La mayoría de las aplicaciones que tienes instaladas en tu móvil luchan continuamente para atraer tu atención, y las notificaciones son una de las mejores formas de hacerlo. Incluso recibimos una pequeña dosis de dopamina cuando vemos que se enciende esa pequeña bombilla roja en la esquina del icono de WhatsApp o Telegram, por no hablar del flujo continuo de las notificaciones push del móvil.
En los ordenadores, el proceso funciona de manera muy similar. Las notificaciones pelean para destacar unas sobre otras en las pestañas que tengamos abiertas en el navegador, y son cada vez más habituales las pequeñas ventanas emergentes con que nuestro antivirus o nuestra VPN nos mantienen al tanto de las amenazas neutralizadas. Todo compite para ser más importante que el resto: y, cuando todo es importante, nada lo es.
Un problema para la ciberseguridad a todos los niveles
El problema de la saturación de notificaciones y alertas viene de antiguo, pero se está acentuando en los últimos años porque ya no contamos con una sola herramienta de seguridad digital –el clásico antivirus–, sino que necesitamos un buen puñado de ellas. En cuestión de minutos podemos recibir alertas de nuestra VPN para iPhone, nuestro gestor de contraseñas o nuestra herramienta antimalware, lo que puede distraer nuestra atención.
Lo más probable es que todas esas alertas sean importantes, así que deberíamos dedicarles el tiempo necesario para considerarlas. Sin embargo, cuando son muy recurrentes tendemos a ignorarlas, o, peor aún, configuramos el dispositivo para que no nos las muestre en lo sucesivo. Se trata de una actitud bastante cómoda, pero muy peligrosa cuando las notificaciones a las que no estamos prestando atención tratan de alertarnos de posibles vulnerabilidades.
La ‘fatiga de alertas’ es aún más seria en las empresas
Esta saturación de notificaciones no es un problema exclusivo de los usuarios particulares, y también tiene lugar en todo tipo de empresas. Esto resulta especialmente preocupante cuando el departamento de seguridad digital de las compañías termina ignorando las alertas de seguridad, porque pueden producirse serias filtraciones de datos a partir de las vulnerabilidades comunicadas por estas alertas.
Casos como el de la brecha de Target en 2013 –que dejó expuestas 40 millones de tarjetas bancarias–, Equifax en 2017 –con 147 millones de personas afectadas– o Capital One en 2019 son algunos ejemplos infames a los que hay que añadir las filtraciones de datos sufridas por Anthem en 2015 o Uber en 2016. En todos estos casos se produjeron alertas de ciberseguridad que no fueron atendidas en tiempo y forma, dando lugar a la filtración.
La integración de herramientas, entre las posibles soluciones
Aunque está claro que debemos mentalizarnos sobre la importancia de las notificaciones de ciberseguridad –por más que puedan abrumarnos en ocasiones–, también es posible atajar el problema reduciendo la cantidad de notificaciones y alertas que recibimos en nuestros dispositivos. Por eso, las empresas de seguridad digital están adaptando sus productos para que operen más en segundo plano, y solo emitan las alertas realmente imprescindibles.
Asimismo, la variedad excesiva de herramientas de seguridad digital con las que debemos contar para proteger nuestros dispositivos está siendo corregida mediante la integración de múltiples herramientas en aplicaciones todo-en-uno. Por eso es cada vez más frecuente que encontremos servicios que combinan un antivirus, una VPN, un gestor de contraseñas y una herramienta antiphishing, lo que a su vez unifica cuatro suscripciones en una sola.
Limitar las alertas de otras aplicaciones reduce la fatiga
También es una gran idea configurar todas las otras aplicaciones con las que trabajamos en el móvil o el ordenador para que dejen de emitir tantas alertas y notificaciones innecesarias. No necesitamos saber en tiempo real cada vez que alguien ha visto nuestro perfil en Badoo o cada vez que Elon Musk publica un meme en X, ¡por no hablar de los recordatorios de Duolingo!
Si detectamos que cualquiera de nuestras aplicaciones nos envía una cantidad de notificaciones excesiva, siempre podemos configurar la frecuencia y la relevancia de estas alertas para despejar el espacio de trabajo de nuestros dispositivos. De este modo, podremos concentrarnos más en lo que sea que queramos hacer, y podremos prestar la debida atención a las notificaciones de seguridad.
Sea como sea, siempre debemos tener presente que las alertas de ciberseguridad son de enorme importancia, así que nunca debemos descartarlas como solemos hacer con otras notificaciones más irrelevantes como las de los juegos ‘idle’ o las redes sociales. ¡Cuando nuestro antivirus o nuestra VPN tratan de decirnos algo, debemos escucharlos! La seguridad de nuestros datos privados está en juego.