La Comunitat Valenciana escapa del ambiente preelectoral en el inicio de Fitur
La primera jornada de Fitur comenzó con la vista puesta en la huelga de taxis, pero con las habituales colas de entrada, todo se centró en si los Reyes llegarían a tiempo. Sin duda fue un motivo secundario para la Comunitat Valenciana que este año no entraba en el recorrido real.
Pronto se activaron las agendas de Turismo de la Generalitat, las tres diputaciones y los numerosos municipios presentes. Todos se lanzaron a poner en marcha una actividad frenética, más apropiada para un runner que para medio de comunicación. Pero Fitur es así, cuando se habla de puertas adentro.
Con un enfoque cada vez más profesional y ligado a la oferta empresarial, la primera jornada dejó claro que los principales destinos provinciales han apostado por la especialización en 2019. Turisme València abrió el fuego con una presentación de grandes objetivos y, sobre todo, con una puesta en escena muy vinculada a sus particulares cartas digitales.
La novedad radicó en Trade Valencia. La diputada de Turismo Pilar Moncho explicó el esfuerzo realizado para llegar a la nueva plataforma, donde se ha dado cabida a las ofertas experienciales de las empresas de la provincia. Además, tendrá un apartado de formación y asistencia para las empresas que quieran vender experiencias y que puedan abrirse a ofertar todo tipo de productos, tal y como puntualizó el director del Patronato Evarist Caselles.
Esta plataforma se suma a las otras dos -sobre gastronomía y localización para audiovisuales– con las que la Diputación ha querido transmitir una reordenación de propuestas y, sobre todo, un cambio respecto a gobiernos anteriores. Lo cierto es que la palabra profesionalización estuvo muy presente en la jornada.
En las tres acciones digitales, la provincia de València pasa a tener tres sellos propios, lo que sin duda facilitará el posicionamiento de las tres segmentaciones. Monchó recordó que ese trabajo ha sido clave en romper la estacionalización y poder hablar de una mejora en el mercado turístico valenciano.
Nexos y diferencias
La gastronomía es uno de los ejes de trabajo de la Generalitat. El secretario general de Turismo Francesc Colomer anduvo de un sitio a otro dejando mensajes de agradecimiento a los equipos profesionales, pero también ha sabido dar unidad a un vasto y riquísimo sector como es la gastronomía.
Si València hace unos meses que puso en marcha su plataforma, la Costa Blanca vino ayer ha reivindicar su reinado. La provincia de Alicante lleva tiempo articulando una red de grandes cocineros y ahí están sus 15 estrellas Michelin. En 2019, la ciudad de Alicante ostentará la capitalidad mediterránea del sector.
Su buen hacer fue reconocido públicamente por otros chefs valencianos como Ricard Camarena o Begoña Rodrigo que salían en un video donde todos -incluidas Maria José Sanromán y Susi Díaz allí presentes- apostaban por tener en Alicante el epicentro de la gastronomía.
Frente a ejes más genéricos, Costa Blanca y Castellón trajeron auténticos atractivos. La Diputación de Alicante echó el resto con la presentación de La Vuelta ciclista a España y la castellonense hizo lo propio con el FIB. Ambos son ya eventos internacionales que dan a las marcas cobertura en muchos países y actúan como auténticos reclamos.
De entonces a ahora
Pero si en algo se empieza a hacer fuerte en stand de la Comunidad Valenciana del pabellón 7 de Ifema es en la imagen de unidad. El espacio destinado a empresas ha ganado peso y es ahora el centro de la propuesta, a pesar de que los fuegos artificiales se lanzan en la denominada plaza central, donde las instituciones miden sus fuerzas y su poder de convocatoria, amén de las propuestas realmente turísticas.
Ahora que está de moda el «Challenge 10» se puede decir sin temor alguno que las disparidades se liman en la zona de networking, que el sector ha ganado profesionalidad y que entonces y no ahora, era impensable tener una lugar bajo el rótulo de business. Hace diez años, los municipios se peleaban por las buenas esquinas y hoy parece que todo el mundo ha aceptado que ir bajo un paraguas no es tan descabellado, porque el turista se pelea cada día en un tablero global y en la red.
Este año, la Comunidad estará presente en el ámbito audiovisual como su Film Office, donde Valéncia gana terreno a un ritmo digno de hacer seguimiento. El territorio como escenario ya no se ve como una molesta atención a unos cuantos pirados, sino como una incesante oportunidad de publicidad ligada a la experiencia.
En este sentido, Castellón ha querido dar más entidad a sus «Letras del Mediterráneo«, donde escritores conocidos como Marta Robles, Marin Ladun, Fernando Martínez Laínez o Anna Casanova escriben sus relatos basados en escenarios de la provincia de Castellón.
Ayer sólo se obvió, al menos, en el stand la apuesta LGTB de la Comunitat, porque la Comunitat también ha entrado de pleno en el escenario tecnológico de la mano del Distrito Digital. Aunque FiturTech no es aún el foro de gran relevancia que quiere ser, lo cierto es que el impulso de innovación volvió a estar en esa isla turística que es Benidorm. El stand del municipio ya lucía su medalla de primer destino turístico inteligente.
Lo que ha perdido sentido e imagen es el espacio dedicado a la fiesta. El origen de un rincón para las Fogueres de Sant Joan d’Alacant se ha convertido en un punto de vestimenta que parece haberse hecho con poco cariño. Quizás porque al final, se ha convertido en un pongo – abreviatura de yo qué pongo- y no en el rincón festero del que puede presumir nuestra autonomía.
Al final de la tarde se vieron algunas personas con bolsas grandes de rafia y un apetito feroz por cazar mochilas, bolis o cucharrillas del shoow cooking. Pero ese es un espectáculo que ha de verse en fin de semana, cuando los viajeros y los curiosos se mezclan con los traga regalos.
Empieza el espectáculo del turismo y lo hace en el año que el brexit nos puede marcar el mercado.
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