El Instituto de Estudios Económicos de la provincia de Alicante está monitorizando el impacto de la crisis y aunque es pronto para las valoraciones, el mecanismo se ha puesto en marcha. En una provincia marcada por un tejido de pymes y micropymes, hablamos con Rafael Ballester, presidente de Ineca y conocemos los indicadores que se están incorporando a una «vigilancia estadística» que nos da información de valor.
-Ineca está haciendo unas encuestas, pero ¿en qué o como se está trabajando para analizar esta crisis?
-La primera decisión estratégica que adoptamos fue crear un monitor que en el que todo nuestro equipo estuviera entrado en monitorizar lo que está pasando. Al principio, te confieso que con cierta frustración por las dificultades de medir, de hecho aún estamos en pleno proceso de conformación de los datos
La primera generación era una encuesta para valorar el grado de percepción de los empresarios y autónomos de las primeras medidas. Con esta primera información, ya hemos unido diferentes datos estadísticos y ya estamos en el cuarto. Hemos incluido los datos de marzo y también hemos querido sumar los de los ERTE que cada día iban creciendo y creo que ya tenemos una información madura.
Con los datos que tenemos, nos encontramos que el alcance inicial de la crisis está afectando a 160.000 personas, las cuales no están produciendo en su actividad anterior a la crisis -bien por estar dentro de un ERTE o en el paro. Lo que estamos esperando son los datos de cotización de abril que se sabrán en breve. Ahí veremos la parte del iceberg más relevante que nos va a afectar.
Esta semana hemos lanzado una nueva encuesta que tiene que ver más con medir el grado de eficacia que están teniendo las medidas de higiene en las empresas que sí han podido mantener su actividad durante estas semanas. La idea es tener un primer testigo de cómo se puede desarrollar la actividad empresarial en las próximas semanas con cierta normalidad. Esperamos tener los datos la semana que viene.
Lo que estamos esperando son los datos de cotización de abril que se sabrán en breve. Ahí veremos la parte del iceberg más relevante
-En el plan de desescalada, el sector turismo turístico ha pedido un Plan de especial Protección. Teniendo en cuenta que tenemos distintos tipos de turismo, ¿cree que habrá que hacer distintos planes para cada uno de ellos?
-Debemos tener en cuenta que contamos en la provincia de Alicante, afortunadamente, con turismo hotelero, residencial, gastronómico, deportivo y todos tienen sus particularidades; pero también tienen aspectos en común como es la movilidad internacional. Creo que es el primer aspecto que debemos tratar como provincia y como Estado y ese debate se produce a nivel internacional y especialmente, en el seno de la UE.
El turismo residencial, a corto y medio plazo, puede ser uno de los elementos que tiren de la economía en España y especialmente en nuestra provincia. Necesita que se adopten esas medidas de manera urgente y segura para generar confianza.
En cuanto al hotelero, creo que la estrategia que se está planteando en el sector es la adecuada. Si miramos a medio y largo plazo, cuando hemos escuchado a la vicepresidenta hablar este fin de semana de la recuperación económica en 2021, incluso habla también del descenso de ingresos que se va a generar en 2020, el cual se atenúa en el segundo semestre, es porque cuenta con que algunos de nuestros principales recursos como es el turismo va a salir reforzado en 2021.
Por todo ello, creo que es fundamental a corto plazo dediquemos una especial atención a todo el ecosistema empresarial vinculado al turismo. Si ni conseguimos mantenerlo en condiciones empresariales saneadas, no vamos a tener empresas que puedan prestar el servicio en condiciones razonables a finales de 2020 y sobre todo, en 2021.
Las medidas propuestas en el sector son adecuadas y, sobre todo, vinculadas a garantizar cierta liquidez y la supervivencia empresarial.
-La crítica empresarial viene por las limitaciones de espacio. ¿Es la flexibilización de los ERTE la herramienta para esa supervivencia?
-Hace falta mucho diálogo. El Gobierno no puede tomar decisiones sin contar con los sectores. Hablas de restauración y hoteles, pero lo veo mucho más global. El turista no viene porque haya un hotel, viene porque alrededor de él hay una serie de servicios que hacen que su estancia sea satisfactoria. Quiere restaurantes abiertos, ocio, playas … campos de golf, oferta cultural … abrir un hotel sin todo ello no nos hace atractivos. Es fundamental el diálogo y hay que ir resolviendo los problemas por cada uno de ellos, el de los hoteles, el de los restaurantes, ocio y el conjunto de las ofertas.
Por parte del Gobierno se debe ser consciente de que el Estado está imponiendo una serie de restricciones a la libertad empresarial, algunas lógicamente justificadas por la crisis sanitaria. Ese condicionante tiene consecuencias en la cuenta de resultados y en su ecosistema, es decir, empleo, red de proveedores, entre otros.
Las medidas deben ir dirigidas a que esas acciones por parte de la Administración no colapsen ese ecosistema empresarial del que estamos hablando. Cuando hablo del ecosistema, hablo no solo del empresario o empresaria que está al frente de la sociedad, sino de todo lo que te indicaba. Hay que tratarlo con mucha empatía y teniendo en cuenta algo muy relevante: por un lado están las grandes empresas que pueden tener mucho peso específico, pero luego hay una red de pymes y micropymes extensísima a lo largo de nuestra provincia que tienen unas necesidades, seguramente, mucho más cortoplacistas.
Además, lo veo de una forma más global, pues entiendo que ese tejido del que te hablo es también una red de consumidores. El Gobierno decía que confía en el aumento de la demanda interna a final de año. Si no mantenemos vivo el tejido de pymes y micropymes que hay en España, que es el 90 % del tejido empresarial, nos estamos cargando el tejido de grandes y pequeños consumidores internos que va a ser necesario para remontar. O como decía la vicepresidenta, para atenuar la caída.
