9 hábitos que debes evitar para aumentar tu productividad
Los malos hábitos no solo disminuyen nuestra productividad, sino que hacen que seamos menos precisos y más despistados, que prestemos menos atención, que tengamos peor salud o que podamos cometer errores que se pueden evitar.
Dejar las tareas a medias
¿Cuántas veces has comenzado a redactar un correo electrónico y al minuto has empezado a hacer otra cosa? Esto nos ha ocurrido a todos y el problema es que vamos dejando tareas a medias una tras otra sin acabarlas. Antes de comenzar con una nueva tarea asegúrate de que has terminado con la anterior y solo entonces comienza la nueva.
Tener nuestra oficina desordenada
El desorden es el enemigo número uno de la productividad puesto que si no sabemos dónde está cada cosa tardaremos mucho en encontrarla y perderemos tiempo abriendo y cerrando cajones y armarios.
Intentar hacer varias cosas a la vez o demasiadas cosas al día
Hacer varias cosas a la vez o programar muchas tareas para el mismo día nos hará sentir frustrados e incidirá en nuestra productividad, porque no terminaremos ninguna tarea y seremos incapaces de hacer todo lo que teníamos previsto. Reserva un tiempo para cada tarea y sé realista. Por ejemplo, si vas a una reunión debes contar con el tiempo efectivo de reunión y también con el tiempo que te lleve el desplazamiento.
No descansar el tiempo necesario
Es habitual que trasnochemos mucho, nos acostemos tarde y que al día siguiente tengamos que madrugar y nos levantemos agotados y sin energía. Respeta unas ocho horas de descanso cada noche y fija un horario preciso para irte a dormir todos los días a la misma hora.
Perder el tiempo en internet
Es muy frecuente que mientras trabajamos se nos ocurra que es imperiosamente necesario buscar algo en Google o mirar las redes sociales. Evítalo y céntrate en lo que estés haciendo, desconecta las notificaciones de las redes sociales y no utilices internet salvo que sea necesario para el trabajo que estés realizando.
Estar continuamente mirando el móvil
El móvil es una fuente de distracción muy importante por lo que la debemos evitar, puedes dejarlo apartado, poner en silencio las notificaciones o apagar los datos. Lo importante es que no haya nada que te distraiga.
No saber negarte a hacer algo
¿Cuántas veces has dicho OK a una tarea que no podías asumir? Es hora de aprender a decir no, con respeto hacia quien nos hace la petición, pero con firmeza. Es una cuestión de respetar tu tiempo y tu espacio.
Comer mal y a deshoras
A veces cuando estamos en la oficina comemos lo que sea de las máquinas vending o vamos a cualquier sitio a comprarnos algo. Lo aconsejable es hacer cinco comidas al día y tener una alimentación sana y equilibrada que incorpore frutas y verduras.
No mover el cuerpo y hacer deporte
Ser excesivamente sedentarios influye en nuestra energía, nuestra productividad y sobre todo en nuestra salud. No es necesario que vayas todos los días al gimnasio a hacer deporte, pero sí que te muevas que vayas andando a algunos sitios, que pasees, que camines rápido.
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