¿Por qué crece el sector del ocio?

Hay quien podría creer que, consecuencia de la crisis, uno de los puntos en los cuales se reduciría más el gasto de las familias sería, justamente, en todo aquello relacionado con lo que no es más básico e imprescindible para vivir. En cambio, en este caso no ha sido así. ¿Por qué? A continuación os mostraremos los motivos por los cuales el sector del ocio ha conseguido resistir con cierta entereza las dificultades de los últimos años de dificultades económicas.

¿Por qué motivos crece el sector del ocio?

Los motivos que han propiciado que el sector del ocio se mantenga y hasta se hayan abierto nuevos locales relacionados con este negocio son los siguientes:

• Las dificultades de la gente joven para independizarse: justamente, aunque podría parecer paradójico, el hecho que la gente joven se vea obligada, como consecuencia de no encontrar trabajo o por la posibilidad de pagarse un alquiler, a quedarse en casa de los padres, les anima a realizar un mayor gasto en ocio. Las razones son las siguientes:
  • Tienen más dinero disponible: el no tener que afrontar el gasto de un alquiler y todo lo que supone vivir fuera de casa de los padres (recibos, comida, reparaciones, imprevistos)… facilita que tengan más dinero disponible. En el fondo, es un aspecto en parte «falso”, porque con lo que tienen ni tan siquiera puedan empezar una vida de forma independiente, pero el acomodamiento les lleva a ello. Así, ante la no necesidad de hacer frente a gastos, gastarán una parte de lo que en teoría tendrían que asignar a gastos habituales al ocio.
  • La necesidad de salir de casa: a partir de una cierta edad, los jóvenes quieren tomar distancia con los padres y ganar en autonomía. Evidentemente, el hecho de vivir con ellos dificulta conseguir tal fin. Por lo tanto, intentan tener un menor contacto con ellos saliendo más de casa con los amigos o conocidos. Esta necesidad que sienten de salir incrementa su gasto en ocio.

• Cambio en el orden de preferencias del consumidor: así como hace unos años las personas tendían, cuando tenían un remanente de dinero, a ahorrarlo, ahora esta actitud ha cambiado. La posibilidad de conocer nuevos lugares y la importancia que se le da hoy en día al ocio y a “aprovechar el momento” provocan que, aquéllos que tienen la posibilidad de conseguir unos ahorros, en algunos casos prefieran gastarlos en su ocio en lugar de tenerlos ahorrados para hacer frente a hipotéticos hechos futuros.
• La llegada del turismo: nos encontramos en una de les principales destinaciones turísticas del mundo. Ciudades como Barcelona concentran una gran cantidad de turistas que van a la ciudad atraídas por una multitud de factores: la cultura, el sol y playa, la montaña, la posibilidad de realizar todo tipo de actividades en entornos y contrastes distintos… Todo ello, junto con la implantación de las aerolíneas de bajo coste, ha favorecido la proliferación de muchísimos negocio con la finalidad de saciar la necesidad de ocio de todos estos turistas que vienen de tantos lugares del mundo. Como consecuencia, en determinados barrios, se han creado espacios y zonas extremadamente congestionadas, que han puesto en alerta a muchos vecinos, que consideran que hay que repensar este modelo de turismo de masas. De la misma forma, existen otros negocios que van destinados al ocio de otro público de mayor poder adquisitivo que busca especialización y distinción. Así pues, la llegada de toda esta gente favorece la creación de muchas y variadas actividades relacionadas con el ocio.
• El uso masivo de las redes sociales: hay toda una generación que usa las redes sociales (Facebook, Twitter, aplicaciones móviles) de una forma continua y generalizada durante todo el día. Se trata, por lo tanto, de un canal a través del cual es muy efectivo (y económico en relación a los tradicionales) enviar y hacer llegar al público todo tipo de mensajes distintos. Así pues, todo ello ha favorecido la interacción entre los distintos negocios y el mismo público, que conoce al momento todas las novedades de sus espacios favoritos.
• Clima: puede parecer un factor secundario, pero no lo es. El hecho que tengamos un clima en el cual los inviernos (en las destinaciones que no se focalizan de forma específica en temas relacionados con la montaña o el esquí) muy agradable (en especial el Mediterráneo), facilita el hecho de salir, estar por las calles y querer salir con amigos o conocidos.
• Reconocimiento en ámbitos determinados: ha habido esfuerzos muy importantes por parte de algunas ciudades para ser reconocidas en determinados sectores específicos relacionados con el ocio y, así, atraer a grandes cantidades de público. Por ejemplo, en el caso de Barcelona, en los últimos años se han intentado atraer grandes artistas musicales para conseguir promocionar y crecer determinados festivales de música que, para muchos fans, se han convertido en cita ineludible e imprescindible. Algunos de los ejemplos que podemos encontrar son el Sónar, el Festival Cruïlla, El Primavera Sound, el Festival de Guitarra, el BAM (Barcelona Acció Musical), el Festival de Jazz de Barcelona, El Grec… todo tipo de festivales para públicos distintos que gozarán, junto a unos días de fantástica música, de todos lo que ofrece la ciudad.
• Imagen: en general, la imagen respecto cómo son las personas es buena. Es decir, si tantos turistas vienen aquí es, también porque creen que se será agradables con ellos. En general, se tiene una imagen de aquí como un lugar en el cual la gente es más “distraída” o más “informal” y próxima, de forma que es fácil entablar amistad con rapidez. Ahora bien, ello puede estar en riesgo si no se logra descongestionar algunos espacios de las principales ciudades donde la presencia de turistas es considerada excesiva. Entonces, no sería extraño que, por parte de algún vecino, haya alguna reacción hacia acciones de algún turista.