Banco malo: ¿Qué es y qué dicen sus defensores y detractores en España?
En el mundo de las finanzas, se realizan todo tipo de acciones, actividades y se toman medidas variadas con el fin de mantener una estabilidad económica. Es por ese motivo, que hay que comprender por completo a qué se refieren cada uno de los términos financieros existentes en la actualidad. Para ayudarte con esto, en el texto de hoy centraremos nuestra atención en explicarte qué es el banco malo y cómo funciona el mismo para el bien de la economía nacional.
¿Qué es un banco malo?
Lo primero que debemos conocer es la definición de banco malo. Sin duda, escuchar este término puede causar cierto ruido, pero realmente es algo positivo para los países en los que se aplica. De forma resumida, podemos afirmar que un banco malo es una entidad de tipo financiera que se encuentra repleta de balances que pertenecen a los activos tóxicos de otros bancos. Este tipo de entidades no se suelen ver con frecuencia, ya que su creación se efectúa solamente cuando un país se encuentra en una situación financiera grave por activos de dudosa calidad.
Teniendo esto en consideración, podemos entender por qué a los bancos malos también se les conoce por el título de Fondo para la reestructuración de los activos financieros. Y es que eso es precisamente lo que hacen, se encarga de tomar los activos tóxicos de otros bancos. Dichos activos tóxicos son todos aquellos que se encuentran contabilizados en el balance de un banco por un valor sobrevalorado. El objetivo que persiguen los bancos malos es salvar el sistema financiero de un país.
¿Cómo funciona el banco malo?
No cabe duda de que el funcionamiento de este tipo de entidad bancaria es bastante particular. Por ello, para entender mejor de qué va todo, necesitamos adentrarnos más en su funcionamiento. En este punto, hay que destacar que existen dos formas de crear un banco malo. La primera, que es la forma más sencilla de hacerlo, es que un banco cree por sí mismo una entidad subsidiaria que se encargue de administrar todos sus activos tóxicos. De este modo, no se necesita del trabajo de ningún tipo de ente externo a la entidad bancaria.
En el otro modo de creación de los bancos malos nos encontramos con la intervención de entes externos. Este ha sido el tipo de método que se ha decidido utilizar en algunos países europeos. Se trata de la creación de un banco malo en forma de una entidad totalmente independiente de todas las entidades bancarias del país. En ella, se reúnen los activos tóxicos de todos los bancos que se encuentren afectados. La intervención externa suele venir de parte del sector público de la nación.
Ventajas del Banco Malo
Al igual que cualquier otro tipo de tema financiero, los bancos malos cuentan con sus ventajas y desventajas. Para comprender por completo cómo se estructuran y trabajan los mismos hay que tener una perspectiva que incluya sus pros y contras. Por ello, iniciaremos hablando de las ventajas del banco malo. Entre las cuales, la que más destaca es su objetivo principal. Es decir, ser de ayuda para las entidades bancarias en tiempos de crisis o problemas financieros realmente graves.
Por otro lado, es importante señalar también que, al pasar los activos tóxicos a los bancos malos la solvencia y calificación crediticia de dichos activos mejora de forma notable. Y es precisamente debido a esto que la recuperación del sector financiero podría ser mucho más rápida. Los bancos malos logran que los efectos de una posible crisis financiera grave se vean reducidos en gran medida. Esto es positivo tanto para el país en general como para todas y cada una de las entidades bancarias del mismo.
Desventajas del Banco Malo
Ahora que ya tienes claros cuáles son los beneficios que este método ofrece, es momento de hablar sobre las desventajas del banco malo. Puesto que, a pesar de parecer una excelente medida, lo cierto es que también genera algunos puntos en contra que hay que conocer. En primer lugar, nos encontramos con la clara desventaja de que la estrategia de salida de estos activos tóxicos es venderlo a un costo mucho más bajo del cual se obtuvieron. Es decir, son ventas que generan pérdidas.
Esto se debe a que es muy difícil encontrar a personas que estén interesadas en invertir en el banco malo. Pues saben a la perfección el tipo de ventas que se generan y la poca o nula ganancia que pueden obtener a este tipo de negocio. Además de esto, es importante resaltar que se trata de una medida que suele formarse, en un principio, por capitales obtenidos desde el banco central. Por consiguiente, podemos decir, que es una medida muy controversial.
¿Cómo afecta a la economía española esta figura?
Dentro de España las entidades de bancos malos se han utilizado desde hace ya varios años. En el año 2012 se creó el denominado Sareb, cuyas siglas hacen referencia a la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria. Desde el mismo nombre, podemos notar que se trata de un claro ejemplo de banco malo. En este caso, su funcionamiento es totalmente independiente y no fue originado por las entidades financieras o bancarias del país.
En el momento de su creación el Sareb tuvo la intención de recapitalizar a todas las entidades financieras o bancarias que sufrieron graves problemas tras la crisis financiera que afectó al país en el año 2008. Por lo tanto, es una entidad que se encarga de gestionar y vender los activos tóxicos que han ingresado en su cartera. Cumple con la función de devolver la mayor cantidad de dinero posible con respecto a la deuda avalada por el Estado español.
Ejemplos de bancos malos
España no ha sido el único país que se ha visto en la necesidad de recurrir a la creación de bancos malos para el correcto avance del país. También hay otros países europeos que han necesitado de esto. Por ejemplo, Alemania tuvo que crear el FMS-W, Finlandia creó el Sponda o Portugal que creó el Banco Espírito Santo. Dentro de otras regiones del mundo esta metodología también ha sido utilizada. Por ejemplo, en Estados Unidos se tiene al Mellon Bank e Indonesia tiene al denominado IBRA.
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