Los exportadores del Arco Mediterráneo español necesitan el tercer carril ya
Presidente de ProAVE
Es lamentable que el ministerio de Fomento del gobierno de España haya defraudado, una vez más, las expectativas de todo un pueblo, el valenciano, y de una parte muy relevante de la economía española, los exportadores, que junto con el turismo han sido los que han permitido a España estar en la actual senda de recuperación económica.
Y la máxima responsable es la ministra Ana Pastor, que ha incumplido la promesa dada: que los exportadores de los puertos de Castellón y Valencia, estarían conectados en ancho europeo con el centro, norte y este de Europa en 2015 y los de Alicante en 2016. Y nadie ha dado una explicación seria, como deben hacer los servidores públicos con sentido de la responsabilidad, ni una fecha definitiva de finalización ante la evidencia clara de que los plazos comprometidos se van a incumplir.
Y además, en nuestra Comunidad algunos están generando una corriente crítica del proyecto del tercer carril exigiendo una solución definitiva que, lógicamente, significaría empezar de nuevo y construir una línea de nueva planta. Sin negar que esto es lo deseable, y por lo que hay que luchar a largo plazo, ni la inversión exigida ni el tiempo necesario para su ejecución permitiría una conexión fluida en ancho europeo al tráfico de mercancías antes de 2028 o 2030.
Ana Pastor en la inauguración de AVE Madrid-ZamoraLos exportadores valencianos, y la gran cantidad de productores que de ellos dependen, necesitan el acceso ferroviario en ancho europeo ya. Sin éste no sólo se perderá competitividad rápidamente, a causa del sobrecoste, congestión del tráfico por carretera y dificultad de acceso nuestros mercados en invierno, sino que por tal motivo se hundirán muchas actividades y empresas prometedoras. No estamos ante una cuestión de elección entre una solución provisional y otra definitiva, siendo esta última la que deseamos todos, sino ante un problema de necesidad imperiosa de poder circular ya en ancho europeo. Y esto sólo es posible conseguirlo, a corto plazo, mediante el tercer carril, aunque nos pese.
Desde la Fundación somos conscientes de las limitaciones del tercer carril, tanto en capacidad de tráfico, como en velocidad y prestaciones. Y también sabemos que al principio habrá que ir resolviendo problemas que se habrán ido dejando de lado en la fase de ejecución de las obras. Pero estamos convencidos de que es la única solución viable a corto plazo y que es más fácil identificar los problemas operativos cuando se está utilizando la infraestructura. Cuando la línea con tres carriles esté en funcionamiento será más fácil conseguir una rápida respuesta a los problemas ante la presión de la necesidad.
Por tanto, entendemos que es la mejor solución ahora y estamos convencidos de que, cuando se aprecien realmente los beneficios que el acceso ferroviario en ancho europeo traerá a la economía valenciana y nacional, será mucho más fácil superar las resistencias políticas a la aceleración de la ejecución del proyecto definitivo del Corredor Mediterráneo. Es decir, con toda seguridad, el Corredor Mediterráneo definitivo estará ejecutado mucho antes que sí intentamos empezar de nuevo.
No esperamos una infraestructura técnicamente óptima, sino una respuesta realista a las necesidades de nuestra economía, que es la que justifica las inversiones en infraestructuras. Una respuesta que facilite la conectividad de la economía valenciana con el resto de Europa y que sitúe a los puertos de nuestra Comunidad en un lugar estratégico en el flujo de mercancías entre Europa y Asia. El acceso desde España a Europa en ancho europeo ya existe desde Barcelona. El problema es que nosotros no tenemos acceso a ese tramo, y eso significa que vamos a perder oportunidades económicas fundamentales para nuestro desarrollo futuro en beneficio de otros territorios. En suma, nos jugamos demasiado para perder un proyecto de tercer carril viable a corto plazo por otro mejor, pero muy alejado en el tiempo.
Con todos estos argumentos como aval, desde la Fundación nos hacemos portavoces del mundo exportador de la Comunidad Valenciana, del que depende la buena marcha de nuestra economía, para pedir la pronta finalización de las obras del tercer carril. Entendimos en su momento que el gobierno de Mariano Rajoy pidiese sacrificios y la necesidad de sustituir, a medio plazo, el proyecto definitivo por el provisional del tercer carril. Pero precisamente por eso nos sentimos plenamente legitimados para pedirle al gobierno que acabe ya, de una vez por todas, la ejecución de un proyecto fundamental para la competitividad, el crecimiento y la creación de empleo en la Comunidad Valenciana y en España.