Cómo el golf pasó de deporte a catalizador de inversiones inmobiliarias
Perfeccionar el swing en el green ha pasado de ser un instante de ocio a un catalizador económico y social. El golf ha demostrado –discreto y prudente– que no solo es un deporte. Su impacto económico ronda los 16.000 millones de euros en nuestro país. Destaca en esta cifra una particularidad: tan solo 1.785 millones de euros (11,2%) se producen directamente en los propios campos de golf, con lo que estamos ante una industria dinamizadora de terceros servicios.
En concreto, 8,9 de cada 10 euros producidos (89% del total) benefician a otros sectores. Motor turístico, impacto económico, generador de empleo y catalizador de la inversión inmobiliaria. ¿Qué hace a los hoyos españoles tan atractivos?
Líderes en turismo
Es indiscutible: España destaca como país líder en turismo de golf, atrayendo al 42% de los turistas de golf extranjeros de los países emisores más importantes de Europa. Para entender la relevancia de esta cifra solo basta con comparar con los siguientes destinos más populares (Irlanda, Francia y Portugal) que reciben alrededor del 25% de estos turistas, por lo que España se posiciona muy por delante de sus competidores.
En concreto, el sector del golf en España atrajo, en 2023, a 1.401.875 turistas internacionales. Un número que, desde 2018, ha crecido un 17%. Teniendo en cuenta que en Europa hay registrados 4.600.000 jugadores, la cifra posiciona a nuestro país como líder en este turismo y destaca su enorme potencial de crecimiento.
Las razones de este fenómeno son varias, pero al margen del clima, la gastronomía, los atractivos culturales y la calidad de los servicios, Gonzaga Escauriaza, presidente de la Real Federación Española de Golf, destaca la «importante capacidad» que tiene España para acoger eventos de dimensión mundial como la Ryder Cup en 1997 o, más recientemente, en 2023, la Solheim Cup. «Los numerosos torneos internacionales que se celebran cada año en nuestro país permiten mostrar nuestros campos a millones de hogares, posicionando a nuestro país como líder en turismo de golf y favoreciendo la desestacionalización del destino», expresa.
¿De qué nacionalidad son los jugadores que reciben estos campos? España es el país elegido de forma dominante para el turismo de golf entre los jugadores de Dinamarca, Finlandia, Francia, Irlanda, Noruega, Reino Unido y Suecia. Sin embargo, en el caso de Alemania y Holanda, ocupa el segundo lugar, por detrás de Francia en ambos casos. Además, la dimensión mejor valorada por estos visitantes es la calidad de los campos, seguida del alojamiento y gastronomía, seguridad pública y oferta cultural.
EL perfil del turista de golf
Lo que es indudable es que el turista de golf es un turista de calidad. Su gasto es más elevado y sus estancias, por lo general, más largas.
Por una parte, el margen de los desembolsos efectuados en los campos. En total, gastaron más de 5.872 millones de euros en el último año (+27,6%). Este gasto directo genera un efecto multiplicador en ingresos directos, indirectos e inducidos, que eleva el impacto económico total del gasto turístico en España hasta los 14.152 millones de euros. Por otra, mientras que la estancia media del turista común es de 7,5 días, la del turista de golf es de 11,9 días.
Además, a diferencia de otros segmentos turísticos, la temporada alta del golf se concentra en los meses de primavera y otoño, lo que permite distribuir los beneficios económicos a lo largo del año y evitar la masificación típica de los meses de verano. Esta tendencia favorece un turismo sostenible y apoya a las comunidades locales que dependen de esta actividad para su desarrollo económico. Y es que el clima templado permite que los campos de golf estén operativos durante todo el año, lo que es muy atractivo para los golfistas europeos que buscan escapar del mal clima de sus países de origen.
Al respecto, Luis Nigorra, presidente de la Asociación Española de Campos de Golf, comenta que es preciso comunicar mejor las bondades de esta industria: «Debemos saber vender mejor el valor añadido que aportamos para lograr un mayor apoyo por parte de las instituciones respecto de nuestras condiciones operativas de mercado».
De acuerdo con el informe Impacto económico del golf en España, elaborado por IE University, hay 395 campos de golf repartidos por toda la geografía española. Andalucía (97), Cataluña (35) y Comunitat Valenciana (34) son las regiones que concentran el mayor número. El área de la Costa del Sol, de hecho, es conocida como la ‘Costa del Golf’ debido a su densa concentración de campos de alta calidad.
En 2022, último año del que se tienen datos, los campos de golf en España generaron 875 millones de euros en ingresos directos, con las cuotas de socios representando alrededor del 58% de esta cifra. Si se suman los ingresos directamente relacionados con la actividad del golf (clases, alquiler de equipos y tienda), el porcentaje asciende al 71,04%. En cuanto a la media de ingresos por campo, es de alrededor de 2,2 millones de euros.
