Rusticana renace en Calpe y celebra 20 años de sabor con nueva imagen
Desde comienzos de este año, el restaurante está en manos de cuatro italoargentinos afincados en Calpe desde hace años

El restaurante Rusticana, situado en una de las calles más concurridas de Calpe, reabre sus puertas coincidiendo con el 20º aniversario de su apertura original. Ubicado en la calle Pintor Sorolla, 5, este emblemático local italiano regresa con una imagen renovada, una carta actualizada y un interiorismo pensado para transportar al comensal a Italia.
Esta transformación responde al reciente cambio de propietarios. Desde comienzos de este año, el restaurante está en manos de cuatro italoargentinos afincados en Calpe desde hace años: Gonzalo Mariconde, Marisa De Cesaris, Christian Idda y Yamila De Cesaris.
Fue en 2005 cuando Rusticana abrió sus puertas por primera vez y se convirtió en uno de los primeros restaurantes italianos de la zona. De ahí el desafío de reabrir un local con una clientela fiel. No obstante, dos meses después de su reapertura, todo indica que el objetivo se ha cumplido, ya que esta familia de italoargentinos –que también gestiona en Calpe el Arte Restobar– se muestra satisfecha con la respuesta recibida hasta ahora por parte del público.
Entre las principales novedades destaca su horno a gas visible, cuya cúpula dorada alcanza los 400ºC y permite que las pizzas estén listas en tan solo dos minutos. «Considerábamos que había que darle una vuelta de rosca al restaurante en cuestión de imagen y carta», explica Gonzalo Mariconde, uno de los socios de Rusticana.
El propósito de esta renovación era «mantener la esencia italiana, pero con un concepto más moderno». «Yo lo defino como una trattoria del 2025, adaptada a las opciones que puedes tener en un restaurante italiano moderno y respetando las recetas tradicionales», señala Mariconde.
Carta e imagen renovadas
A solo unos pasos de la playa y en una de las calles más transitadas de Calpe, Rusticana renace n un entorno en el que rebosan las propuestas gastronómicas. Por ello, sus nuevos propietarios sabían que la única forma de destacar era hacer las cosas de manera distinta. Gonzalo Mariconde, uno de ellos, vivió varios años en Italia y fue precisamente allí donde se empapó de lo que verdaderamente funciona.
La cocina de Rusticana ahora está presidida por horno a gas con base giratoria y capacidad para nueve pizzas, cuya cúpula dorada alcanza los 400 ºC. Allí las pizzas se cocinan al momento, en un espacio dividido para cada etapa del proceso: desde la elaboración y fermentación de las masas hasta los fogones donde se ultiman pastas y salsas.
La carta, completamente renovada, es ahora más breve, «para evitar que el cliente se pierda». La propuesta gastronómica sigue siendo fiel a la tradición italiana, aunque con un toque contemporáneo. Por ejemplo, las pizzas están elaboradas con harinas naturales y cuentan con procesos de fermentación de hasta 48 horas, para que sean más crujientes, ligeras y digestivas.
El producto italiano «es todo»
Además de pastas y pizzas artesanas, el menú incluye opciones de carnes, pescados y risotti. Ingredientes como la mozzarella fior di latte, el guanciale, la mortadela o el tomate italiano refuerzan la autenticidad de los platos, ya que, como afirma Gonzalo Mariconde, «el producto italiano es todo».
Entre los platos estrella destacan la Quattro Formaggi, los raviolones de rabo de toro con su salsa italiana preparada al instante, y el tiramisú casero. También sorprende que Rusticana cuenta con dos versiones de la carbonara: la original con yema de huevo, y la reinterpretada con nata, tan popular en España. Una muestra de su filosofía: «Respetar las recetas tradicionales, pero con un toque moderno adaptado a 2025».
Más allá de la propuesta gastronómica, la imagen de Rusticana también se ha renovado, tanto en la parte gráfica y de branding como en el diseño del espacio. El interiorismo apuesta por una paleta de colores muy vinculada al imaginario italiano: rojo, verde y blanco. El mobiliario, de líneas sencillas, combina mesas altas y bajas, y el local cuenta con una capacidad para 120 comensales.
Respuesta «buenísima» tras dos meses
Si algo define a sus municipios de la Costa Blanca es la afluencia de turistas, lo que ha dado lugar a una amplísima oferta gastronómica. Con tanta competencia, Gonzalo Mariconde tiene claro que el objetivo de su restaurante no es ser «ni mejores ni peores», sino ofrecer una propuesta diferente: «Queremos hacer las cosas de manera distinta a los demás».
Tras apenas dos meses desde la apertura del nuevo restaurante Rusticana, la acogida por parte del público no ha podido ser mejor. Tanto los clientes habituales como los nuevos han respondido con entusiasmo. «La respuesta ha sido buenísima», asegura Mariconde. «Estamos muy contentos con cómo van las cosas».
Por ahora, su principal objetivo es consolidar este nuevo local. No obstante, no descarta futuras expansiones: «Como cualquier empresario siempre nos gusta ir a más», comenta. «Empezamos en Calpe en 2022 con nuestro primer restaurante y, cuando se nos presentó la oportunidad de abrir en este nuevo local, no lo dudamos ni un segundo», concluye.