El presupuesto comunitario debería orientarse a los resultados y no al gasto, según el TCE

El Tribunal de Cuentas Europeo advierte en su Informe Anual relativo al ejercicio 2013 que el sistema presupuestario comunitario está demasiado orientado a gastar los fondos cuando debería centrarse más en la obtención de resultados. En su función de auditor independiente, el TCE aprobó las cuentas de la Unión Europea correspondientes a 2013, pero subraya que la gestión de su gasto no es aun suficientemente satisfactoria en términos generales, ni en la Unión ni en los Estados miembros.

Según los auditores de la UE, en todo el período 2007-2013 se concedió prioridad a gastar los fondos disponibles («se usan o se pierden») y no a conseguir buenos resultados. Por ejemplo, en la selección de proyectos beneficiarios se atendió en primer lugar a la necesidad de gastar los fondos europeos disponibles; en segundo lugar, a cumplir la normativa, y solo en último lugar –y de forma limitada–, a obtener resultados.

En el Informe Anual relativo al ejercicio 2013, los auditores de la UE emiten una opinión sin reservas sobre la fiabilidad de las cuentas de la UE y llegan a la conclusión de que la recaudación de los ingresos de la UE está exenta de errores. Sin embargo, el porcentaje de error estimado para el gasto de la UE es del 4,7 % (en 2012 fue el 4,8 %).

Este porcentaje de error estimado por el TCE no mide el fraude, la ineficacia o el despilfarro, sino los fondos que no deberían haberse abonado con cargo al presupuesto de la UE porque no se utilizaron con arreglo a sus normas. 

Según los auditores de la UE, las medidas correctoras y de recuperación de fondos de la Comisión y de las autoridades nacionales tuvieron una incidencia positiva en el porcentaje de error estimado ya que, de no haberse adoptado, el porcentaje global de error estimado habría sido del 6,3 % en vez del 4,7 %. 

Los gastos a cargo del presupuesto de la UE sumaron en 2013 un total de 148 500 millones de euros, lo que aproximadamente equivale a 290 euros por ciudadano, a un uno por ciento de la renta nacional bruta de la UE y a un dos por ciento del gasto público total de los Estados miembros.