Lorenzo Bernaldo de Quirós es experto en asesoramiento corporativo e institucional, tanto nacional como internacional, en las áreas de política económica, financiera y regulatoria. Economía 3 ha charlado con el economista sobre cuestiones como su opinión acerca de la actual situación de la economía española o sus predicciones sobre los que nos depara el inminente 2023.
Una situación económica «dramática»
– ¿Qué opinión le merece la actual situación de la economía española? ¿Estamos ante un fin de año ‘dramático’? ¿Qué nos depara 2023?
España está en una situación económica dramática, susceptible de empeorar. El escenario es de estanflación y existe un claro riesgo de entrar en una recesión inflacionaria. Este año, el PIB crecerá por debajo de lo proyectado por el Gobierno y, en 2023, el panorama se deteriorará de manera significativa.
Las condiciones macroeconómicas y microeconómicas españolas son de una extraordinaria fragilidad y la política desplegada por el Gobierno, desde su ascenso al poder, ha sido la contraria a la exigida por la coyuntura a corto plazo y por las necesidades de la economía a medio y largo plazo. Es imposible superar un contexto estanflacionario con más gasto público, más impuestos y mayor intervención estatal en los mercados.
Coyuntura actual
– ¿Cómo deberían los Estados hacer frente al actual contexto de alta inflación, costes de la energía disparados, cuellos de botella en las cadenas de suministro…?
La inflación es un fenómeno monetario producido por un exceso de creación de dinero y ya empezó a producirse antes de estallar la guerra ruso-ucraniana. El crecimiento brutal de la oferta monetaria en 2020-2021, junto a la monetización de la deuda pública, anticipaban el repunte del nivel general de precios.
La guerra y su impacto sobre el coste de la energía han acentuado ese problema. Esto obliga sí o sí a endurecer la política monetaria, lo que tiene costes a corto que es preciso compensar con una agenda de liberalización de los mercados, reducción del gasto público estructural y bajada de impuestos.
«Se desplegó una política demonizadora de la nuclear y del gas sin tener sustitutos a esas fuentes de energía, lo que creó un mix energético insostenible»
Sin duda, la crisis ruso-ucraniana ha tenido un impacto alcista sobre los precios de la energía, pero estos ya estaban creciendo antes de manera significativa. Europa y España emprendieron una estrategia de transición energética destinada a prescindir de los combustibles fósiles y usar mayoritariamente energía renovable cuando el viento y el sol son fuentes de energía intermitentes, no almacenables y, por tanto, incapaces de garantizar un suministro seguro. Se desplegó una política demonizadora de la nuclear y del gas sin tener sustitutos a esas fuentes de energía, lo que creó un mix energético insostenible.
«Hay que replantearse el ritmo de descarbonización de la economía europea»
En el caso de Alemania, su dependencia del gas ruso ha demostrado ser un error estratégico básico. Hay que replantearse el ritmo de descarbonización de la economía europea.
Las empresas se enfrentan a un shock de oferta (costes) cuando no han recuperado los niveles de rentabilidad de la precrisis, en el marco de una fiscalidad excesiva, de unos tipos de interés al alza, de una creciente inseguridad jurídica y regulatoria, de una legislación laboral muy rígida, de unas expectativas económicas negativas y con un Gobierno con un creciente discurso antiempresarial. En estas condiciones invertir y crear empleo es muy complicado, por no decir imposible.
Las disrupción de las cadenas de valor y distribución globales ocurrida en la pandemia no se ha corregido ni tiene visos de corregirse a corto-medio plazo, entre otras cosas, por la guerra de Ucrania que será larga. Ello genera problemas de acceso por parte de las compañías a inputs básicos en sus procesos de producción y, también, encarece los disponibles. Esto refuerza el shock de oferta negativo del encarecimiento de la energía sobre las compañías.
