M. Hernández, Roll’eat: “Buscamos el efecto wow, no fabricamos como churros”

Su pasión por la sostenibilidad y cuidado del medioambiente sumado a su deseo de no depender de nadie, ser libre y tomar sus propias decisiones fueron algunos de los motivos que llevaron a Meritxell Hernández, a fundar Roll’eat, una compañía que promueve el uso de productos reutilizables para albergar comida y bebida.

Nuestra Mujer al Timón es ingeniera, especializada en Química. Posteriormente, hizo un grado superior en Organización Industrial en Inglaterra y se incorporó a la empresa privada. Con solo 29 años abandonó el ámbito corporativo y puso en marcha la empresa.

Meritxell Hernández, CEO y fundadora de Roll'eat

– ¿Qué te llevó a emprender en 2006?

En ese momento veía que el mundo corporativo no acaba de encajar con mi manera de ser. Me gusta mucho hacer las cosas a mi manera y, sobre todo, tener libertad.

Todo ello, sumado a mi pasión por el  medioambiente pensé en emprender con una actividad que aúne todas estas necesidades.

Y comenzó la inquietud

– ¿Emprendiste sola?

En 2006 emprendí con un socio. Llevamos a cabo un MBA que incluía la asignatura de emprendimiento y de aquí nos vino la inquietud. Recibimos un folleto sobre ahorro de agua y pensamos en hacer algo para conseguir este objetivo.

Ideamos una pequeña bolsa inflable que se llenaba de agua y se colocaba en la cisterna del inodoro y cada vez que se tiraba de la cadena se ahorraba litro y medio de agua.  Este producto lo enfocamos a las administraciones públicas  y vendimos un millón de unidades.

Empezamos a desarrollar otros productos que estaban pensados para reducir el impacto ambiental y decidimos centrarnos en la reducción de residuos.

Fin a los envoltorios de un solo uso

– ¿Cómo definirías la filosofía de Roll’eat?

Nuestro objetivo pasa por reducir el impacto ambiental de los envoltorios de un solo uso.

El primer producto que lanzamos con Roll’eat tenía como objetivo eliminar el papel de aluminio de nuestras vidas. En nuestro ADN está la sostenibilidad y la reutilización, unido a la innovación.

– ¿Cómo lleváis a cabo la innovación? ¿Lleváis a cabo todo el proceso productivo?

Sí, comenzamos pensando qué problemas queremos solucionar con una alternativa que sea económica y fácil de utilizar. Nuestros productos están pensados para que el consumidor no renuncie a nada, ni a tiempo ni a dinero y que no sea engorroso utilizarlos. Creamos y diseñamos el producto, su empaquetado, lanzamiento al mercado, marketing, comercialización…

La producción la externalizamos. Pero trabajamos con partners como si fueran de la propia empresa. Son profesionales con los que llevamos trabajando muchísimo tiempo.

– ¿Qué tipo de material utilizáis para fabricar vuestros productos? ¿Es común para todos ellos?

En la mayoría de ellos utilizamos el film en el que se apoyan los alimentos. Este debe ser apto para uso alimentario, libre de bisfenol, metales…

Se trata de un film plástico de poliuretano. Además, es idóneo para este tipo de producto porque tiene una gran resistencia, memoria elástica y no se arruga. Se trata de un plástico técnico. También empleamos un poliéster. Incluso tenemos una línea que es de algodón orgánico y film biobasado cuyos materiales son 100% biodegradables y compostables.

– ¿En qué canales podemos encontrar vuestros productos?

En tres canales de venta. El consumidor final los puede encontrar en tiendas de menaje, regalo, cocina, diseño… incluso en El Corte Inglés.

Un segundo canal sería nuestra tienda online (rolleat.com/es/) y, la tercera vía sería a través de Amazon.

Otra línea de negocio sería la de regalo corporativo. Si una empresa pública o privada, un colegio… quiere hacer una campaña o llevar a cabo un regalo para sus clientes o trabajadores tiene la opción de personalizar el producto. Se trata de una parte significativa de nuestro negocio.

– ¿Trabajáis con algunas marcas?

Sí, colaboramos con Mr Wonderful porque contamos con un público similar.

Alta presencia en Holanda y Bélgica

– ¿Y en el extranjero, cuál es vuestra presencia?

En 2010 tomamos la decisión de externalizar el producto. Para ello,  asistimos a la mayor feria del sector que se encuentra en Fráncfort (Alemania). En este ámbito tuvimos la opción de contactar con distribuidores italianos, alemanes y holandeses.

