Ingenieros geomáticos reivindican su papel ante la crisis climática
Redacción E3
La Comunitat Valenciana seguirá creciendo por encima de la media española y muy por encima de la eurozona, pero el camino no está libre de riesgos. El último informe «Situación Comunitat Valenciana. Segundo semestre de 2025», elaborado por BBVA Research, estima que el PIB regional podría avanzar en torno a un 3,6 % en 2025, frente al 3 % previsto para el conjunto de España y el 0,9% para la eurozona.
La recuperación tras la DANA, el impulso de la inversión y la construcción, el buen comportamiento del consumo y de los servicios, así como un entorno de tipos de interés más benigno, sostendrán ese crecimiento. Sin embargo, el servicio de estudios del banco advierte de varios frentes de riesgo: una elevada incertidumbre política, la debilidad de la inversión privada y un mercado de vivienda tensionado que ya actúa como cuello de botella.
«Es un escenario relativamente favorable, pero podría serlo aún más si tuviésemos mayor certidumbre sobre las políticas públicas», resume a este medio Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research.
Según el informe, la Comunitat Valenciana se consolida como una de las economías autonómicas que mejor han recuperado el pulso tras la pandemia. A finales de 2026, el nivel de actividad podría situarse alrededor de 15 puntos por encima de 2019, frente a los 13 puntos estimados para el conjunto del país, lo que convertiría a la región en la segunda comunidad con mejor evolución desde la crisis sanitaria.
Detrás de estos datos está, por un lado, la rápida reconstrucción tras la DANA de 2024. Las medidas de apoyo puestas en marcha han acelerado la inversión y han dado un impulso notable a la construcción. A ello se suma la fortaleza del sector servicios, con especial protagonismo de los servicios turísticos y de las actividades profesionales, y un consumo privado que sigue mostrando dinamismo. BBVA Research prevé, además, que los salarios crezcan por encima de los precios en los próximos trimestres, lo que debería consolidar esta evolución.
Otro de los elementos que explican el diferencial valenciano es la inmigración. El aumento de la población extranjera, más intenso que en el conjunto de España en casi todas las franjas de edad, está permitiendo que la población activa continúe creciendo y está ampliando la capacidad del sector servicios para seguir tirando de la economía.
El mercado laboral refleja esta inercia positiva. En el tercer trimestre de 2025, la afiliación a la Seguridad Social en la Comunitat aumentó un 0,9% trimestral, el mayor incremento entre las regiones. Los datos del año muestran una aceleración del empleo y un comportamiento mejor que la media nacional, con un papel destacado del sector público, las actividades profesionales y el comercio. Si se cumplen las previsiones de BBVA Research, entre 2025 y 2026 podrían crearse 113.000 nuevos puestos de trabajo y la tasa de paro regional se reduciría hasta alrededor del 11,5% de media en 2026.
No todos los indicadores avanzan a la misma velocidad. Tras un 2024 excepcional, el turismo modera su contribución. El gasto con tarjetas de extranjeros y las pernoctaciones continúan creciendo, pero lo hacen a un ritmo más suave, aunque todavía más intenso que en el conjunto de España. El consumo presencial total en TPV de BBVA se desacelera ligeramente, pero sigue avanzando a tasas de dos dígitos. En cambio, las exportaciones de bienes encadenan tres años de caídas, lastradas por las semimanufacturas y el sector del automóvil. En términos reales, las ventas al exterior se mantienen por debajo del nivel prepandemia, lo que limita la aportación del sector exterior al crecimiento regional.
Preguntado por el impacto que puede tener la situación política valenciana —tras la dimisión de Carlos Mazón— en la recuperación económica, Miguel Cardoso sitúa el foco en un fenómeno más amplio: el aumento del ruido político, dentro y fuera de España, y su efecto sobre la inversión.
«No es solo la situación doméstica», explica Cardoso. «Estamos viviendo un entorno de incertidumbre elevada a nivel externo, por el aumento de los aranceles y las dudas en torno a la seguridad en Europa y los temas geopolíticos. Pero también a nivel interno, en el ámbito del gobierno del Estado, en un contexto donde cada vez es más difícil aprobar medidas, sacar adelante presupuestos o avanzar en reformas clave, por ejemplo en vivienda».
Según el economista jefe, la evidencia apunta a que ese ruido político «está teniendo un efecto y puede estar detrás, sobre todo, de la evolución relativamente débil que vemos en la inversión». Al mismo tiempo, matiza, la economía valenciana muestra una recuperación «relativamente importante», lo que genera cierta contradicción aparente.
«Muy probablemente de lo que estamos hablando es de que, si el escenario ya es relativamente favorable, lo podría ser mucho más en un contexto en el que tuviésemos certidumbre acerca de las políticas públicas», concluye. La idea de fondo es que el crecimiento está llegando pese a la incertidumbre, pero el coste de oportunidad de no reducir ese ruido político es elevado.