«Una fuga hacia delante»
– ¿Cómo valora la actuación del Gobierno y las medidas que planea o que ya está llevando a cabo en este contexto? ¿Hablamos de medidas reales y concretas o de ‘parches’?
El Gobierno está en una fuga hacia adelante y su política económica –definición generosa a la vista de su realidad– es contraria a las exigencias y necesidades de la economía española. Con unos niveles de deuda pública insostenibles ha elevado el gasto-déficit estructural; en un entorno de shock de oferta ha aumentado los costes fiscales y laborales soportados por las empresas; y, en un escenario de esta naturaleza, ha acentuado la rigidez del marco institucional dificultando la capacidad de ajuste de las compañías.
«La política gubernamental está agotada y sus consecuencias han sido y son aún muy negativas»
Es una estrategia insostenible que conducirá de manera inexorable a realizar un plan de estabilización muy duro y de reformas estructurales muy profundo si queremos salir de la crisis. La política gubernamental está agotada y sus consecuencias han sido y son aún muy negativas.
El problema del paro juvenil
– Con el precio de la vivienda subiendo sin tregua y los salarios casi estancados, ¿qué futuro le puede esperar a los jóvenes españoles?
Las medidas adoptadas por el Gobierno en el mercado de alquileres han aumentado los incentivos que ya existían para que la oferta de ese tipo de viviendas se redujese. Es preciso reformar la legislación de los arrendamientos, dotar de libertad a las partes para que pacten los contratos y acelerar los procesos de desahucio en caso de impago de la renta. Esto elevaría sin duda el volumen de pisos en alquiler e incidiría de manera sustancial a la baja sobre sus precios.
El elevado paro juvenil es la consecuencia directa de una legislación laboral creada contra ello con el pretexto de protegerlos. El SMI y sus sucesivas alzas reducen la demanda de mano de obra con poca experiencia y con escasa formación; los altos costes del despido son un impuesto sobre la contratación indefinida de jóvenes como lo son las elevadas cuotas sociales.
«A los jóvenes españoles se les está condenando a ser la primera generación desde 1953 que viva peor que sus padres y a convertirse en receptores de subsidios públicos»
Por otra parte, el brutal deterioro experimentado por la educación secundaria pública se traduce en una baja calidad del capital humano y dificulta, no solo su acceso al mercado laboral, sino la movilidad social al alza de los jóvenes con rentas medias-bajas y bajas. Los salarios son bajos porque, por desgracia, lo es la productividad.
A los jóvenes españoles se les está condenando a ser la primera generación desde 1953 que viva peor que sus padres y a convertirse en receptores de subsidios públicos. Es un drama.
¿Qué ocurre con las pymes?
– Prácticamente la totalidad de las empresas españolas son pymes. ¿Son suficientes los fondos y ayudas destinadas a su transformación digital? ¿O se les está exigiendo algo que solo está al alcance económico de grandes empresas y multinacionales?
Los fondos Next Generation eran una gran oportunidad para impulsar la digitalización y modernización de las pymes y, por tanto, del grueso del tejido productivo de este país. Me temo que, por desgracia, eso no va a ocurrir.
«Solo serán efectivos los proyectos desarrollados por las grandes compañías que actúen como tractoras de las pymes»
El proceso de ejecución de esos recursos es muy lento, su burocratización excesiva, la capacidad de las pymes de obtener información básica sobre ellas y ser capaces de articular proyectos susceptibles de recibirlas es muy baja y la ausencia de participación del sector privado en el proceso es prácticamente inexistente. Creo que solo serán efectivos los proyectos desarrollados por las grandes compañías que actúen como tractoras de las pymes.
Soy muy escéptico sobre el uso eficaz y eficiente de los fondos. La experiencia de la gestión de los fondos europeos convencionales recibidos por España no es nada alentadora.
La competitividad española
– ¿En qué situación se encuentra la competitividad del sector empresarial español? ¿Debería nuestro país replantearse el modelo productivo?
