El gas no se libra de la inflación, el aumento de la demanda dispara los precios

El precio del gas natural a través del Title Transfer Facility (TTF), referencia de la Unión Europea (UE) para este recurso, consolidaron en enero una tendencia inflacionaria en curso desde principios del pasado año. Desde febrero de 2024, los precios del gas han aumentado un 110 % y han alcanzado los niveles más altos de los últimos dos años. Estas subidas se han trasladado a las cotizaciones de la electricidad, ya que los combustibles fósiles aún contribuyen aproximadamente con el 40 % de la producción de energía en la UE. Al mismo tiempo, el precio del mercado diario («Day Ahead») nacional en el mismo período se ha triplicado.

El repunte de la demanda en un contexto geopolítico incierto respecto a los niveles de oferta sigue siendo el principal factor alcista. La demanda de gas en la Unión se mantiene elevada debido a la estacionalidad, a una producción eólica inferior a la media y a los estímulos a la producción industrial derivados de las políticas monetarias menos restrictivas del Banco Central Europeo (BCE).

La demanda implícita de gas en la UE en enero de 2025 alcanzó 462.752 GWh, un  incremento del 8 % respecto a diciembre de 2024 y  del 2 % en comparación con enero de 2024. Continúa así la fase de reducción de reservas en la zona euro iniciada en noviembre: con una bajada del 26 % entre diciembre de 2024 y enero de 2025, y del 44 % desde noviembre. Se trata de los niveles más bajos para este mes desde enero de 2022.

Sube la demanda de gas natural

En cuanto a la oferta, a pesar de una situación menos tensa en Oriente Medio y una leve reducción en los costes de transporte, pesa especialmente el vencimiento del acuerdo de tránsito en Ucrania para el gas ruso destinado a Austria, Hungría y Eslovaquia. Los flujos de gas de Rusia a la UE en diciembre de 2024 eran un 70% inferiores a los del período previo a la guerra, aunque todavía representaban aproximadamente el 8 % del total.

Enrica Gentile, fundadora de Areté y autora del artículo.

El mercado de la UE, en comparación con la crisis energética de 2022/23, cuenta con una mayor importación de Gas  Natural Licuado (GNL), especialmente desde EE.UU. Sin embargo, en el corto y mediano plazo, la recuperación de la demanda y la incertidumbre sobre la oferta de gas por tubería siguen siendo factores de presión sobre los precios, especialmente durante el invierno y el período de uso de reservas.

La inflación en el gas y la electricidad, insumos clave para las materias primas agroindustriales, se suma a un contexto de mercados agroalimentarios en la UE ya caracterizados por fundamentos alcistas, una volatilidad récord y precios aún muy por encima de los niveles previos a 2020, lo que alimenta la incertidumbre y la especulación.

¿Qué precios suben más?

Los más afectados son los productos con mayor consumo energético, como los de origen animal, que ya estaban presionados por epidemias y déficits de oferta. En enero, los precios de la leche en la UE fueron un 17 % más altos que en enero de 2024, mientras que los precios de los huevos aumentaron un 6 %.

También hay impactos indirectos, ya que los altos costes energéticos generan una mayor demanda de materias primas agroindustriales para la producción de energía, como el maíz y el azúcar para etanol o los aceites vegetales para biodiésel. En enero, en comparación con el año anterior, el precio del maíz subió 6 %, el aceite de girasol 30 %, mientras que el azúcar cayó un 27%, aunque en los últimos dos meses experimentó un incremento superior al 10 %.