La industria española pide a la UE un mecanismo financiero que favorezca a todos los Estados miembros
La Alianza por la Competitividad de la Industria Española, integrada por sectores como la automoción, química y farmacia, alimentación y bebidas, refino o siderurgia, reclama que el próximo Consejo Europeo, que se celebrará los días 27 y 28 de junio, respalde la creación de un instrumento financiero comunitario que garantice el éxito de la política industrial europea y que este se incorpore a la Agenda Estratégica 2024-2029 de la Unión Europea, en línea con la postura defendida por España en el Consejo de Competitividad e Industria del pasado 24 de mayo.
En este sentido, Carlos Reinoso, portavoz de Alianza por la Competitividad de la Industria Española manifiesta que «la industria europea requiere, ahora más que nunca, hacer una apuesta por su industria. Y todo ello requiere de la puesta en marcha de un mecanismo financiero que desde el ámbito europeo sea capaz de acompañar y apoyar las inversiones que son necesarias para la transformación de nuestra industria hacia una economía descarbonizada».
«Este mecanismo financiero europeo -corrobora Reinoso- debe favorecer por igual a todos sus Estados miembros porque, en caso contrario, lo que se estaría produciendo es una ruptura del mercado interior«.
En concreto, la Alianza pide a la UE que articule un modelo de financiación permanente con el fin de abordar las inversiones necesarias para continuar avanzando en la transición tecnológica y ambiental del tejido productivo europeo hacia la neutralidad climática en 2050. Independientemente de los Next Generation, desde la Alianza han hecho una estimación de inversiones y estas alcanzarían los 800.000 millones euros anuales.
Ayudas a la inversión
Defiende también que en el actual contexto geopolítico, es preciso diseñar un marco europeo de ayudas a la inversión que evite la distorsión entre Estados miembros, capaz de financiar simultáneamente los costes de capital y operación, dado que un 35% de las tecnologías esenciales para la transición no son todavía económicamente viables ni competitivas.
Este marco de ayudas a la inversión -explican desde la Alianza- «debe ser suficientemente atractivo y ágil para desincentivar el traslado de operaciones industriales a otras áreas económicas y en el que se consideren alternativas como los contratos por diferencia o los créditos fiscales».
En este sentido, Carlos Reinoso, portavoz de Alianza por la Competitividad de la Industria Española, manifiesta que estos aspectos que deben conformar un pacto para impulsar la competitividad de la industria europea, «ya han sido trasladados al presidente del Gobierno y los ministros de Industria y Economía, así como a los principales partidos políticos».
¿Qué deber corregir la industria para alcanzar la neutralidad climática?
El informe sobre el mercado único, coordinado por el exprimer ministro de Italia y presidente del Instituto Jacques Delors, Enrico Letta, y presentado durante el Consejo Europeo el pasado abril, profundiza en los diferentes factores que deben corregirse o potenciarse para que la industria europea pueda competir eficazmente en su transición hacia la neutralidad climática, la economía circular y la digitalización, así como garantizar la soberanía estratégica frente a las tensiones geopolíticas y estructurales que amenazan el modelo económico y social europeo.
En dicho Consejo Europeo, los representantes de los países miembros se comprometieron a desarrollar y a aplicar una política industrial eficaz que, según Reinoso, “debe permitir avanzar en ese marco por el que apostamos desde la Alianza que es el Industry Deal”.
Así, la Alianza aplaude el impulso que España, Portugal y Grecia dieron en mayo, en el Consejo de Competitividad e Industria, a la creación de un instrumento europeo para garantizar el éxito de una verdadera política industrial europea. Las tres delegaciones defendieron que este instrumento incrementaría de forma competitiva y equilibrada las capacidades de producción, contribuyendo a incentivar eficientemente las inversiones estratégicas en sectores industriales críticos.
Política industrial centrada en ayudas de los Estados miembros. ¿Es buena idea?
Carlos Reinoso alerta de que, «ayudas a los países miembros, como los Fondos Next Generation, aun siendo positivas, tienen un efecto limitado, ya que va en detrimento de países con menor capacidad fiscal y de financiación para poder desplegarlas. Esto afecta negativamente a su capacidad para competir en igualdad de condiciones, y, en consecuencia, lastra la competitividad industrial y económica de la UE”, asegura el portavoz de la Alianza.
En este sentido, Reinoso incide en que «Estados Unidos ha apostado por una política industrial ‘unida’”. En concreto, La ley norteamericana de reducción de la inflación (IRA, en sus siglas en inglés), aprobada en 2022, compromete un gasto de 437.000 millones de dólares en los próximos diez años en Estados Unidos, de los cuales, 369.000 se concentrarán en un programa de acción climática a través de créditos fiscales y ayudas directas. El impacto que se espera es que la IRA influya de forma directa en las decisiones de inversión de los principales sectores industriales intensivos en capital, lo que “pondrá en riesgo tanto las futuras inversiones en Europa como la continuidad de las cadenas de suministro, si no se emula la apuesta industrial del otro lado del Atlántico”, advierte Reinoso.
Artículos relacionados
Angélica Gómez elegida nueva presidenta de Unión Profesional de Valencia
David de Pastors, nuevo director general de Evaluación de la Conformidad en Aenor