El pasado miércoles día 20 a las siete de la tarde sonaba una dulzaina y un tabal en la calle Francisco Monleón de El Palmar (Valencia). Una música que emociona por sí misma, a la que, si además le sumas una celebración con la bendición del párroco de la pedanía incluida, rodeados de empresarios, autoridades y buenos amigos, la tarde no podía prometer más.

Celebrábamos la reinauguración de la barraca más antigua de la Comunidad Valenciana, que, tras varios años de restauración, por fin abría sus puertas ante la emoción de todos los allí presentes y de sus últimos habitantes, la familia del Tío Aranda, cuyo nombre hemos mantenido desde El Club Deportivo Empresarial Alcatí, gestionado por Economía 3 y encargado de restaurar y devolver a su plenitud esta joya arquitectónica del siglo XVIII.

Elisa Valero, Socia-Directora de Economía 3, junto a María Aranda, que nació en la Barraca del Tío Aranda.

Esta barraca es la única que queda en pie en la localidad de El Palmar con una antigüedad de más de 250 años, cuyo nivel de protección es similar al de La Lonja y La Catedral de Valencia, por ser una joya arquitectónica exponente de la arquitectura tradicional valenciana.

La restauración ha durado varios años porque se ha llevado a cabo con materiales naturales, tal y como se construía hace tres siglos, las cañas del tejado, las maderas y todos los elementos naturales han sido cortados en luna menguante de invierno, que es cuando la savia está adormecida en las raíces, de modo que sean menos atacables por los insectos.

La Barraca del Tío Aranda antes de la restauración.

La Barraca del Tío Aranda tras ser restaurada por el Club Deportivo Empresarial Alcatí.

Del mismo modo los adobes para reparar los muros se han hecho con tierra mezclada con cáscara y paja de arroz que hay que dejar madurar al sol y lo mismo ha ocurrido con los pavimentos de cal y tierra.

Una ardua tarea que no hubiera sido posible sin el equipo técnico al cargo de la restauración y sin la iniciativa privada de empresarios que hemos actuado como mecenas bajo el proyecto del Club Deportivo Empresarial Alcatí.

De izquierda a derecha: Cristina Moreno, Secretaria Autonómica de Turismo; Gema Estevens, alcaldesa de El Palmar; Elisa Valero, Socia-Directora de Economía 3, Antonio Jesús Teruel, párroco de la localidad; Fernando Vega y Camilla Mileto, arquitectos y catedráticos titulares de la Universitat Politècnica de València, junto al resto del equipo restaurador.

Precisamente uno de los pilares fundacionales del Club Alcatí es recuperar el patrimonio arquitectónico de la zona de La Albufera de Valencia, el segundo pilar es promover el deporte de la Vela Latina, y el tercero divulgar la gastronomía tradicional de la zona.

Y es en este marco de recuperación de la arquitectura tradicional de la zona es donde se enmarca la barraca del Tío Aranda, que tendrá por lado un fin social, para que pueda ser visitada por todos los ciudadanos que quieran aproximarse para disfrutar de esta maravilla, y por otro lado será un punto de unión empresarial donde celebrar encuentros empresariales promovidos por nuestro medio de comunicación o a instancia de las propias empresas.

Este es el tercer espacio que hemos recuperado, los otros dos son la barraca Fang i Pallús también en El Palmar, y el otro es el Motor del Tancat del Alcatí.

Exterior de la barraca Fang i Pallús, en El Palmar.

Interior de la barraca Fang i Pallús, en El Palmar.

Vista aérea del Motor del Tancat del Alcatí.

Que la Barraca del Tío Aranda abra sus puertas y luzca con esplendor es algo de lo que nos sentimos muy orgullosos.

Interior de la Barraca del Tio Aranda.

Sonaba una dulzaina y un tabal con la emoción del recuerdo de nuestros mayores que con tanto esfuerzo construyeron estas edificaciones y con la admiración hacia la primera persona que apostó por su recuperación y mantenimiento y que en lugar de ruinas, siempre ve prosperidad y desarrollo empresarial y social.

Larga vida a la Barraca del Tío Aranda.