Redes elétricas saturadas ponen en jaque la inversión productiva en España

La saturación de la red eléctrica española se ha consolidado como uno de los principales obstáculos para la reindustrialización, el desarrollo de vivienda y el avance de la electrificación de la economía. Así lo confirma la actualización preliminar del estado de las solicitudes de acceso y conexión correspondiente a 2025, elaborada por Aelec, que pone cifras a un problema que ya no es coyuntural, sino estructural.

Según los datos del sector eléctrico, durante este año se han solicitado en torno a 40 gigavatios (GW) de acceso y conexión a la red. Sin embargo, solo el 12% de estas solicitudes, unos 4,5GW, han sido concedidas, mientras que el 66% (25GW) no ha podido ser atendido por falta de capacidad. El 22% restante, unos 8,5GW, continúa todavía en tramitación. Unos porcentajes prácticamente idénticos a los de 2024, lo que evidencia que el problema persiste pese a los avances en transparencia y planificación.

Proyectos industriales que renuncian a solicitar acceso

De hecho, desde Aelec advierten de que la publicación de los mapas de capacidad de la red, aunque positiva, puede estar generando un efecto colateral: proyectos industriales que directamente renuncian a solicitar acceso al constatar que no existe capacidad disponible en su zona. Es decir, la demanda real podría ser incluso mayor que la reflejada en las cifras oficiales.

El diagnóstico es claro para el sector: el problema ya no reside en la información ni en los procedimientos administrativos, sino en la insuficiente capacidad de la red de distribución, que se ha convertido en una barrera para la implantación de nuevos proyectos allí donde realmente se necesitan. En muchos casos, las empresas se ven obligadas a desplazar inversiones a zonas con capacidad disponible, aunque estas no respondan a criterios industriales, logísticos o económicos adecuados.

En riesgo el desarrollo futuro de la industria ya instalada

El impacto es especialmente severo para la industria ya instalada. Empresas ubicadas en puntos concretos del territorio ven limitada -o directamente bloqueada- la electrificación de sus procesos productivos, un paso clave para mejorar competitividad, eficiencia y productividad. Esta situación compromete tanto su desarrollo futuro como el cumplimiento de los objetivos de transición energética y descarbonización marcados a nivel nacional y europeo.

La problemática no afecta únicamente a la industria. Desde Aelec alertan de que, si no se aborda de forma ágil y eficaz, tampoco será posible conectar nueva vivienda, sistemas de almacenamiento o infraestructuras de movilidad eléctrica, desaprovechando el potencial de las energías renovables y limitando el crecimiento económico asociado a la electrificación.

Un cuello de botella

El tejido empresarial comparte este diagnóstico. La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) advierte de que el actual planteamiento regulatorio para las redes eléctricas se está convirtiendo en un cuello de botella crítico que compromete proyectos industriales, empleo y la capacidad del país para aprovechar la oportunidad que supone la descarbonización. Según sus datos, el 87% de los nudos de la red están saturados y solo una de cada diez solicitudes de acceso logra salir adelante, lo que está bloqueando tanto nuevas implantaciones como ampliaciones de capacidad.

«La industria quiere y puede invertir, pero se está encontrando con una realidad preocupante: redes saturadas, acceso limitado y un marco regulatorio que no incentiva las inversiones necesarias para acompañar el crecimiento industrial», ha señalado el presidente de la CEV, Vicente Lafuente. Una situación que afecta de lleno a territorios industriales como la Comunitat Valenciana y comarcas como el Camp de Morvedre, donde asociaciones empresariales como Asecam alertan de que la falta de red está condicionando proyectos ligados a la industria, la logística y la transición energética.

Fuera de juego inversiones estratégicas para reforzar la red

Uno de los principales puntos de fricción es el nuevo marco retributivo de las redes eléctricas, actualmente en proceso de aprobación por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). La propuesta plantea una tasa de retribución del 6,58%, junto con recortes significativos en operación y mantenimiento y un modelo que, según el sector y las organizaciones empresariales, deja fuera inversiones estratégicas necesarias para reforzar y modernizar la red.

Desde Aelec subrayan que para revertir la situación es imprescindible contar con un marco regulatorio y retributivo claro, estable y sólido jurídicamente, que garantice la recuperación de las inversiones y cubra adecuadamente los costes de operación y mantenimiento. Además, consideran fundamental establecer una tasa de retribución financiera suficiente, no inferior al 7%, alineada con el coste real de la financiación y capaz de atraer capital en un contexto de creciente competencia internacional.

Homogeneidad para todos los sectores económicos

En este sentido, Cristina Plumed, presidenta de Asecam advierte que «las redes eléctricas españolas no pueden tener menos atractivo para invertir que la de los países de nuestro entorno ni menos atractivo que la inversión en ferrocarril y aeropuertos en España cuya tasa de retribución, la propia CNMC la ha situado en un 7,73% en el caso de Adif y un 8,03% en el caso de Aena. Resulta incoherente que un mismo regulador actúe con esa falta de homogeneidad frente a otros sectores económicos en España».

La presidenta de Asecam considera que, si la CNMC no recapacita sobre este planteamiento regulatorio para las redes eléctricas, «la industria de nuestro país se va a quedar atrás en un momento en el que la inversión productiva es más necesaria que nunca». Por ello, desde la patronal comarcal se solicita a la CNMC que tenga en cuenta la situación de la industria y reaccione modificando su propuesta y estableciendo unas condiciones que garanticen las inversiones necesarias que permitan materializar la demanda real de conexión a la red que desde el sector industrial se está solicitando.

La comparación con otros países europeos refuerza este argumento. Recientemente, Reino Unido y Portugal han incrementado la retribución de las redes eléctricas, conscientes de que se trata de una infraestructura estratégica para atraer inversión industrial y avanzar en la electrificación. «Mientras nuestra industria espera, otros países avanzan», advierte Lafuente, que alerta del riesgo de que España quede rezagada justo en un momento clave para captar inversión productiva.

Infraestructuras estratégicas de primer nivel

Desde la CEV insisten en que las redes eléctricas deben ser tratadas como una infraestructura estratégica de primer nivel, en la misma posición que otras grandes infraestructuras económicas. Por ello, reclaman a la CNMC que corrija su propuesta y establezca unas condiciones que permitan desbloquear las inversiones necesarias para atender la demanda real de conexión a la red.

Ante esta situación desde Aelec corroboran que sin una apuesta decidida por las redes eléctricas no habrá reindustrialización, ni vivienda suficiente, ni transición energética efectiva. No abordar este problema de forma urgente supondría desaprovechar el potencial de las energías renovables, frenar la electrificación de la economía y limitar el crecimiento y la competitividad de España.

A juicio de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica, es el momento de situar las redes eléctricas en el centro de la agenda económica e industrial del país. No hacerlo, advierten, supondría perder una oportunidad estratégica construida con el esfuerzo inversor realizado hasta la fecha y poner en riesgo el desarrollo futuro de la industria y el empleo.