Suterra es una empresa líder en el control sostenible de plagas agrícolas con cuatro décadas de experiencia a sus espaldas. Su método, además de pionero, es muy llamativo, ya que apuesta por el biocontrol a través de las feromonas. Además, sus soluciones ayudan a minimizar el uso de insecticidas nocivos y suponen una herramienta necesaria para mantener una agricultura económicamente viable, a la vez que respeta el medio ambiente y el planeta.
«Somos una compañía global innovadora. Nuestra central se encuentra en Estados Unidos y, aunque estamos presentes en más de 30 países, nuestra sede europea está en Valencia», explica a este medio Cristina Alfaro, General Manager de Suterra.
Hablamos con Alfaro de una firma internacional que ha logrado llevar la biotecnología al campo con el fin de proteger nuestros cultivos y ayudar a los agricultores a producir más cuidando el planeta.
Proteger la Tierra, ayudar a los agricultores
-Suterra cumple cuatro décadas trabajando con el objetivo de proteger la Tierra y ayudar a los agricultores. ¿De qué manera estáis conmemorando este hito?
Lo estamos conmemorando de la mejor manera que sabemos, que es seguir innovando y seguir acompañando a los agricultores en sus necesidades para proteger sus cultivos de las plagas. En Suterra tenemos un reto continuo que va más allá de este año y es siempre trabajar enfocados en la mejora continua para seguir facilitando el trabajo al agricultor.
Estamos creciendo, invirtiendo en el equipo con el objetivo de dar el máximo apoyo a nuestros distribuidores y agricultores en cada país. Queremos poder transferir nuestra experiencia en estas tecnologías de una forma más productiva y eficiente en los distintos mercados.
Suterra está de aniversario este 2024 y se mantiene en el compromiso de seguir siendo un referente de calidad, innovación y sostenibilidad.
-El mundo ha cambiado mucho estos últimos 40 años. ¿Cómo ha evolucionado la forma en que lleváis a cabo vuestro trabajo durante este tiempo? ¿Qué creéis que ha sido el principal cambio?
El principal cambio en estos 40 años ha sido la toma de conciencia de que no todo vale en agricultura. Obviamente hay que mirar por la cosecha, pero también por el entorno, la biodiversidad, el suelo, los recursos…
La industria del biocontrol es una industria relativamente reciente, nosotros fuimos pioneros en el empleo de feromonas para el control de plagas y ser los primeros conlleva una gran responsabilidad. Hemos sido y seguimos siendo motor de cambio en este sector. Un sector que busca la reducción del uso de insecticidas y emplear técnicas cada vez más sostenibles.
Las estrategias verdes a nivel global indican la necesidad de reducir materias activas perjudiciales para el entorno y nuestras soluciones están completamente alineadas con estas iniciativas.
Pioneros en biocontrol, durante cuatro décadas
-¿Qué hitos y logros de la empresa se destacarán durante la celebración?
El hito más destacado, que es fruto de la investigación y el trabajo que venimos realizando durante todos estos años, pero también de nuestro carácter innovador, es que empezamos siendo totalmente pioneros en el desarrollo de productos de control de plagas basados en feromonas y seguimos siéndolo. Todavía somos la única compañía que ofrece diferentes tecnologías para la técnica de la confusión sexual, para que cada agricultor escoja la que mejor se adapte a sus necesidades y su sistema de trabajo.
Suterra fue pionera en el control de moscas de la fruta con sistemas de trampeo y su evolución a sistemas de atracción y muerte. Justo este año, celebrando el 40 aniversario, hemos lanzado BioMagnet™, una plataforma de alta calidad para el control de moscas de la fruta, expandiendo a la protección de olivar y frutos rojos.
Continuamos trabajando en la mejora de la tecnología y en nuevas soluciones.
-¿Qué destacarías del equipo que formáis en Suterra en este aniversario?
El equipo global de Suterra lo componemos aproximadamente 100 personas en todo el mundo. Somos un equipo impulsado por el deseo de generar un impacto positivo en el planeta.
Nuestra gente la forman personas con diferentes formaciones: químicos, ingenieros, biólogos… pero lo más importante es que es un equipo comprometido con nuestro proyecto, personas que forman parte de lo que hacemos y apuestan por el trabajo en equipo y el objetivo común.
Fomentamos valores como el liderazgo, desarrollo continuo, compromiso con el trabajo, el cliente y los compañeros, y algo muy importante como es el disfrutar con lo que hacemos. Estos valores son esenciales para generar equipos de alto rendimiento y para que Suterra pueda ofrecer a sus clientes la mejor calidad y el mejor servicio.
El olivo, un sector en peligro
-De cara a los próximos años, hay todavía mucho trabajo por hacer. ¿Podría hablarnos sobre las principales novedades que Suterra está preparando para el futuro?
Lo cierto es que en estos últimos años hemos lanzado muchas nuevas soluciones de biocontrol y algunas de ellas, sin ser nuevas, las hemos evolucionado considerablemente. Nuestro objetivo más inmediato es introducir nuestras soluciones en nuevas áreas geográficas y buscar resolver problemas que están provocando las plagas en otros cultivos en los que hasta ahora no nos habíamos introducido.