Uno de los puntos donde BBVA Research ve un riesgo más claro es el mercado de la vivienda. El informe advierte de que la falta de oferta asequible se está convirtiendo en un freno tanto para el bienestar de la población joven como para la capacidad de la Comunitat Valenciana de atraer capital humano y consolidar su tejido productivo.
Cardoso describe una combinación de presiones sobre la demanda y de rigideces en la oferta. En el lado de la demanda, la Comunitat sigue siendo un destino muy atractivo como segunda residencia, tanto para compradores de otras comunidades autónomas como para extranjeros. El encarecimiento de los precios en los últimos años ha atraído además inversiones que buscan rentabilidad en un entorno de tipos de interés más bajos, lo que añade presión sobre un mercado ya tensionado.
Sin embargo, en su opinión, la raíz del problema está en la dificultad para aumentar la oferta. «Buena parte de la situación actual proviene de la falta de flexibilidad en el crecimiento de la oferta», señala. «Por un lado, la ley de vivienda ha desincentivado el mercado de alquiler de larga duración. Muchos propietarios han optado por retirar viviendas del alquiler tradicional y pasarlas al turístico o ponerlas en venta, lo que ha encarecido el alquiler».
A esta dinámica se suma un urbanismo lento y complejo. Los procesos de desarrollo de suelo pueden prolongarse durante una década o incluso más. Cardoso recuerda que, de media, «entre diez y doce años» pueden transcurrir desde que se adquiere un terreno hasta que se obtienen todos los permisos, se completa la tramitación urbanística y se termina la promoción. Para un promotor, comprar suelo en estas condiciones implica asumir una elevada incertidumbre sobre la rentabilidad futura. Además, la financiación bancaria de este tipo de operaciones es hoy mucho más restrictiva que antes de la crisis de 2008, de modo que una parte importante del proceso debe afrontarse con recursos propios.
El economista jefe de BBVA Research plantea la necesidad de revisar el marco actual. Considera que los mecanismos que buscan controlar los precios pueden acabar reduciendo la oferta disponible y tensionando aún más el mercado, y defiende una reforma que vuelva a incentivar el alquiler a largo plazo. Al mismo tiempo, insiste en que es imprescindible simplificar y acelerar los procedimientos administrativos relacionados con el desarrollo urbanístico, sin renunciar a los estándares de seguridad o de protección ambiental, pero situando como prioridad la construcción de vivienda allí donde es más necesaria.
«La prioridad en estos momentos debe ser construir vivienda para la gente que la necesita», subraya.
En el corto plazo, el entorno de tipos de interés, la política fiscal y los fondos europeos seguirán apoyando el crecimiento de la Comunitat Valenciana. El Banco Central Europeo ha rebajado el tipo de depósito al 2 % y, aunque BBVA Research considera que el ciclo de bajadas ha concluido, los tipos se mantendrán en niveles relativamente bajos, favorables para el crédito. De hecho, el importe de nuevas hipotecas crece con fuerza tanto en España como en la Comunitat, y la financiación para vivienda y proyectos productivos muestra signos de recuperación.
La política fiscal también se mantiene expansiva. Solo en ayudas y contratos vinculados a la DANA se han movilizado más de 7.000 millones de euros entre subvenciones públicas e indemnizaciones de seguros. Los proyectos asociados al Plan de Recuperación (NGEU) que se ejecutan en territorio valenciano equivalen aproximadamente a un 3,6 % del PIB autonómico de 2024, una cifra ligeramente superior a la media nacional. Todo ello está sirviendo de soporte a la demanda interna, especialmente a la inversión y al gasto en construcción.
Pese a este contexto, BBVA Research anticipa una moderación del crecimiento en 2026, hasta el 2,9 %. La explicación no está tanto en la desaparición de los vientos de cola, como en la persistencia de varios frenos estructurales: una rentabilidad empresarial que sigue siendo baja en comparación con otros países europeos y limita la disposición a invertir, un sector del automóvil que continúa inmerso en un proceso complejo de transición hacia el vehículo eléctrico y sufre la competencia internacional, un mercado de vivienda que dificulta la movilidad y la atracción de talento y un clima político, interno y externo, que no termina de despejarse.
La conclusión implícita del informe es que la Comunitat Valenciana tiene margen para seguir creciendo por encima de la media, pero aprovechar plenamente ese potencial exigirá reducir la incertidumbre, acelerar la inversión y desbloquear el acceso a la vivienda. Solo así el buen ciclo macroeconómico podrá traducirse en un crecimiento más inclusivo, estable y sostenible a medio plazo.
Borja RamírezGraduado en Periodismo por la Universidad de Valencia, está especializado en actualidad internacional y análisis geopolítico por la Universidad Complutense de Madrid. Ha desarrollado su carrera profesional en las ediciones web de cabeceras como Eldiario.es o El País. Desde junio de 2022 es redactor en la edición digital de Economía 3, donde compagina el análisis económico e internacional.
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