La inversión conservadora es una estrategia centrada en la preservación del capital y la minimización de riesgos. El inversor conservador opta, por lo general, por instrumentos financieros de baja volatilidad, como bonos y acciones de empresas estables. Priorizan la seguridad sobre rendimientos potencialmente más altos, prefiriendo la estabilidad a largo plazo.
Este perfil de inversor conservador es cauteloso y busca mantener su inversión sin exponerse a fluctuaciones significativas del mercado, siendo especialmente adecuado para aquellos con un horizonte temporal a más largo plazo y una aversión al riesgo.
Hablamos con Carlos Santiso, director educativo de Value Investing Business Education (VIBE). Santiso es experto en la inversión conservadora, no en vano es también director de Inversiones de C3 Patrimonial y gestor senior de Fondos de Inversión en Andbank Wealth Management.
Un inversor conservador
– Se define como un inversor conservador, ¿la deriva de los mercados puede hacerle cambiar de opinión?
Ser un inversor conservador no está reñido con obtener elevadas rentabilidades. En mi opinión, lo que diferencia a un inversor conservador de un inversor común es cómo adapta el perfil de riesgo de una cartera de inversión al entorno de mercado.
No es una tarea sencilla, dado que los mercados pueden permanecer irracionales durante años. Y ese es el coste a pagar por un inversor conservador: renunciar a rentabilidad en el corto plazo para obtener rentabilidades sobresalientes en relación al riesgo en el largo plazo.
– ¿Qué activos tienen que estar sí o sí en la política de inversión marcada por cada uno de sus fondos?
Lo importante a la hora de definir que activos forman parte de una cartera de un fondo es el perfil de inversor al que va dirigido. En general, nuestro enfoque es conservador, por lo que es habitual encontrar renta variable, renta fija, oro e incluso derivados, para poder reducir el riesgo.
El mercado en la actualidad
– Hablando de mercados, en su opinión, ¿en qué punto se encuentran en la actualidad? ¿Y qué podemos esperar para los próximos meses?
El entorno de mercado actual es de elevado riesgo, las bolsas se encuentran a valoraciones exigentes, sobre todo si tenemos en cuenta las rentabilidades que puede arrojar la renta fija libre de riesgo, como puede ser un bono americano o alemán.
El entorno macroeconómico se ha deteriorado de forma importante, sobre todo en Europa, y los tipos de interés están teniendo (y tendrán) un impacto importante en el coste de financiación de los hogares y las empresas.
– ¿Cómo podemos luchar contra la inflación desde el punto de vista inversor? ¿Están nuestros ahorros en peligro?
Para combatir la inflación es imprescindible invertir y, para ello, sería ideal tener unos mínimos conocimientos financieros, dado que si inviertes en algo que no comprendes, es bastante probable que termines tomando malas decisiones. El Programa de finanzas para no financieros de VIBE es una buena oportunidad para adquirir los conocimientos necesarios.
– Con el alza en los tipos y el encarecimiento de los inmuebles, ¿sigue siendo la inversión inmobiliaria una buena opción?
En mi opinión, es bastante probable ver un ajuste de los precios relevante en el mercado español. Países como Suecia, Nueva Zelanda o, incluso, Estados Unidos han tenido correcciones cercanas al 30% en el mercado inmobiliario debido al incremento del coste de financiación, entre otros motivos.
El futuro del inversor conservador
– ¿Dónde invertir en la actualidad?
Una de las alternativas más interesantes en un entorno incierto como el actual pueden ser los activos de renta fija que generen retornos cercanos al 5% con riesgo muy contenido.
– ¿Cómo visualiza el final de este año?¿Y 2024, qué nos traerá?
Mi instinto me dice que 2024 será un año muy complicado, donde se definirá si la economía consigue resistir unos elevados tipos de interés y la inflación se contiene, o si, por el contrario, tendremos una recesión por la repercusión de una política monetaria más dura.