Es el caso del olivo, un sector de gran peso en la cuenca mediterránea y que está pasando por un momento desafiante, con los precios del aceite disparados y la mosca del olivo muy activa debido a anomalías climáticas. Desde esta campaña los olivareros españoles, italianos y portugueses ya cuentan con BioMagnet™ ORO para el control sostenible de la mosca del olivo.
Otra de las novedades tiene que ver con la digitalización de la compañía en la que estamos dando avances para poder interactuar de manera más sencilla con nuestros agricultores y generar diferenciación con nuestro servicio.
Hemos demostrado que los productos que fabricamos son herramientas necesarias y se adaptan a las necesidades del mercado, ahora nos movemos a ofrecer no sólo productos sino soluciones a los agricultores
Tiempos de cambio, los principales retos del agro
-¿En qué situación se encuentra el agro en términos de digitalización y sostenibilidad? ¿A qué retos se enfrenta y cuáles son sus puntos fuertes?
La sostenibilidad considero que debería ser ya un estándar del que partir en agricultura y la digitalización ha de ir en esa línea. El reto es que la digitalización vaya sincronizada con la necesidad. Es como en un concierto, no puede uno ir a un compás diferente.
En Suterra nos ha pasado… en los 2000 la innovación era tal, comparada con lo que la agricultura demandaba, que íbamos demasiado por delante. El agricultor no estaba preparado y no tenía la necesidad. Uno de nuestros retos es saber qué tipo de digitalización se necesita y cuándo se necesita. En agricultura el ritmo es diferente…
Además, si la digitalización no tiene un impacto en tu cuenta de resultados no es digitalización. Esta debe ser una herramienta al servicio de las necesidades, debe ayudar a solventar problemas, reducir costes, invertir el factor humano en labores que no llegamos a cubrir y entregar información que facilite la toma de decisiones. Al final debe ayudar a incrementar la eficiencia de la actividad.
Los agricultores, como todos, nos enfrentamos a retos propios de los tiempos de cambio. Cambio en la evolución a una agricultura sostenible, con mayores restricciones y puntos de control, buscando mayor seguridad y salubridad alimentaria y contribuyendo al respeto del medio ambiente. Cambios en modelos de negocio, para encontrar o remplazar la mano de obra que no se encuentra, incrementar la eficiencia para poder seguir siendo productivos con mayores exigencias y costes de producción.
Es un reto muy importante y difícil, y la digitalización debe estar pensada para dar soluciones y ayudar a enfrentarnos a estos nuevos cambios.
Suterra, enraizados en la comunidad
-¿Cómo contribuye Suterra al desarrollo de las comunidades locales?
La agricultura es un sector primario y muy enraizado en la comunidad, por eso nuestra labor beneficia a comunidades de todo el mundo y adaptamos nuestro porfolio de soluciones a las necesidades de cada lugar. En Latinoamérica estamos teniendo una penetración muy importante en países como Chile, Perú o Argentina que cuentan con un sector agrícola muy activo y enfocado a la exportación.
En los diferentes países de Europa en los que aportamos soluciones también colaboramos en el desarrollo y en concreto, aquí, en la Comunidad Valenciana donde tenemos la sede EMEA, trabajamos junto a cooperativas como Bocopa o LaViña, junto a productores de cítricos y otros frutales.
Si tuviera que destacar un caso de éxito para el desarrollo de la comunidad local sería el de los arrozales del Parque Natural de la Albufera de Valencia frente al barrenador (cucat) que abandera el uso de la técnica de confusión sexual, tanto por su dimensión (15.000 ha) como por el impacto que ha generado internacionalmente como caso de éxito del biocontrol al eliminar el uso de insecticidas.
Este caso se ha convertido en todo un ejemplo en Europa de protección de un Parque Natural al mismo tiempo que se favorece una de sus actividades económicas históricas como es el cultivo del arroz.
Expectativas de futuro
-¿Cómo se está adaptando la empresa a las nuevas tendencias del mercado y cuáles son las expectativas para el futuro de Suterra?
Nosotros nacimos cuando el término sostenibilidad aún no existía, pero ya éramos una compañía que buscaba la sostenibilidad en la agricultura empleando sustancias presentes en la naturaleza para controlar las poblaciones de insectos y evitar daños en los cultivos. En este aspecto siempre hemos ido por delante, como marca nuestro lema: Suterra, innovadores por naturaleza y para la naturaleza.
Nuestro reto es expandir el uso de feromonas a todo tipo de agricultura, no solo a cultivos de alto valor económico. Suterra también fue pionera en el desarrollo de una tecnología de feromona que se aplica en pulverización convencional. Esto tiene la gran ventaja que no cambiamos la forma de trabajar del agricultor, acostumbrado a la aplicación de insecticidas convencionales, pero proporcionamos unos productos libres de residuos y sostenibles que son perfectamente compatibles con un programa integrado de control. Tanto en EE. UU. como en países latinoamericanos, el uso de esta tecnología está muy expandido y con alto grado de satisfacción en nuestros clientes.
En Europa, hemos lanzado ya esta tecnología para la viña, y nuestro objetivo es expandirla en otros cultivos y ofrecer soluciones a todo tipo de agricultura. Por supuesto, y fundamental, los agricultores además necesitan competitividad y rentabilidad y con el uso de nuestras soluciones de biocontrol encuentran retorno económico y diferenciación. Ese es siempre nuestro objetivo.