Los videojuegos se erigen como un sector al alza. Poco queda ya de esa época en la que se asociaba el gaming a una actividad menor reservada para niños o adolescentes. Lo cierto es que este mercado mueve en la actualidad millones de euros en el mundo entero. El consumo de este como fórmula de ocio continúa un proceso de crecimiento imparable en España, no solo bajo el formato tradicional de videojuegos, sino también como entretenimiento audiovisual.
Es más, según la III Radiografía del Gaming en España, elaborada por PcComponentes, un 25% de los aficionados españoles a los videojuegos prefiere ver partidas retransmitidas antes que consumir otro tipo de contenido en plataformas de streaming. Un crecimiento que suma ocho puntos respecto a 2022 en el caso de la Generación Z, que alcanza una de cada tres jugadores, casi el 30%.
El auge del streaming en los videojuegos
Las retransmisiones de partidas se han impulsado como una alternativa, no solo del audiovisual tradicional, sino también del propio consumo de videojuegos. El informe evidencia que un 18% de los gamers españoles ya prefiere ver partidas de otros jugadores antes que jugar ellos mismos, un porcentaje que sube al 20% en el caso de los aficionados de la Generación Z.
Por otro lado, el volumen de jugadores que retrasmite sus partidas también comienza a ser significativo, con un 14%.
Hábitos de consumo de los videojuegos
Por encima de todos, sobresale la confianza en el comercio online, que es el canal de compra preferido para el 68% de los gamers españoles y que ha demostrado que es mucho más que un simple punto de compra del equipamiento necesario para jugar: uno de cada cuatro considera el asesoramiento experto y la solución de dudas como un factor decisivo a la hora de decantarse por una tienda en concreto.
En cuanto a dispositivos, el ordenador (58%) y la consola (54%) siguen resistiendo el pulso al smartphone/tablet (27%) como las plataformas preferidas por los usuarios para jugar. Entre otros factores, se encuentra la mayor posibilidad de actualización de componentes que brinda este tipo de dispositivos, y es que el 61% de los aficionados a los videojuegos renovar su equipo gaming cada dos años como máximo, una cifra que se dispara ante al 39% registrado en 2022.
Por su parte, el 27% lo hace anualmente, frente al 11% del pasado año. Además, el estudio apunta a las placas base y las tarjetas gráficas (44%) como los componentes que tienden a ser renovados con más frecuencia por parte de los usuarios.
Los videojuegos se ha convertido, además, en una sólida fórmula de ocio cotidiano. Lejos de largas maratones, el 47% de los gamers afirma que dedica entre una y dos horas diarias a jugar, siendo esta la opción preferida frente al 26% que no supera la hora diaria de juego y el 19% que suele dedicar entre dos y tres horas al día.
El gaming como profesión
El boom de los videojuegos como entretenimiento de masas ha servido también para impulsar nuevas profesiones especializadas que van desde la creación de contenidos hasta el desarrollo de juegos. Estos perfiles profesionales se han posicionado como opciones de gran atractivo para los jugadores más jóvenes: el 90,2% de los gamers de la Generación Z los considera salidas profesionales con futuro.
En concreto, la industria de los videojuegos (39%) y la creación de contenidos (34%) son las salidas profesionales más deseadas por los jugadores españoles de la Generación Z. Muy por delante de otros sectores tradicionalmente aspiracionales como la sanidad (17%), el deporte profesional (16%) o las disciplinas científicas (14%).