La empresa ilicitana Bioarray ha incorporado a sus servicios una «innovadora línea de análisis» para la realización de test fiables en la detección del SARS-CoV2, con la que dará servicio a entidades públicas y privadas. Las pruebas están destinadas a particulares y a trabajadores de empresas en general, pero muy especialmente están indicados para aquellos que desarrollen su trabajo en contacto con el público y para los que se reincorporan presencialmente a sus puestos de trabajo.
Para acceder a los test es imprescindible que presenten una prescripción médica. De esta manera, la compañía biotecnológica va a contribuir a incrementar la vigilancia y control en la fase de transición de la pandemia de coronavirus, así como a mejorar los indicadores de seguimiento de la misma.
Para ello, Bioarray ha incorporado dos tipos de test: test rápidos de anticuerpos, recomendable pasados unos días tras la infección y los resultados indican si el paciente se ha inmunizado; y test RT-qPCR, que detectan el virus de manera más temprana y mientras esté activo en el organismo, pero no aportan información sobre si el paciente puede transmitir la enfermedad a otras personas. Para facilitar la atención a los usuarios ha instalado un punto de toma de muestras en el aparcamiento de la Universidad Miguel Hernández (UMH).
La compañía ha incorporado a su laboratorio un robot Opentrons, la última tecnología en la realización de pruebas diagnósticas, una máquina que permite el procesamiento de cientos de muestras diariamente de forma rápida, eficaz y fiable. La utilización de un robot para el procesado de muestras permite la automatización de procesos clave, haciéndolos más rápidos y seguros para sus científicos. «Gracias a esta tecnología de vanguardia la empresa es capaz de procesar de forma rápida, fiable y eficiente más de 2.000 pruebas semanales para COVID-19 por RT-qPCR», ha señalado.