La vela latina, un dinamizador económico y cultural de La Albufera de Valencia

La imagen más representativa de cualquier día en La Albufera es, sin duda, la de una embarcación de vela latina navegando sus aguas al atardecer. Este medio de transporte, profundamente arraigado en el imaginario colectivo valenciano, ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo de actividades económicas vinculadas a esta zona del lago, como la pesca, la caza y la agricultura, especialmente, el cultivo de arroz.

La vela latina, de origen incierto, marcó un hito en la navegación al permitir avanzar contra el viento sin necesidad de remos, lo que la diferenciaba de las velas cuadradas usadas en Egipto alrededor del 3100 a.C. La representación más antigua que se conserva data del siglo II a.C., aunque se cree que llegó al Mediterráneo occidental con los romanos en el siglo II d.C.

Los árabes la perfeccionaron a partir del siglo VII, y su uso se expandió durante las cruzadas del siglo XI, permitiendo construir embarcaciones rápidas y versátiles.

Hasta el siglo XVIII, fue el sistema predominante en grandes navíos como naos, carabelas y galeras. Posteriormente, fue desplazada por velas cuadradas y cangrejas, y posteriormente por la navegación a vapor en el siglo XIX. En el Mediterráneo, su uso persistió hasta principios del siglo XX en la pesca de arrastre, pero hoy se limita al ocio, la competición y la preservación cultural.

Un elemento fundamental del patrimonio valenciano

En la Comunitat Valenciana, la vela latina forma parte fundamental de su patrimonio cultural e identidad colectiva. Es un símbolo de tradición marítima profundamente arraigado en la región. Esta técnica de navegación ha sido preservada y fomentada gracias a iniciativas como la del Club Deportivo Empresarial Alcatí, que trabaja activamente para mantener viva la práctica de la vela latina y transmitir su legado.

Cabe destacar que la vela latina no se refiere a un tipo específico de embarcación, sino a un sistema de velamen triangular que se monta sobre una antena colocada de forma oblicua al mástil.

En La Albufera, este sistema de navegación encuentra su máxima expresión en el barquet albuferenc, una embarcación emblemática de la zona. El Club Alcatí ha sido pionero en la electrificación de los albuferencs, permitiendo así una navegación sostenible por las aguas de La Albufera, algo que se puede hacer a través de la Ruta Sostenible de las Barracas. Se trata de un recorrido por La Albufera que conecta tres espacios del Club: la Casa y Motor del Tancat de l’Alcatí, la Barraca de Fang i Pallús y la Barraca del Tío Aranda, que tiene el mismo nivel de protección que la Lonja y la Catedral de Valencia.

La vela latina, uno de los pilares del Club Alcatí

Hace más de tres años, Economía 3 lanzó el Club Alcatí para promover la conservación del ecosistema de La Albufera, así como la tradición y la cultura valencianas, a través de tres pilares: la defensa de la arquitectura tradicional, la promoción de la vela latina y la difusión de la gastronomía local.

Con sus espacios, el Club Alcatí ofrece una alternativa innovadora al tejido empresarial, brindando una infraestructura única para el networking dirigido a empresarios y directivos. Además, dispone de diferentes espacios para la celebración de encuentros y eventos.