Del marítimo al jurídico: Cuatro casos reales del uso de la IA en las empresas
La fuerza con la que la inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en prácticamente todos los ámbitos de la sociedad es asombrosa. Sin embargo, esa celeridad a veces desdibuja sus aplicaciones reales. Desde la automatización de procesos hasta la personalización de servicios, la IA no solo optimiza la eficiencia, sino que también impulsa la innovación y abre puertas a modelos empresariales disruptivos. ¿Cómo se utiliza la IA en las empresas?
Durante la celebración de la mesa redonda Innovación y tecnología para generar oportunidades de negocio, organizada por GFT y la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), se ha expuesto cómo las compañías están aprovechando el potencial de la IA para reinventarse y liderar en un mercado altamente competitivo. El debate ha sido moderado por Francisco Amador, director de Innovación y Transformación Digital de GFT.

Retos y oportunidades de la IA en las empresas
Han participado en la mesa de debate perfiles de sectores muy variados: Juan Manuel Díez, jefe de Innovación de la Autoridad Portuaria de Valencia; Pablo Fernández-Pacheco, CIO y director de Innovación de Baleària; Alejandra Matas, socia del área de Privacidad, IT y Entornos Digitales de Broseta Abogados; y Juan Luis del Pozo, CSO de Global Omnium.
Si hay un elemento común en el que estas entidades coinciden a la hora de aplicar la IA es la información. Así lo explica Juan Manuel Díez (Autoridad Portuaria de Valencia): «Detrás de un contendor de mercancía siempre hay uno de información». El jefe de Innovación ha recalcado cómo asegurar la conexión con toda la cadena y conocer las principales tendencias -especialmente, en un entorno internacional como el actual- es fundamental para que los puertos puedan desarrollar su labor de «servicio» a las empresas y a la sociedad.
Para ello, insiste, «la clave de la IA es contar con buenos datos para poder entrenar mejor los modelos». ¿Cómo? Según el experto, los puertos deben «explotar estos datos para crear nuevos modelos de negocio».
Desde Broseta, Alejandra Matas coincide en este ‘poder’: «Los volúmenes de datos son nuestro ‘core’ y aprender a sistematizarlos es una gran oportunidad que nos brinda esta tecnología».
Aunque el jurídico pueda parecer un sector tradicional respecto al uso de estas tecnologías, lo cierto es que Matas ha destacado como, tras la pandemia de covid-19, se ‘subieron a la ola’ y desde entonces se han llevado a cabo grandes innovaciones en el sector. Eso sí, no están exentos de retos. La IA permite a los profesionales del sector prever la resolución de una sentencia judicial sin pasar horas y horas revisando documentos. No obstante, la legislación digital es ahora más exigente que nunca: protección de datos, confidencialidad, etc.
La mirada puesta en la innovación
Pablo Fernández-Pacheco ha resaltado la apuesta de Baleària por «energías no comunes» como el gas licuado o los ferry eléctricos.
«Toda la cultura de la empresa tiene que mirar hacia la innovación. No hay que innovar solo para el cliente, sino también para la ejecución de operaciones», ha expresado.
Para Global Omnium la innovación no es algo nuevo. Juan Luis del Pozo ha explicado como en el año 2011 tomaron la decisión de transformar digitalmente la gestión del agua: «Pretendíamos desarrollar un modelo que permitiera la eficiencia en las redes». En la actualidad, Valencia es la ciudad con mayor eficiencia hídrica real de Europa.
Gracias a la aplicación de tecnologías innovadoras, Del Pozo declara: «Sé dónde está cada gota de agua en cada momento. Si no llega a ser por esa resiliencia, València se habría quedado sin agua durante la catástrofe de la DANA».
Aplicaciones prácticas de la IA en las empresas
La teoría está más o menos clara, pero ¿cómo incorporan estas entidades en el día a día la inteligencia artificial?
En Baleària, por ejemplo, utilizan modelos predictivos en su operativa. Aunque cuentan con muchas aplicaciones diferentes de esta tecnología, están especialmente centrados en las emisiones y el medioambiente. «Predecimos y conocemos las zonas por las que se navega, el tipo de barco, las inclemencias meteorológicas, etc. Todo esto nos ayuda a reducir combustible, carga impositiva y daño al medioambiente», ha explicado.
Fernández-Pacheco destaca, eso sí, que ideas hay mucho, pero que siempre «hay que medir el retorno por pequeño que sea un proyecto piloto».
La IA, en el caso del sector jurídico, ha permitido, en palabras de Alejandra Matas, descubrir «determinados servicios que hasta ahora no sabíamos que podíamos prestar». Entre otros, sintetizar cantidades ingentes de información para predecir cuál sería la decisión de un juzgado atendiendo a las resoluciones anteriores de un juez.
Las aplicaciones tecnológicas también pueden mejorar la calidad de vida de las personas. Juan Luis del Pozo ha expuesto que durante la pandemia de covid-19 les permitió detectar con facilidad los focos de infección por barrios. Una aplicación que, años después, se sigue utilizando para predecir posibles brotes infecciosos entre la ciudadanía.
En el tráfico marítimo, los gemelos digitales permiten un mejor control de los activos y asegurar y hacer más eficientes los procesos de gestión del flujo de contenedores dentro de las terminales.
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