Pasados más de tres meses desde que viera la luz el informe de Gotham City Research que acusaba a Grifols de manipular la deuda reportada y el Ebitda (el beneficio operativo), las aguas parecen volver a su cauce -al menos en parte- para la multinacional de origen catalán. El impacto provocado por la publicación, no obstante, ha dejado mella en la cotización de la compañía de hemoderivados.
El pasado jueves, durante la celebración del 50 aniversario de la planta que la empresa tiene en Clayton (Carolina del Norte, Estados Unidos), el nuevo consejero delegado de la firma, Nacho Abia, establecía como prioridades la mejora de la posición del flujo de caja, el repago de la deuda y la inversión en innovación, esta última esencial para el crecimiento.
Precisamente una de dichas líneas de actuación, la del repago de la deuda, traía buenas noticias a Grifols esta semana. Y es que su cotización se disparaba el miércoles más del 5% en bolsa tras anunciar la firma de una colocación privada de bonos garantizados por importe de 1.000 millones de euros, suma que se destinará a refinanciar deuda. Las acciones de clase A, que cotizan en el IBEX 35, ganaron un 5,25% en la sesión, la mayor subida del selectivo, y cerraron en 8,658 euros. No obstante, en lo que va de año, todavía pierden un 44 %.
Pese al viacrucis de las últimas fechas, Raimon Grifols, vicepresidente del consejo administrativo de la compañía, sacaba pecho del mantenimiento del apellido familiar en la empresa de hemoderivados tras la transición directiva que ha separado gestión y propiedad.
Grifol apela al regulador ante el temor a más ataques
La colocación de bonos garantizados ha sido valorada como un «importante hito financiero» por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que lo achacó a una muestra de la «confianza» de los mercados financieros en «la solidez del negocio y la resiliencia operativa de Grifols».
En su informe anual para la Comisión de Mercado y Valores de EE.UU. (SEC), la compañía de origen catalán revelaba que el regulador le ha requerido información dos veces, a lo que ha respondido «oportunamente», y señala que sigue en contacto con este de manera «voluntaria» e «informal» para responder preguntas y hacer «aclaraciones».
Es en este documento, entregado a la SEC el pasado viernes y conocido a principios de semana, donde Grifols explica que Gotham City ha publicado tres informes llenos de «datos falsos y engañosos» que cuestionan sus prácticas contables, entre otras cosas, para «hundir el precio» de sus acciones, que atraviesan una «alta volatilidad» desde entonces.
También relata la investigación de la CNMV y, en un apartado sobre los «riesgos» para sus acciones en ese país y en EE.UU., no descarta la posibilidad de sufrir nuevos ataques bajistas en el futuro.
Entre los riesgos de más «alegaciones no favorables», cita el coste en recursos y tiempo para investigarlas a nivel externo e interno y para defenderse. En este último caso, la firma dice que puede verse limitada por las leyes estadounidenses o por problemas de confidencialidad en el ámbito comercial.
Cualquier potencial respuesta a la publicidad negativa de los ataques bajistas o a las solicitudes de información de los reguladores puede «desviar la atención de la dirección de nuestras operaciones diarias», dice.
Gestionar la deuda
Uno de los mayores problemas que tiene Grifols es que en su día trazó una estrategia expansiva muy agresiva a base de deuda, explica Juan José Fernández-Figares, director de Gestión de Instituciones de Inversión Colectiva de Link Securities.
«Eso ha llevado a la compañía a tener un nivel de endeudamiento muy alto, lo cual ya la penalizaba en bolsa aún antes de la publicación del informe de Gotham. Tras la publicación del documento, el 15% de los accionistas han puesto sus participaciones en venta. Toda esta situación ha hecho que el mercado esté más atento a cualquier cosa que haga o diga Grifols, y a sus cifras», asegura Fernández Figares.
Según pronostica el experto de Link, durante este año la compañía se va a centrar en restructurar su deuda y arreglar los vencimientos que tiene en los próximos años. Por otra parte, el tirón de orejas de la CNMV no resultó determinante o negativo para la imagen de la compañía. Sin embargo, existen todavía analistas, entre ellos Gotham, que continúan poniendo en duda la capacidad de reducir la deuda de la compañía, por la que la volatilidad de la acción todavía es muy destacada.
Con respecto a la posibilidad de que Grifols logre recuperar el valor perdido todos estos meses, Fernández-Figares asegura que «eso solo podrá llegar vía resultados o reducción de deuda, esto supone que la capacidad de generar caja libre de la compañía va a ser fundamental a medio plazo. El riesgo está todavía muy presente y muchos inversores optan por quedarse al margen».