Más allá del green
Como venimos diciendo desde el inicio de este reportaje, el valor diferencial del golf es su capacidad para beneficiar a otros sectores que orbitan a su alrededor: mantenimiento de campos, administración de clubes, hostelería, servicios relacionados, etc. Así lo expone Escauriaza: «El golf, en sí mismo, genera un volumen de actividad económica significativo, puestos de trabajo de calidad y un impacto turístico relevante que, a su vez, provoca un efecto multiplicador en el conjunto de la sociedad. Una reacción en cadena que multiplica por mucho la facturación en los ámbitos asociados, en otras empresas, inversiones inmobiliarias, turismo, etc.».
Además de su impacto económico, la industria del golf destaca por la calidad del empleo que genera. En 2022, se crearon 132.994 puestos de trabajo, lo que representa un aumento del 9,6%, respecto a 2019. La mayoría de estos empleos fueron contratos indefinidos (93,4%) y de jornada completa (94,7%).
Inversión inmobiliaria
No obstante, quizá uno de los sectores más intrínsecamente ligados al golf es el inmobiliario. Los turistas de golf cuentan con una singularidad respecto a los turistas tradicionales: no vienen y se van, sino que vienen y, a veces, se quedan. Según el informe de IE University, los turistas de golf son propietarios de 382.755 viviendas con un valor de 82.342 millones de euros.
Esta inversión inmobiliaria va asociada con un gasto recurrente anual en España, además de promover turistas más fieles y, obviamente, con una mayor probabilidad de repetir su visita. Por lo general, el turista promedio que visita nuestro país se aloja en hoteles como suele ser lo habitual. Así, mientras que el 27,3% de los turistas de golf se alojan en una segunda residencia, esta probabilidad es tan solo del 5,7% para el turista medio.
Por comunidades autónomas, las tres que concentran una mayor cantidad de golfistas propietarios son Andalucía (123.409), Comunitat Valenciana (85.461) y Región de Murcia (73.294).
El hándicap del sector
Luis Nigorra destaca que este deporte se caracteriza por una triple sostenibilidad: la medioambiental, la social y la económica. En su opinión, respecto a la primera de las vertientes explica que España lidera el porcentaje de uso de agua regenerada y «lleva décadas implantando sistemas más eficientes y acciones encaminadas a la reducción del riego».
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Cádiz, más de la mitad de los recursos hídricos utilizados en los campos de golf españoles (56%) provienen de recursos no convencionales como las aguas regeneradas y las desaladas. El 92% de los espacios tienen implantadas técnicas para reducir el consumo de agua.
En cuanto a la parte social, con el 95% de los contratos de trabajo indefinidos y el 94% a tiempo completo, «ofrece un empleo de calidad que, además, es desestacionalizador». Por último, económicamente, resalta el que quizá sea el gran hándicap del golf en España: «El 47% de los campos no son rentables por dos motivos fundamentales: la alta inversión en infraestructuras y el elevado coste de personal, pues hablamos de instalaciones que abren 365 días al año, con unos horarios que en verano superan las 13-14 horas diarias».
Otro de los desafíos de este sector, según el presidente de la Asociación Española de Campos de Golf, es la reducción de la carga tributaria. Recientemente, se logró disminuir el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), al conseguir que no se compute la superficie del outrough –área exterior de la zona de juego del hoyo–, minorando su valor catastral total hasta en un 30% en algunos casos.
No obstante, Nigorra insta a continuar trabajando para obtener «un tratamiento fiscal adecuado» a través de una reducción del impuesto sobre el valor añadido (IVA) del 21% al 10%, puesto que el golf tiene una doble naturaleza: deportiva y turística y ha sido reconocido como club de producto turístico.
El futuro del golf
El golf es un deporte con una creciente popularidad y una sólida base de jugadores en Europa. Según un informe reciente de la European Golf Association, existen 4,567 millones de jugadores de golf registrados en el continente y un total de 9,45 millones de jugadores entre registrados y no registrados.
Estos números refleja la magnitud y el impacto del golf. España destaca de forma significativa en el ámbito del turismo de golf, consolidándose como uno de los destinos preferidos para los golfistas internacionales. En el año 2023, los 1,4 millones de turistas de golf que recibió nuestro país generaron un impresionante gasto de 6.344 millones de euros.
Este dato –junto con todos los ofrecidos a lo largo de este artículo– no solo subraya la relevancia económica de este deporte, sino que también plantea una pregunta crucial: ¿cuánto más puede crecer España en este mercado tan competitivo?.
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