Innovar manteniendo la esencia: la receta del éxito de The Fitzgerald Burger

Hace apenas unos años, solo unas pocas hamburgueserías gourmet lograban destacar en España, las cuales competían contra las grandes cadenas estadounidenses. Actualmente, el panorama ha cambiado por completo: los restaurantes de hamburguesas se han multiplicado y abundan en los centros de las ciudades. En un sector tan competitivo, no es fácil diferenciarse y mantenerse a nivel empresarial y gastronómico. Sin embargo, en The Fitzgerald Burger Company tienen clara su fórmula para el éxito: innovar sin perder su esencia.

La hamburguesería, que nació en 2013 con un pequeño local en Torrent (Valencia), se ha consolidado como una de las marcas de casual food más reconocidas. Con 28 restaurantes repartidos por distintas ciudades españolas, The Fitzgerald Burger cuenta con un equipo de más de 500 personas y su facturación anual supera los 23 millones de euros.

El pasado 2024 estuvo cargado de novedades a nivel empresarial para la compañía. Además de las nuevas aperturas, The Fitzgerald Burger Company anunció el año pasado su apertura al mundo de las franquicias, ofreciendo la oportunidad de unirse a su modelo de negocio. La empresa afronta este 2025 con el objetivo de continuar su expansión con nuevos locales y reforzar el modelo de franquicia.

Una idea que surge en familia

La «chispa» de The Fitzgerald se encendió en 2013, cuando los hermanos Mario y Carlos Gelabert decidieron emprender un proyecto diferente en el mundo de la hostelería. «Nos motivaba la idea de romper moldes, ofrecer hamburguesas de alta calidad con un toque fresco y actual. Empezamos con un local pequeñito, y aunque no sabíamos todo lo que nos esperaba, sí teníamos claro que queríamos compartir nuestra pasión por la buena comida y la buena vibra con la gente», explica Carlos Gelabert, cofundador de la compañía, en una entrevista con Economía 3.

El cofundador de The Fitzgerald Burger Company, Carlos Gelabert. Imagen: The Fitzgerald Burger Company.

Desde el comienzo, su visión fue crear un espacio que no solo destacara por su oferta gastronómica, sino también por la experiencia que brindaba a los clientes. Apenas dos años después de la apertura de su primer restaurante en Torrent en 2015, los hermanos dieron el paso de inaugurar su segundo local en Gandía. Poco después, ampliaron su presencia en la Comunitat Valenciana con nuevas aperturas en Castellón y Valencia.

Poco a poco, la propuesta de The Fitzgerald fue ganando reconocimiento, haciéndose con premios como el galardón a la ‘Mejor Burger de España’ en el evento The Champions Burger Madrid. En paralelo, la expansión nacional de la marca no ha cesado: actualmente cuentan con 28 establecimientos repartidos por toda España.

Evolucionar manteniendo las raíces

Los cambios en el mundo gastronómico, especialmente en el ámbito de las hamburguesas, no han hecho que The Fitzgerald pierda la esencia de sus orígenes. «Hemos sido fieles a nuestras raíces y, a la vez, muy flexibles. Creemos que la innovación no está reñida con mantener la esencia. Escuchamos a los clientes, probamos ideas nuevas, renovamos recetas, pero siempre sin perder de vista lo que nos diferencia: usar ingredientes de calidad y cuidar cada detalle», señala Carlos Gelabert.

Local de The Fitzgerald Burger. Imagen: The Fitzgerald Burger.

Más de 10 años después de su nacimiento, Gelabert valora la evolución que ha tenido la empresa, ampliando la carta, introduciendo nuevas opciones y mejorando técnicas de cocina. No obstante, remarca que la base sigue siendo la misma: «Un producto top, hecho con cariño, y un ambiente divertido donde la gente se sienta como en casa».

Además del producto que ofrecen, Gelabert recuerda que el equipo de The Fitzgerald es una de las claves de su éxito. Más de 500 personas forman parte de la compañía, «una familia que crece y que comparte pasión por la buena hamburguesa y la buena energía», según el cofundador. «Nos rodeamos de personas creativas que no tienen miedo a proponer cosas diferentes y que cada día aprenden, investigan y nos ayudan a subir el nivel«, resalta.

Un crecimiento «sin límites»

El 2024 ha sido «un año intenso y con altibajos» para la empresa, aunque «a pesar de las dificultades del mercado», la marca se ha mantenido estable y ha abierto nuevos locales. «El balance es positivo: el equipo ha crecido y la facturación también, gracias sobre todo a la confianza que los clientes nos han depositado», indica Gelabert.

Productos de The Fitzgerald Burger. Imagen: The Fitzgerald Burger.

Este pasado año, The Fitzgerald anunció su apertura al mundo de las franquicias, un modelo que, de momento, ha recibido «un feedback muy positivo». «Tenemos ya varios franquiciados felices de haber sumado su energía a la marca, y creemos que, con la experiencia y el apoyo que les damos, podemos seguir creciendo de manera sólida y respetando la esencia de The Fitzgerald», señala.

Local de The Fitzgerald Burger. Imagen: The Fitzgerald Burger.

De cara a 2025, el objetivo es continuar con la expansión nacional, con nuevos locales, y reforzar este modelo de franquicia, superando así los resultados de 2024. «No nos ponemos límites, pero sí queremos que cada paso sea sólido y mantenga la calidad y la experiencia que nos caracteriza», asegura el cofundador.

«Materia prima, buen rollo e innovación»

Entre las novedades que The Fitzgerald prepara para este año, destacan nuevas recetas y colaboraciones «con talentos locales«, con el objetivo de seguir innovando y sorprendiendo a sus clientes. «Queremos sorprender a la gente con ediciones limitadas de burgers cada mes, algo que ya hemos tanteado y ha tenido buena acogida. Y, por supuesto, seguimos mejorando nuestros procesos para que la experiencia del cliente sea cada vez más cómoda y cercana», apunta.

Batido de The Fitzgerald Burger. Imagen: The Fitzgerald Burger.

Gelabert enfatiza que uno de los pilares fundamentales que guía el proyecto «es la calidad en cada detalle, el equipo y la experiencia que vive el cliente». Según él, no se trata únicamente de ofrecer un buen producto, sino de cuidar cada aspecto del proceso para crear algo único.

«Somos muy obsesos de la materia prima, el buen rollo y la innovación. Nuestra diferencia está en que, además de servir una buena hamburguesa, queremos crear un ambiente divertido, cercano y lleno de energía positiva. Queremos que la gente se vaya con la sensación de haber vivido algo más que una simple comida», concluye.