La cuestión de la salud mental ha saltado al centro del debate público, al fin. Nunca hasta ahora se había hablado de estos temas con la libertad -aunque no plena- con la que se trata ahora. Sus señorías ya debaten en el Congreso sobre esta cuestión, hasta ahora tan tabú.
Y como tantas realidades complicadas como esta, hay mil aristas que investigar y pulir. Una de ellas sucede en el entorno laboral. La realidad empresarial está atravesando un periodo lleno de cambios y novedades, tanto a nivel de procesos regulatorios como de organización laboral, que están teniendo su reflejo en el bienestar emocional de los equipos.
Según el último estudio de Cobee, primera plataforma digital europea que permite crear y gestionar los planes de beneficios de empleados de manera flexible y totalmente automatizada, el 58% de los empleados españoles reconoce que ha tenido que buscar ayuda profesional por problemas relacionados con su salud mental en los últimos doce meses.
El estudio ‘Estado de la salud del empleado en la empresa’, realizado por Cobee en colaboración con DKV, Gympass y ifeel, desprende también otros datos preocupantes: siete de cada diez trabajadores encuestados aseguran que su salud ha empeorado en lo que va de año.
El papel de las empresas en la salud mental de sus empleados
Para Borja Aranguren, CEO y cofundador de Cobee: “Nuestra concepción de la salud mental está tomando cada vez un papel más importante en el seno de las empresas. Los efectos de la pandemia, que han hecho que miles de empleados tengan que adaptarse a nuevas formas de trabajo, así como la situación retadora y cambiante del panorama laboral, pueden traducirse en incertidumbre, desconfianza o inquietud de los empleados si la empresa no les apoya con políticas de bienestar”.
¿Hasta qué punto se ocupan los empleados de su salud en el trabajo? ¿Tienen todo el apoyo que necesitan por parte de la empresa? Estas y otras cuestiones son las que plantea este estudio, en el que se pregunta directamente a los verdaderos protagonistas de esta situación: los empleados.
Actividad física y desconexión digital como vectores de bienestar emocional y salud mental
Los trabajadores encuestados han reconocido haber tenido problemas de salud mental que, de una manera u otra, han afectado a su productividad. Además, el sedentarismo; la escasa desconexión digital, o el abuso de alimentos con bajo perfil nutricional se anteponen a los hábitos de vida saludables. Esto afecta también al bienestar físico y mental de los empleados.
En este punto toma especial relevancia la actividad física. Cuatro de cada diez empleados reconocen que el deporte ayuda a liberar la tensión acumulada, pero encuentran un problema relacionado: no tienen tiempo para practicarlo habitualmente. Un 49% de los profesionales encuestados practica alguna actividad deportiva después de la jornada laboral, mientras que el 10% reconoce que no practica deporte de forma habitual, a pesar de que este es una de las mejores soluciones para reducir el estrés y mejorar la salud mental.
Flexibilidad para desconectar durante las horas de trabajo
Una vez más, el papel de las empresas toma relevancia en este aspecto, ya que solo el 13% cuenta con flexibilidad total para desconectar durante las horas de trabajo. Además, a nivel retributivo, de todos los beneficios con los que las empresas compensan a sus empleados, las suscripciones mensuales a gimnasios, estudios y opciones digitales (48%); los seguros de salud (62%) y la formación (55%) también son acciones con muy buena acogida entre los trabajadores.
“El trabajo, ya sea desde casa o desde una oficina, es una de las actividades a las que dedica más tiempo una persona. Por eso es tan importante promover programas y acciones desde la empresa que ayuden a los empleados a mantener un buen estado de salud”, afirma Aranguren. “Y no me refiero solo a la ausencia de enfermedades. Por encima del estado físico, el bienestar emocional es una necesidad a la que hay que prestar especial atención. Al margen de reducir el absentismo o mejorar la productividad, las empresas que se preocupan por la salud mental de sus empleados demuestran un compromiso que se traduce en un mayor sentido de pertenencia por parte de estos”, añade.
Estrés, salud mental y teletrabajo
La fatiga; el malestar emocional; la ansiedad, o los dolores de cabeza son solo algunos de los síntomas derivados del estrés. Se trata de una situación que han atravesado ocho de cada diez empleados en el último año. Según los datos de Cobee, una excesiva carga de trabajo (63%) y la presión por parte de los superiores (32%) son las dos principales causas del estrés de los trabajadores. Estos datos están haciendo sonar las alarmas de los departamentos de Recursos Humanos, cada vez más preocupados por el bienestar de sus plantillas.
En este contexto, el teletrabajo se erige como una posible solución, ya que el 77% de los encuestados afirma que le ha ayudado a reducir sus niveles de estrés. ¿Y en cuanto a la productividad? Sobre esta nueva forma de trabajar no hay una opinión generalizada entre los empleados. Un 58% cree que el teletrabajo permite que su concentración y productividad sea mayor. Y el 42% considera que no es tan productivo como en la oficina. La apuesta generalizada pasa por un por un modelo de trabajo híbrido, adoptado ya por el 65% de las empresas.
Los datos del estudio avalan la necesidad que tienen los profesionales de ser escuchados por sus empresas. “El impacto de la salud de los empleados en el crecimiento y desarrollo de las empresas es un hecho. El reto está ahora en promover medidas y políticas que promuevan el bienestar de los trabajadores y en eliminar los factores que ponen en riesgo la salud en el centro de trabajo”, concluye Aranguren.