G. Nuño (BE): “El turismo es un motor de crecimiento, pero no es indefinido”

La economía española avanza con paso firme, pero no exenta de riesgos. Así lo ha advertido Galo Nuño, director general adjunto de Economía del Banco de España, durante su intervención en el ciclo de economía española en la celebración de los cursos de verano CEU-María Cristina.

Nuño ha repasado los principales factores que impulsan actualmente el crecimiento del país -como el turismo, la digitalización o la ventaja energética-, sin obviar los desafíos que amenazan su sostenibilidad a medio plazo: crisis de vivienda, deuda pública y un mercado laboral aún tensionado.

«La economía española se enfrenta a un elevado grado de incertidumbre, tal y como apuntan diferentes indicadores», tal y como ha reconocido Galo Nuño.

Entre los riesgos que amenazan a la economía española, el primero de ellos lo encontramos en el ámbito geopolítico. Ha recordado- que la invasión de Ucrania y las amenazas arancelarias de la Administración Trump han aumentado las tensiones comerciales.

Nuño ha matizado que la incertidumbre con la Administración americana no se reduce solo a los aranceles, sino que va más allá y ha definido un segundo riesgo, el tema cambiario. «EE.UU. ha introducido una serie de medidas orientadas a intentar conseguir una devaluación del dólar y, dado que sus principales socios son Europa y China, supondría la apreciación de nuestras monedas, con lo que eso conlleva», ha explicado.

Sobre esta cuestión, el representante del Banco de España ha explicado que «ahora tenemos un sistema cambiario en el que los bancos centrales se preocupan por la estabilidad de precios en su economías domésticas».

El tercer riesgo importante que ha señalado Nuño es la seguridad global. «EE.UU. ha desempeñado un papel clave en un orden basado en reglas y donde no había dudas ya que contaba con un buen sistema de defensa, pero empiezan a surgir dudas sobre la voluntad de quiera seguir representando ese rol».

Entre Europa y España

Si miramos a España en comparación con la economía europea en su conjunto. «Cuando Europa va bien España va bien y al contrario», ha destacado.

Nuño ha informado que la fase previa a la gran crisis financiera desde el establecimiento del euro hasta 2008, España creció por encima de la media. A partir de esa fecha, la economía española cae y a partir de 2015 se inicia la recuperación antes de la llegada de la covid-19 y después de la pandemia «vemos una fuerte recuperación».

«Ahora estamos en una fase de crecimiento económico robusto», ha confirmado. A pesar de esta buena noticia, ¿cuáles son los motores de crecimiento en comparación con la época de 2008?

El experto del Banco de España ha establecido diversas diferencias entre ambos períodos. El primero de ellos reside en la inflación. Ha mencionado que en el periodo anterior, «nuestros costes laborales eran superiores y esto no está ocurriendo actualmente».

Otra gran diferencia es que antes de 2008, el déficit comercial era enorme, se importaba más de lo que exportaba y «daba como resultado un deterioro de la posición inversora internacional», ha aclarado. Mientras, en los últimos años «tenemos un superávit por cuenta corriente». La situación de crecimiento de los últimos años es más sana que en 2007.

Esta fortaleza viene reforzada por una serie de factores como el desplazamiento del gasto hacia el ocio. «Los hogares europeos y españoles quieren gastar más dinero en vacaciones y España es uno de los principales destinos vacacionales del mundo», ha corroborado.

Con lo cual, Nuño ha confirmado que uno de los motores del crecimiento de nuestra economía es el turismo. Pero ha advertido que es «limitado en cuanto a capacidad de turistas en un territorio, aunque no en cuánto a lo que gasta un turista en destino». «Es una fortaleza española pero no es un motor indefinido de crecimiento», ha reiterado.

En esta línea, ha mencionado a los nómadas digitales, personas que deciden venir a España a vivir y  que cuentan con profesiones de alto valor añadido. «España se esta convirtiendo en un hub de excelencia en cuestiones técnicas y esto se debe a las buenas infraestructuras tecnológicas y la buena calidad de vida de nuestro país».

El tercer factor diferencial al que se ha referido Nuño es el energético. «Hasta la invasión de Ucrania nuestros costes eran semejantes a los de otros países de la Unión Europea. Actualmente nuestros costes son un 30% más bajos que los de nuestros socios comerciales».

Estas buenas perspectivas energéticas -ha reconocido- contribuyen a que «los centros de datos puedan encontrar ventajoso desplazarse a España, una opción que lleva asociada la llegada de industrias de tecnologías que necesitan estar cerca de estos espacios. Además, se trata de una ventaja que puede ser sostenible en el futuro», ha expresado.

El cuarto eje que ha puesto en valor ha sido la reducción de los cuellos de botella en el mercado de trabajo. Ha señalado que «las empresas que tenían un mayor déficit de mano de obra están nutriendo sus plantillas con trabajadores inmigrantes, lo que  ha permitido reducir el tensionamiento del mercado laboral».

Buenos augurios pero también rasgos de desaceleración

A pesar de todo, Galo Nuño ha reconocido que la economía española está presentando rasgos de desaceleración en el corto plazo. De hecho, «en el primer semestre de 2025 estamos creciendo menos que hace un año debido al sector exterior ya que el entorno internacional afecta a la capacidad de crecimiento de nuestra economía».

Las previsiones del Banco de España apuntan a que en 2025, la economía española crecerá el 2,4%. Pero en 2026, augura un descenso del 0,6% con respecto a ese incremento. A juicio de Nuño, «las previsiones han empeorado como consecuencia del sector exterior».

Galo Nuño ha definido también cuáles son los grandes desafíos de la economía española. El mayor de ellos es el precio de la vivienda ya que «genera riesgos para los jóvenes, para la movilidad de los trabajadores dentro de España y para la propia entrada de inmigrantes que refuerzan la falta de mano de obra».

Un segundo desafío que ha nombrado Nuño es la sostenibilidad de las cuentas públicas. «España tiene un nivel de deuda elevado que implica riesgos ante cuestiones a las que debe enfrentarse como una población más envejecida, el cambio climático o el aumento el gasto en defensa. Para hacer frente a todas estas cuestiones hace falta una gestión fiscal saneada», ha admitido.

El mercado de trabajo es el tercer reto que ha expuesto el representante del Banco de España.  «Pese a la bonanza económica, tenemos tasas desempleo más altas que otros países de la Unión Europea. Para ello hay que mejorar el emparejamiento entre empresas y trabajadores», ha clarificado.

En su opinión, España necesita sectores que le permitan crecimientos a largo plazo. «Un sector que ha sido clave es el turismo, pero España no es solo turismo».

Escenarios alternativos del BE

El director general adjunto de Economía del Banco de España ha explicado que cuando se está dando una situación de incertidumbre como la actual, se pueden dar escenarios alternativos.

En los últimos meses, el BE ha elaborado dos escenarios alternativos: uno relacionado con los aranceles y otro con el  incremento del gasto en defensa.

En cuanto a los aranceles de Trump, desde el BE han supuesto que los aranceles para la Unión Europea se quedarán en un 10% y que la incertidumbre se ira reduciendo, mientras que en el ámbito financiero no se produce ningún cambio relevante.

El Banco de España también ha previsto un escenario adverso, que pasa porque los aranceles de Estados Unidos se eleven al 20% con la UE y con China al40%,  a todo ello se pueden sumar caídas caídas abruptas en el valor de los activos financieros.

Para corroborar todos estas variables, Nuño ha asegurado que la exposición española frente a los Estados Unidos «no es muy alta».