Más de 200 años de historia dan para mucho y no son fáciles de condensar, y menos los de una compañía como Sargadelos, empresa cerámica y una de las más emblemáticas de Galicia. Sus orígenes se remontan a 1806, cuando el Marqués de Sargadelos, Antonio Raimundo Ibáñez, fundó una fábrica de loza en Cervo (Lugo). Esta fue la primera piedra de un proyecto que ha quedado para siempre ligado a Galicia y que transformó el arte y la industria de dicha región.
La historia de Sargadelos es una historia singular, no sólo por su icónica cerámica, reconocida nacional e internacionalmente, sino por los numerosos giros de guion y obstáculos que la empresa ha superado. Diversos propietarios, varias crisis económicas y hasta un concurso de acreedores no han podido con una compañía que el pasado 2023 facturó 12 millones de euros.
Dos siglos después, la empresa continúa fabricando una amplia variedad de productos cerámicos, que incluyen vajillas, figuras decorativas, lámparas, jarrones y otros objetos de decoración. Además, produce otros artículos como joyas, fragancias y complementos de moda sin dejar de lado la tradición y el estilo distintivo que caracteriza a Sargadelos.
Ahora, el grupo empresarial atraviesa un buen momento, crea empleo y se preocupa por mantener el prestigio conseguido. Así lo asegura Segismundo García (A Pontenova, 1951), administrador único de la compañía. Licenciado en Ciencias de la Información, la trayectoria de García dentro de la empresa cerámica ha sido larga y no siempre fácil, como la propia historia de Sargadelos.
Una empresa cerámica icónica en Galicia
– Si tuviera que explicarle a alguien que no conoce qué es Sargadelos, ¿qué le diría?
Pues que se trata de una compañía con más de 200 años de historia y trayectoria, icónica en Galicia y que, en ambientes museísticos y de diseño internacionales, es muy valorada y reconocida.
– Dos siglos de historia dan para mucho, ¿cuáles son a su juicio los hitos o momentos más destacados de la trayectoria de la empresa cerámica?
Efectivamente, todas las épocas tuvieron sus luces y también alguna sombra (como la vida misma). Fue importante el inicio con Antonio Raimundo Ibáñez. La época gestionada por Luis de la Riva a mediados del siglo XIX y la recuperación de la fábrica por Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane a mediados del siglo XX.
Una historia larga y no fácil
– ¿Cómo llega a la empresa? ¿A qué se dedicaba previamente?
Surge un proyecto para editar un periódico e invierto algo de dinero en esa nueva sociedad comandada por Sargadelos. Posteriormente, algunos socios muestran su deseo de desprenderse de sus participaciones en la empresa matriz y se las compro.
Finalmente, la sociedad atraviesa una época muy complicada hasta entrar en concurso de acreedores. La mayoría del accionariado huye, previendo un final ruinoso; y yo, quizás aventurando en exceso, compro y, después de mucho trabajo y algunos sinsabores, logramos reflotar las compañías hasta situarlas como un referente de calidad y diseño.
– Usted ha pasado por distintas etapas dentro de la empresa, ¿cómo ha sido su trayectoria y cómo ha llegado a ser el administrador único de la compañía?
Sí, y no siempre agradables, desde ser accionista muy minoritario y ser repudiado por el resto de los partícipes, hasta solicitar mi concurso para sacar la empresa adelante sindicando sus acciones a mi favor. Es una historia larga y no fácil.
Más de 230 trabajadores
– ¿Qué significa para usted Sargadelos?
Una aventura y una aspiración conseguida.
– ¿En qué momento se encuentra la empresa actualmente? ¿Cuál es la fotografía actual?
Atravesamos un buen momento, somos rentables, tenemos prestigio y creamos empleo. En la actualidad contamos con un total de 232 trabajadores.
Mantener el prestigio conseguido en la empresa cerámica
-¿Hay algún proyecto o novedad para el futuro? ¿Cómo ve o desea que la empresa esté en unos años?
En Sargadelos nos preocupa el día a día. Procuramos cuidar el detalle y buscar la excelencia. No nos obsesiona el futuro ni nos desvela lo que está por venir. Pensamos que haciendo las cosas bien diariamente, las compañías que forman el Grupo Sargadelos no tendrán problemas. No buscamos grandes facturaciones, ni enormes expansiones. Queremos hacer las cosas bien y cuidar y mantener el prestigio conseguido.
– ¿Cuál fue el volumen de facturación del pasado 2023? ¿Qué previsiones hay para este 2024?
Desde que regento la compañía incrementamos la facturación todos los años y damos beneficios. El ejercicio pasado cerramos con 12 millones de euros de facturación.
Fomento de las raíces gallegas
– ¿Cómo va la empresa en el exterior?
Es nuestra asignatura pendiente. Estamos presentes en muy pocos países en tiendas físicas. En venta online prácticamente servimos a todo el mundo.
– ¿Qué papel juega Sargadelos en la difusión y promoción de la cultura gallega?
No lo sé. Nosotros somos una empresa mercantil que cuida y fomenta nuestras raíces gallegas. Y creo que la sociedad gallega así lo ve, ya que se siente muy identificada con nuestra marca. Nuestras fábricas se ven complementadas con sendos museos de pintura y cerámica y los visitantes valoran y aprecian los conjuntos arquitectónicos en donde trabajamos. Pero lo cierto es que nuestra vertiente cultural está sostenida y sufragada por nuestra actividad mercantil.