El patrimonio neto es un concepto muy importante, ya que permite a inversores y acreedores evaluar la solvencia de una empresa y el riesgo de invertir en ella. También es un buen indicador de la capacidad de una organización para generar beneficios y crear valor a largo plazo.
¿Qué es el patrimonio neto?
El patrimonio neto es un término que se usa en el mundo de las finanzas y la contabilidad. Se trata de un indicador que mide el valor total de los activos de una empresa, menos sus pasivos. En otras palabras, es el capital que le queda a una empresa una vez que se han pagado todas sus deudas.
¿Cómo se calcula?
El patrimonio neto se calcula restando al total de los activos, el total de los pasivos. Los activos son todos los bienes y derechos que posee una empresa, mientras que los pasivos son todas las deudas y obligaciones que tiene. Por ejemplo, supongamos que una empresa tiene activos por valor de 100.000 euros y pasivos por valor de 50.000 euros. En este caso, el patrimonio neto sería: 100.000 euros – 50.000 euros = 50.000 euros.
Su cálculo es importante porque nos permite conocer la situación financiera real de una empresa. Determinar si tiene una situación económica positiva o negativa. Un resultado positivo es un buen indicador de que la empresa está en una situación económica saludable. Significa que poseemos más dinero y bienes que deudas y obligaciones.
Por otro lado, si es negativo, es un indicador de que la empresa se encuentra en una situación económica no tan saludable. Significa que posee más deudas y obligaciones que dinero y bienes.
¿Cuáles son sus características principales?
El patrimonio neto tiene varias características importantes, a continuación, vamos a enumerar algunas de ellas:
- Es un buen indicador de la capacidad de una empresa para generar beneficios y crear valor a largo plazo.
- Permite a inversores y acreedores evaluar la solvencia de una empresa y el riesgo de invertir en ella.
- Es una medida del capital propio de la empresa. Es decir, el dinero que los accionistas han invertido en ella.
- Ayuda a establecer el valor de la empresa, ya que representa el precio que los inversores estarían dispuestos a pagar por ella.
Diferencia entre recursos propios y fondos propios
Aunque a menudo se usan como sinónimos, recursos propios y fondos propios no son lo mismo. Los recursos propios son todos los bienes y derechos de una empresa, mientras que los fondos propios son el capital proveniente de su actividad o que los accionistas han invertido en ella.
Los recursos propios incluyen el patrimonio neto, es decir, el capital que le queda a una empresa una vez que se han pagado todas sus deudas. También incluyen otras partidas, como los beneficios no repartidos o el capital social.
Los fondos propios, por otro lado, son el capital que los accionistas han invertido en una empresa. Los fondos propios no incluyen el patrimonio neto, ya que este último representa el capital que le queda a una empresa una vez que se han pagado todas sus deudas.
Patrimonio Neto negativo y sus consecuencias
Un patrimonio neto negativo es un indicador muy preocupante, porque significa que la empresa tiene más deudas que activos. En otras palabras, la empresa no tiene suficiente capital para hacer frente a todas sus obligaciones.
Es una situación de déficit de capital que muestra cómo las fuentes de financiación, o las deudas que debe cubrir la empresa, superan a los usos, por tanto, a lo líquido. Un patrimonio neto negativo en el balance hace que la empresa sea deficitaria, con todas las consecuencias que ello conlleva.
Un patrimonio neto negativo puede tener varias consecuencias:
- La empresa puede tener dificultades para hacer frente a sus compromisos económicos.
- Los inversores y acreedores pueden perder la confianza en la empresa.
- La empresa puede tener problemas para obtener financiación.
Cuando el patrimonio neto es negativo cambia de posición en el balance. De hecho, recordemos que el balance es un documento contable de partida doble que debe dar un resultado de paridad entre activo y pasivo.
Si los pasivos son mayores que los activos, el patrimonio neto negativo se coloca en la sección de activos. Lo que da una idea más clara de lo que está sucediendo: el patrimonio deja de contribuir a las fuentes de financiación, pero se convierte en activo liquidable para hacer frente a la deuda.
La equidad negativa es un indicador de que una crisis financiera afecta a una empresa. Además, si no tiene los fondos para cubrir las deudas, la empresa se encamina hacia un estado de insolvencia de difícil solución. Por eso, el patrimonio neto negativo alarma a empresarios y directores financieros: es una situación de crisis a la que hay que responder con rapidez.
¿Cómo funcionan en contabilidad las cuentas del patrimonio neto?
Como le mencionamos el Patrimonio Neto es el valor que tiene una empresa, y se calcula a través de la diferencia de cuentas de activo menos las cuentas de pasivo: Patrimonio Neto = Cuentas de Activo – Cuentas de Pasivo.
Como se calcula a través de una resta, a las cuentas del patrimonio neto se denominan, «cuentas diferenciales». Aquí se incluyen todos los aportes realizados, ya sea en el momento de creación o constitución de una empresa o con aportes posteriores, por sus socios o propietarios. Estos aportes no se consideran pasivos.
Las cuentas del patrimonio neto funcionan de la misma manera que las cuentas de pasivos. Es decir, aumentan y se originan por el haber y disminuyen por el debe.
Para un registro contable adecuado, las cuentas utilizadas son las siguientes:
- Capital o Capital Social.
- Reservas.
- Resultado del ejercicio.