Es muy aventurado hablar de la competitividad del sector empresarial español en su conjunto. Hay empresas muy competitivas, otras nada competitivas, algunas algo competitivas, etc. A priori, en términos agregados, las grandes compañías tienen una competitividad similar o superior a la de sus pares internacionales, pero las pymes patrias, demasiado pequeñas, no.
Al margen de la gestión realizada por cada firma y del mercado en el que opere, la clave es siempre el marco institucional existente. Este es el que determina las condiciones de la competitividad empresarial.
Esto implica unos mercados flexibles y abiertos a la competencia; una fiscalidad que estimule la asunción de riesgos; una garantía efectiva de los derechos de propiedad; una justicia mercantil rápida, estabilidad presupuestaria, etc. Esos son los factores que determinan tanto el modelo productivo de una economía como la capacidad de competir de sus empresas.
La reforma del sistema de cotización de autónomos
– ¿Qué opinión le merece la última reforma del sistema de cotizaciones de los autónomos? ¿Es una buena medida o perjudica al autónomo?
El nuevo mecanismo de cotizaciones tiene un impacto negativo sobre los autónomos con rentas medias. Si se tiene en cuenta que el salario medio en 2020 fue de 2.038 euros al mes, un autónomo que ingresase esa cifra tendría que abonar 474 euros mensuales en 2027; pero en 2031 debería hacerlo por 596,70 euros.
En el supuesto de que un trabajador por cuenta propia lograse ingresar más de 4.000 euros al mes, debería hacer frente a una cotización mensual de 474 euros en 2027 pero de 1.123 euros en 2031. Se introduce una progresividad que lastra de manera significativa el espíritu emprendedor e impide a los autónomos tanto acumular capital para ampliar su actividad como para cubrir sus contingencias futuras.
Por otra parte, se elimina la flexibilidad de los trabajadores por cuenta propia para elegir la cuota social que quieren pagar y, por tanto, se reduce su libertad para decidir si quieren destinar sus ingresos a ahorrar, reinvertir, contratar o cubrir su futura jubilación a través de fórmulas de carácter privado como planes de pensiones, fondos de inversión y cualquier otro mecanismo de previsión.
Esto supone atraparles de facto en el sistema público de la Seguridad Social, cuya situación financiera es precaria y a la que se sobrecarga con obligaciones de gasto adicionales. Esta es una pésima noticia de cara a cualquier estrategia destinada a recortar el binomio déficit-deuda pública, así como la supresión de una de las escasas válvulas de libertad-responsabilidad individual que existían en el entorno laboral y de Seguridad Social españoles.
El conflicto ruso-ucraniano
– Si el conflicto entre Rusia y Ucrania se alarga más en el tiempo, ¿cómo podría influir esto en la economía europea y española?
La guerra será larga y su impacto sobre la economía europea será duro. Ello introduce un horizonte negativo y de incertidumbre sobre la economía europea en el escenario del corto-medio plazo. Un conflicto bélico –y en eso estamos, aunque no seamos beligerantes activos– tiene siempre consecuencias económicas adversas.
Euro vs. Dólar
– Este verano hemos asistido a otro acontecimiento histórico: la devaluación del euro frente al dólar, que ha caído a su nivel más bajo en 20 años. ¿Por qué se ha producido esta devaluación del euro? ¿Cómo afecta a la economía europea y española? ¿Cuánto puede durar?
El dólar se ha apreciado tanto por la ampliación del diferencial de tipos de interés entre Estados Unidos y Europa, lo que aumenta la rentabilidad de los activos denominados en el billete verde como por la situación global de incertidumbre económica y política en la que la divisa norteamericana funciona como una moneda refugio.
La fortaleza del dólar encarece las importaciones que se cotizan con esa moneda, lo que deteriora la aportación del sector exterior a la economía española y europea, resta atracción a los flujos inversores hacia la Unión Europea y promueve la salida de capitales hacia la economía estadounidense. Es muy difícil prever cuanto puede durar esta situación.