Los jóvenes y el liderazgo: ¿por qué los millenials y los Z no quieren ser jefes?
Las prioridades de las generaciones van cambiado y es algo que queda patente el ámbito laboral. Un reciente estudio realizado por Preply señala que la mayoría de los jóvenes españoles no tiene entre sus objetivos desempeñar un cargo directivo, ni al frente de su propia empresa ni liderando un equipo dentro de una compañía.
Los datos, recabados a partir de 600 encuestas a españoles de entre 18 y 43 años, apuntan que la mayoría de ‘zetas’ y ‘millenials’ no quieren ser jefes, sino que dan más importancia a otros aspectos, como su salud y bienestar, así como a su estabilidad financiera.
El bienestar emocional por encima de todo
Detrás de esta tendencia se encuentra un cambio profundo en las prioridades y los valores de los jóvenes, quienes en la actualidad priorizan su bienestar emocional y mental por encima de los beneficios económicos o el prestigio de ser «alguien importante». La psicóloga y fundadora de Capital Psicólogos, María Padilla, explica que si bien «antes la prioridad era subir la jerarquía, hoy en día no se valora ese tipo de prestigio», ya que se da más valor a la flexibilidad o la posibilidad de desarrollar habilidades en otros campos.
Los jóvenes quieren crecer y seguir superándose, pero compatibilizándolo con su vida personal. Aquí es donde entra la importancia de la conciliación en las empresas y las organizaciones.
Desde una perspectiva psicológica, la relación de los jóvenes con los puestos de trabajo ha cambiado, por un lado, por el impacto del desarrollo tecnológico y, por otro, por haber crecido en un entorno donde el estrés laboral dominaba la vida profesional. «Son los hijos del sacrificio. Los padres sacrificaban su bienestar físico y emocional por el trabajo. La pandemia ha acelerado los cambios porque los estándares de la jornada laboral cambian y la propia generación se replantea el significado del éxito», señala Padilla.
La psicóloga apunta que los jóvenes ahora buscan «lograr una vida con menos estrés, más flexibilidad y más mindfulness y vida sana». Además, valoran más los trabajos que aportan sentido a sus vidas. «Antes se buscaba estudiar una carrera que fuera exitosa; ahora hay más libertad para la vocación», agrega.
Un desarrollo de carrera ligado al aprendizaje
Para el CEO de Think&Action, Fernando Botella, detrás de esta tendencia hay factores culturales, como la consideración de lo que es alcanzar el éxito laboral. «Hasta hace muy poco, uno de los indicadores que marcaba esa frontera era precisamente la posibilidad de hacer carrera e ir escalando posiciones en el organigrama. Y cuanto más joven se llegará a la cima, mejor. Hoy esa posibilidad es menos atractiva», asegura.
Los jóvenes han visto a sus padres y hermanos mayores trabajar con estrés, con dificultades para conciliar o con poco tiempo para el ocio y la familia. «Han llegado a la conclusión de que ese tipo de vida no es para ellos, o que, para lo que van a recibir a cambio, no les merece la pena», indica.
También cabe preguntarse qué es lo que lleva a un joven a aceptar un trabajo. Actualmente, aspectos como la seguridad económica siguen siendo muy importantes, pero aparecen otras preocupaciones, como el disponer de tiempo para el ocio o la flexibilidad.
Los valores tradicionales de los entornos laborales no han desaparecido, pero se han reformulado. En este sentido, el desarrollo de carrera sigue siendo valioso para los jóvenes, pero no necesariamente ligado a un ascenso, sino al concepto de aprendizaje continuo o de movimientos horizontales dentro de la organización. «El concepto de estabilidad ya no está vinculado a la idea de un contrato fijo y un trabajo para toda la vida en la misma empresa, sino a la posibilidad de desarrollar una carrera sólida y coherente en diferentes proyectos y compañías», destaca.
El papel de las empresas
En este nuevo paradigma, las empresas tienen mucho que decir. De ellas depende que los jóvenes deseen asumir puestos de liderazgo, por lo que es clave replantear el concepto de «jefe», ofreciendo una mayor flexibilidad y autonomía. «Los jóvenes no quieren dedicar su vida al trabajo; prefieren una cultura empresarial que valore su bienestar y que se les permita tomar decisiones antes que estar atados a una rutina rígida», indica María Padilla.
La psicóloga apuesta por «rediseñar» el rol de liderazgo desde las compañías, haciéndolo más colaborativo, menos jerárquico, más motivacional y con contacto físico y social. «A los jóvenes les atraen más los líderes que se apoyan y se inspiran en un equipo en lugar de simples jefes con poder y gestores de tareas. También es importante que se vea el liderazgo como una oportunidad para desarrollar habilidades valiosas», apunta.
En este contexto, son clave los programas de formación continua y liderazgo para motivar a los jóvenes a asumir esos roles y fomentar un entorno laboral positivo.
Trabajar con los jóvenes
Cabe destacar que no es lo mismo ser líder que ser un jefe. «Para una organización es mucho más valioso primero que lo segundo», destaca Fernando Botella. Para que un joven quiera liderar, lo primero es «darle motivos para querer hacerlo», como construir entornos laborales saludables, ofrecer proyectos atractivos para liderar y proporcionar herramientas para que sea ese líder que se espera.
Es fundamental un paquete retributivo «justo y adecuado» al incremento de responsabilidades, referentes senior que actúen como mentores y les guíen por el camino, capacitación en técnicas de liderazgo, y, finalmente, apoyo y confianza para que puedan tomar sus propias decisiones y equivocarse.
«Es esencial que las empresas trabajen muy bien el desarrollo de sus jóvenes. Parece un cliché, pero es rigurosamente cierto, ellos son el futuro. Las compañías necesitan establecer buenas dinámicas de convivencia generacional para generar diversidad y riqueza de puntos de vista, y también de relevo generacional, porque es la única forma de seguir evolucionando y ser más competitivas», resalta el CEO de Think&Action, quien ve necesario «enganchar a los Z al proyecto, involucrarles y acompasar sus intereses a los de la empresa».
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