España invierte la brecha del desempleo: más paro entre los mayores de 55 años
Por primera vez desde que hay registros, la tasa de desempleo de las personas mayores de 55 años supera a la del grupo de trabajadores de entre 25 y 54 años.
A pesar de que el mercado laboral español ha recuperado cifras cercanas al pleno empleo en 2025, el mercado enfrenta un nuevo reto estructural: por primera vez desde que hay registros, la tasa de desempleo de las personas mayores de 55 años supera a la del grupo de trabajadores de entre 25 y 54 años.
Este fenómeno no solo refleja cambios demográficos, sino también disparidades profundas en la calidad de los empleos disponibles para quienes buscan incorporarse o reincorporarse al mercado laboral tras periodos de inactividad, según un estudio de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).
Una brecha que se invierte
Históricamente, las personas mayores de 55 años registraban niveles de desempleo inferiores a los del resto de la población activa. Sin embargo, desde 2023 esta ventaja comparativa se diluyó y en 2025 la tasa de paro de este colectivo alcanza el 9,8%, 0,4 puntos porcentuales por encima de la de los trabajadores de 25 a 54 años.
Este vuelco supone una señal de alarma en un contexto en el que España experimenta un intenso envejecimiento demográfico, con implicaciones directas sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones y las políticas de empleo a largo plazo.

Tasas de paro por grupos de edad. España, 1982-2025. Fuente: INE
El documento de Fundación BBVA e Ivie evidencia que no todos los mayores afrontan la misma realidad laboral. Aquellos que han desarrollado una carrera continua tienen empleos de calidad -con bajo nivel de temporalidad y mayor presencia en ocupaciones altamente cualificadas- frente a quienes acceden por primera vez a un empleo después de los 55 años o retornan tras un periodo de inactividad.
Para los mayores con menos de un año de antigüedad en su empleo:
- El 52,6% tiene un contrato temporal, de los cuales un 10% son empleos precarios con contratos de hasta tres meses de duración.
- Solo el 15,6% accede a ocupaciones altamente cualificadas, mientras que casi un 29,4% se sitúa en ocupaciones elementales.
- En contraste, entre mayores con más de 25 años de antigüedad, el empleo temporal cae al 2% y las posiciones altamente cualificadas superan el 45%.
Estos datos muestran que, cuando los mayores pierden su empleo o buscan trabajo tras una interrupción en su trayectoria profesional, la puerta que se les abre con más frecuencia conduce a trabajos menos estables y con menor cualificación.
Duración del desempleo y satisfacción laboral
El informe subraya otro elemento preocupante: la duración del desempleo tiende a alargarse entre los mayores. Más del 57% de los desempleados de 55 años o más llevan más de un año buscando trabajo, frente al 36,1% de los trabajadores de 25 a 54 años.
Además, indicadores subjetivos apuntan a una mayor insatisfacción con las condiciones de los nuevos empleos entre las generaciones mayores. Un 21,5% de los recién empleados mayores desearía cambiar su horario, frente al 9,7% de quienes cuentan con amplia antigüedad en su puesto. Y cerca de uno de cada seis continúa buscando empleo pese a haber encontrado trabajo recientemente.
Desde una perspectiva salarial, el informe muestra que aunque la ganancia media anual de los mayores (30.038 euros) es superior a la de los trabajadores de 25 a 54 años (26.855 euros), esta ventaja se invierte entre los mayores con menos de un año de antigüedad en su empleo, cuyo salario medio (19.558 euros) queda por debajo incluso del observado en trabajadores más jóvenes en la misma situación.
La formación como palanca de cambio para el desempleo en mayores de 55 años
La investigación destaca que la formación continua puede ser una palanca decisiva para mejorar la empleabilidad y la calidad de los empleos accesibles para los mayores. Entre los mayores de 55 años con estudios superiores, la tasa de paro cae a poco más de la mitad (5,4%), la temporalidad disminuye y la proporción de empleos altamente cualificados aumenta notablemente. Además, el salario de los nuevos empleados mayores con formación universitaria alcanza cerca de los 34.000 euros anuales.
Estos resultados sugieren que las políticas activas de empleo deberían poner un énfasis mayor en la formación y reciclaje profesional de los trabajadores sénior, superando estereotipos que, según el documento, «aún lastran las inversiones empresariales en este colectivo».
La situación del empleo para las personas mayores de 55 años en España es un ejemplo paradigmático de cómo los cambios demográficos interactúan con las transformaciones del mercado laboral. La inversión de la brecha de paro histórica y la calidad dispar de los empleos disponibles para quienes buscan reingresar al mercado laboral ponen de manifiesto la necesidad de políticas orientadas a la formación continua, la eliminación de barreras de entrada y la mejora de las condiciones de trabajo sénior.
Sara MartíCoordinadora editorial. Graduada en Periodismo por la Universidad Jaume I, estoy especializada en contenido web y ediciones digitales por el Máster en Letras Digitales de la Universidad Complutense de Madrid. Mi experiencia en el mundo de la comunicación abarca desde el institucional hasta agencias y medios de comunicación. Al día de la actualidad empresarial y financiera en Economía 3 desde marzo de 2021.






