Avramar es líder mundial en la industria alimentaria y el mayor productor de pescado premium del mediterráneo. Con más de 40 años de experiencia, este sólido grupo nace de la fusión de las cuatro principales empresas acuícolas griegas y españolas. La firma cuenta con más de 2.300 personas entre ambos países, además de un centro de I+D+i propio y una cadena de valor completa, integrada y totalmente vertical, fiel al concepto «del huevo al plato».
La compañía, que en 2022 presentó unas ventas consolidadas de 455,18 millones de euros, apuesta por una oferta innovadora que satisfaga las nuevas demandas del mercado, al tiempo que dinamiza la categoría, y su misión es llevar los productos más sabrosos, saludables y frescos del Mediterráneo a la mesa de los consumidores de todo el mundo.
Para ello, cultiva bajo el lema «Better Fish Better Lives» dorada, lubina, pargo rosado y corvina, siendo esta última especie el buque insignia de la compañía en España a través de la marca Corvina REX. El accionariado del grupo está compuesto por Amerra Capital Management LLC y Mubadala Investment Company.
Hablamos con Tahiche Lacomba, director general de Avramar en España.
Avramar, pasión por el mar
-¿Qué resaltaría del liderazgo de Avramar? ¿Por qué creen que merecen el premio por el impulso a la Excelencia Profesional?
Avramar, que ha vivido en 2022 su año más exitoso a nivel de ventas, cuenta con un volumen de producción anual de aproximadamente 78.000 toneladas y realiza entregas diarias de sus productos a cualquier lugar del mundo.
Y, todo ello, enfrentando diversas situaciones convulsas, junto a las dificultades inherentes a la propia consolidación del Grupo, como la devastadora borrasca «Gloria», la pandemia, el encarecimiento de las materias primas…
Pero, más allá de las cifras, lo que destaca de nuestro grupo es que desarrolla una actividad sostenible con un profundo respeto tanto por los peces como por el medio marino. Así lo demuestra la elaboración de la que será nuestra primera memoria de sostenibilidad, que verá la luz próximamente.
El común denominador de las empresas que integran Avramar es su pasión por el mar y el haber sido pioneras y líderes de la acuicultura durante varias décadas gracias al cultivo de pescado griego en los mares Egeo y Jónico y de pescado español a lo largo de la costa levantina. Un bagaje y un know how que han marcado el inicio de una nueva era para la acuicultura mediterránea.
Garantía de calidad y seguridad
-¿Cuáles creen que han sido las principales claves de su éxito?
Nuestra compañía está marcando un punto de inflexión gracias a la consolidación y profesionalización de esta industria. Trabajamos en un sector, la acuicultura, que representa la única solución a la creciente demanda de productos alimentarios procedentes del mar que ofrezcan todas las garantías de calidad y seguridad y, en nuestro caso, lo hacemos superando holgadamente los estándares internacionales.
Así, contamos con las certificaciones de mayor reconocimiento mundial que acreditan una acuicultura segura, responsable y sostenible, como GLOBALG.A.P., ASC, IFS o BRC.
Dentro de nuestra estrategia de marketing y comunicación, la compañía promueve diferentes acciones orientadas tanto al profesional como al consumidor final y, entre ellas, cabe destacar el reciente acuerdo suscrito con Ángel León, conocido como «El Chef del Mar».
El responsable de «Aponiente», que mantiene en la actualidad tres Estrellas Michelin y una Estrella Verde Michelin -y cuyo restaurante fue reconocido en 2022 como el más sostenible del mundo por The World´s 50 Best Restaurants– se ha convertido en embajador de marca del producto estrella de Avramar: Corvina REX.
Una historia de valientes
-Los premios de esta edición premian historias de valientes. ¿En qué momento de su trayectoria la compañía ha necesitado ser más valiente?
Recuperar un pescado tradicional del Mediterráneo, prácticamente desaparecido en algunas zonas de nuestro país, fue un gran reto para la compañía que, en el año 2016, lanzó la primera marca de corvina del mercado: Corvina REX. Gracias a esto pudimos potenciar todas las propiedades de la especie, poniéndola en valor tanto para el consumidor final como para la restauración y la gran distribución.
Avramar apostó firmemente por la cría y comercialización de la corvina; con alevines propios, con una alimentación de formulación exclusiva -en cuya composición también participó su departamento de investigación, desarrollo e innovación- y, sobre todo, con un importante volumen en sus granjas marinas.
Una apuesta arriesgada y valiente si tenemos en cuenta que los ciclos de crecimiento del pescado de acuicultura son prolongados (un mínimo de 18 meses en el mar) y que las instalaciones se encuentran totalmente expuestas a las inclemencias meteorológicas.
De hecho, en el año 2020, un temporal histórico provocó una considerable pérdida de biomasa en las granjas de la compañía, principalmente en aquellas ubicadas en Castellón, con una grave afectación en su estructura.
Sin embargo, la borrasca «Gloria» no impidió que Avramar siguiera garantizando a sus clientes la regularidad en el suministro gracias al respaldo del sólido grupo internacional al que pertenece y sus granjas repartidas por el Mediterráneo europeo.
Asimismo, la empresa ha tenido que afrontar otros momentos difíciles como la pandemia por la Covid-19 y el importante aumento de los costes de las materias primas y suministros que llegó tras esta crisis sanitaria y al que se sumó un incremento desorbitado de los precios energéticos.
Acuicultura: líderes en actividad sostenible
¿Qué planes de futuro tiene su empresa para los próximos años?
Estamos desarrollando nuestra primera memoria de sostenibilidad, que publicaremos en breve. Creemos que es crucial ser transparentes sobre nuestros impactos y consideramos que esta es una herramienta clave para relacionarnos con nuestros grupos de interés.
Queremos aumentar el acceso de la población mundial a alimentos nutritivos, seguros y de calidad procedentes de nuestros mares y hacerlo generando un impacto económico, social y medioambiental positivo a largo plazo. Además, creemos firmemente que la acuicultura juega un papel vital en la solución de muchos de los desafíos que enfrenta el sistema alimentario mundial.
Cabe señalar que, entre las fuentes de producción de proteína marina, la acuicultura tiene la huella de carbono más baja y ofrece la proteína más ecoeficiente en términos de agua y uso de la tierra. Por ejemplo, por cada kilo de lubina se generan 4 kg de CO2, mientras que un kilo de carne de vacuno multiplica por más de siete estas emisiones, es decir, 29,6 kg de CO2 por cada kilo de carne de vacuno.
Por todo ello, fomentar el consumo de alimentos derivados de una actividad sostenible como la acuicultura, en todas las etapas de la vida de un individuo, es determinante si aspiramos a convertir nuestro planeta en un lugar mejor para las futuras generaciones.
De otra parte, tenemos el reto de atraer al público más joven hacia el consumo de pescado, con todos los beneficios que conlleva incluirlo en su dieta, y para lograrlo no dejamos de innovar en formatos más cómodos, atractivos y modernos como el pescado fresco envasado en atmósfera protectora o el pescado congelado en envase skin pack.