«Es fundamental a corto plazo dediquemos una especial atención a todo el ecosistema empresarial vinculado al turismo».
-¿Crees que a un año vista puede cambiar la radiografía económica de la provincia por la crisis?
– A un año creo que no. Vamos a seguir teniendo un sector turístico importante en cuanto recuperemos la movilidad. A nivel agroalimentario nos estamos comportando muy bien. Creo que estamos destacando por ello. Se está demostrando la fortaleza y resiliencia del sector. Creo que, incluso podemos salir reforzados, sobre todo en cuanto a logística y distribución.
En el ámbito industrial, somos potentes sobre el mapa por nuestra diversidad, pero teníamos retos por delante como ganar tamaño y presencia internacional. Lo que ha demostrado la crisis es la capacidad de adaptación de nuestro sistema industrial a muchos de los requerimientos que se han presentado.
Otra cosa son los datos marzo de cotización: muchas de esas empresas no se han podido acoger a ERTE en primera instancia y se ha generado una pérdida importante de empleo en el corredor del Vinalopó y L’Alcoià. Eso quiere decir que también habrá que dedicarles una especial atención de la mano de las empresas, empezando con propuestas que ya se han puesto en marcha a través de la clusterización. No hablo de un cambio de modelo, sino una revolución para posicionarnos en el mercado internacional, pues los expertos advierten de un cambio de escenario y se va a reescribir las reglas.
Igual que se habla de relocalizar industria española hoy presente en otras partes del mundo, Alicante tiene que estar en el mapa de esas relocalizaciones. Igual que podemos ser capaces también de posicionarnos en el tema de la logística.
– Desde hace años Ineca reclama que la industria debe coger mayor peso en la provincia y ahora no paramos de oír hablar de reindustrialización, ¿estamos ante una buena oportunidad?
-La recuperación tiene que ir de la mano de todos los sectores económicos. No podemos despreciar el resto de los sectores.
-Pero, ¿tiene que ganar peso?
-Sí, pero para garantizar a corto plazo nuestras necesidades debemos seguir trabajando en apuntalar nuestras fortalezas -turismo- y evidentemente tenemos una oportunidad que se nos brinda y de la que venimos hablando. Es el caso de la Industria 4.0 que va emergiendo y ahora con un respaldo cada vez más fuerte por parte institucional.
La crisis ha borrado ese escenario a medio plazo y ahora estamos dibujando uno nuevo. Creo que el sector industrial tanto el textil, calzado, robótica, componentes de plástico, la agroalimentación tiene capacidad para posicionarse en ese sector. Es muy importante la ligazón entre ese sector industrial y que no vaya cada uno por su cuenta.
-Entonces, ¿se agudiza o se rebaja la necesidad de ganar tamaño por parte de las empresas?
-La agudiza. También es cierto que en 2019 se estaban viendo movimientos corporativos en los que, si no se estaba ganando tamaño organizativamente, se estaban produciendo alianzas para ser capaces de competir mejor. Si queremos posicionar la industria alicantina a nivel internacional, vamos a tener que ir de la mano de propuestas bastante más solventes, sobre todo, en capacidad de servicio y seguramente para ello tenemos que poner encima de la mesa proyectos de clusterización en los que ya estábamos inmersos. Por ejemplo, el de la Vega Baja para el agroalimentario.
Ahora hemos visto como casi en un mes se ha creado un clúster de textil sanitario de manera casi espontánea, pero por lo que parece, ha venido para quedarse, porque además les da visibilidad local y nacional.
Hay que tener, en la medida de lo posible, modelos hiperflexibles en todo. Fíjate en las ventas: la crisis ha anticipado los cambios de modelo de consumo
-Pero cuando se acaba la crisis sanitaria ya no tendrá sentido fabricar batas …
-Hay que tener, en la medida de lo posible, modelos hiperflexibles en todo. Fíjate en las ventas: la crisis ha anticipado los cambios de modelo de consumo. La venta online ha sido clave y ha permitido a algunas permanecer abiertas.
-Alicante se estaba posicionando en el campo tecnológico con proyectos como el Distrito Digital, ¿crees que será posible si no hay inversión o decrece y más cuando el Gobierno ha vuelto a poner en el calendario la tasa Google?
-En cuanto a la tasa, creo que tenemos ser capaces de mirar a largo y medio plazo. Si estamos pensando en como vamos a remontar y para ello hay que generar confianza en los inversores. Si nos convertimos en un país con limitaciones en la inversión será difícil cumplir con las previsiones de recuperación. Este tipo de medidas son disuasorias, hay otros países que van a ser más flexibles para las propias inversiones y las internacionales. Es un problema de ser competitivos. Hay que tener la cabeza serena.
En cuanto al proyecto alicantino, estamos inmersos en un proyecto de gran consenso entre todos los agentes. Recientemente escuchaba a un premio nobel de Economía decir que España tras la crisis destacaba en innovación y talento. Uno de los consejos que daba a los españoles era, a corto plazo, invertir en ese capital humano porque es lo más importante que tenemos. Si no lo hacemos así, todo lo que hemos ganado en los últimos ocho o diez años lo vamos a perder.
-Por último, ahora más que nunca necesitamos datos. ¿Ineca va a incorporar nuevos datos a sus informes de coyuntura?
-Sí. Ahora estamos en momento COVID y va a durar bastante tiempo. Los análisis de coyuntura que se produzcan este año van a estar enfocados al impacto de esta crisis y poco tendrán que ver con los antecedentes. En paralelo, queremos seguir trabajando en ese posicionamiento proactivo con las administraciones de nuestra economía. Tenemos que ser realistas, no catastrofistas.