirmaron que no. Nace en esa época, pero no pertenece a nadie en concreto. Fue un éxito recuperarla”, añade reivindicando su valor. El Ayuntamiento de València recuperó algunos refugios de la época gracias, en parte, a esta iniciativa personal y profesional. Puedes leer el reportaje completo en la REVISTA ECONOMÍA 3 Suscríbete