Internacionalizarse te lleva a investigar cuál puede ser el mejor partner en cada país. A día de hoy el 50% de la facturación corresponde al ámbito nacional y el 50% restante a Europa, donde estamos muy presentes en Holanda y Bélgica.

– ¿En qué estáis trabajando actualmente?

Hasta ahora hemos desarrollado productos que se utilizan para contener la comida que el consumidor prepara en casa para llevársela sin generar residuos.

Ahora estamos trabajando en una nueva línea pensada para hacer las compras de manera sostenible ahorrando el uso de bolsas y envoltorios de un solo uso. Es decir, nos dirigimos a un nuevo momento de uso que es aquel en el que el consumidor realiza la compra.

Seis años de vida

– ¿Qué durabilidad tienen vuestros  productos?

Si se cuidan bien pueden tener una vida útil de hasta seis años.

– ¿Qué sinergias hay entre los diferentes productos?

Siempre hay un producto que ejerce de locomotora y que ayuda a los demás a entrar en el mercado debido a ese nexo en común.

Cuando pensamos qué nuevo producto poner en marcha, estos deben tener unos valores muy similares entre ellos, todos tienen el mismo lenguaje, todos respiran el mismo nivel de diseño. Es decir, se trata de buscar esa fórmula perfecta que tienen que cumplir todos los productos.

Efecto wow

En concreto, tienen que generar ese efecto wow, sino, no lo lanzamos.

Preferimos centrarnos en productos que sean cualitativos. Mucho más en calidad y no tanto en cantidad.

– El plástico es un material que está totalmente demonizado. ¿Cómo vives esta situación?

Hay marcas que crean soluciones de usar y tirar de cartón, por poner un ejemplo

El problema no es el plástico, el problema es usar y tirar y en no llevar a cabo un consumo responsable con cualquier material.

Lo que sí que tiene sentido es consumir de manera responsable, utilizar siempre productos reutilizables y gestionar los desechos.

– ¿Vosotros fomentáis la economía circular?

Llevamos a cabo una labor pedagógica sobre la importancia de la reutilización y de no generar residuos de manera constante en la vida diaria. Por eso nos hemos centrado en crear productos de uso diario evitando una gran cantidad de residuos.

– Economía 3 cuenta con la Fundación Mujeres al Timón que tiene como objetivo dar visibilidad a todas aquellas mujeres que han llegado a puestos directivos por méritos propios. ¿Cuál es tu modelo de liderazgo?

No me he sentido sola en ningún momento trabajando en la compañía. La clave está en rodearte de un buen equipo y contar con perfiles que nos complementemos todos.

Yo siempre he buscado libertad, poder hacer lo que yo quería en todo momento y que mis valores en el ámbito personal se replicaran en la empresa.

La parte empresarial y la personal en mí son un todo. No hago distinción porque trabajo en lo que me gusta y hago lo que me apasiona.  Mi equipo está integrado por personas con las que me siento a gusto porque sino, no trabajo.

La empresa la tienes que sentir. Con lo cual, cuando todo encaja y todo está alineado, todo fluye.

– ¿Cómo ha evolucionado la facturación de Roll’Eat?

En cuanto a facturación, la pandemia nos afectó mucho porque estábamos en pleno crecimiento.  En 2019 llegamos a facturar tres millones de euros. A lo largo de la pandemia nos mantuvimos. Después descendimos a los dos millones de euros y nos hemos mantenido en esta línea.

Para este año, las expectativas son más altas porque tenemos previsto lanzar una nueva línea de producto. Es muy difícil hacer una previsión, pero, la idea es crecer un 15%.

– ¿Cuál es vuestro valor diferencial con respecto a otros productos que hay en el mercado de este tipo?

Yo creo que nuestro valor diferencial reside en aunar innovación y sostenibilidad, porque esta última está en nuestro ADN.

Se trata de productos que están muy pensados y trabajados y que tienen esa fórmula de éxito de ese efecto wow. No creamos productos como churros. Intentamos ser fieles a nuestros valores y mantener la coherencia.

Estos productos tienen un componente pedagógico muy importante. Por ello, también es un valor diferencial la manera en que nosotros llegamos a nuestro público. De hecho, cuando lanzamos el producto lo hicimos a través de los colegios porque es una vía de entrada a las familias.

Hay que subrayar que cuando un producto no existe hay que invertir en pedagogía.