Alguna vez se han preguntado cómo escoge la industria cinematográfica sus localizaciones? ¿Y qué beneficio supone para una localización ser elegida por uno de estos eventos? Ya sea en grandes superproducciones de Hollywood, series de Netflix, HBO o comerciales, el trabajo de los location manager es fundamental para llevar a la pantalla nuestras ficciones favoritas.

Nuestro interlocutor, Jorge Noguerales contribuye a decidir dónde se realizará un rodaje, con la inversión económica directa e indirecta que ello supone.

Noguerales ha trabajado durante más de 15 años en la industria audiovisual, en donde ha desempeñado distintos roles. En la actualidad es responsable de Localización en Madrid, Barcelona, las Islas Canarias y otros puntos de la península. Es decir, Jorge se encarga de viajar buscando los mejores lugares en los que rodar las series y películas que a todos nos encantan.

Un beneficio doble

La oportunidad que supone acoger una producción de estas características es doble: además del beneficio económico que aporta el propio equipo de producción, a menudo las localizaciones de los rodajes se convierten en sitios de peregrinación para turistas, fomentando la economía local.

Durante los últimos años, también España se ha logrado posicionar como un lugar muy atractivo para todo tipo de producciones audiovisuales.

– ¿Podrías explicarnos en qué consiste tu trabajo?

El departamento de localizaciones no sólo se limita a la búsqueda de espacios donde rodar las escenas que integran una serie, un anuncio o una película. Sino que se trata de la primera pieza para empezar a construir.

Recibimos un guion y en función de lo que este refleje buscamos esos espacios. También llevamos a cabo un trabajo muy dinámico con el director de arte o diseñador de producción, que son los que se encargan de hacer un diseño estético acorde con ese guion y con el estilo y el diseño que se espera del proyecto.

Teniendo en cuenta todos estos parámetros se buscan distintas opciones que sirvan para enmarcar cada una de las secuencias, escenas, situaciones, escenarios, casas, ambientes… En definitiva, todo lo que compondrá ese producto final.

Una vez que se encuentran esos espacios y son aprobados por Producción, Fotografía y Dirección comienza el trabajo más arduo que pasa por contactar con los propietarios, en caso de que se trate de propiedades privadas, y con los organismos e instituciones, en caso de ser localizaciones públicas para solicitar las autorizaciones y los permisos en el tiempo y forma que estos exigen.

Esta parte de nuestro cometido es muy compleja porque trabajamos con unos tiempos completamente distintos a los de las instituciones públicas, que tienen unos tiempos establecidos con unos márgenes más dilatados que los nuestros, una situación nos limita tanto que, en muchas ocasiones, hay ideas que se descartan porque los tiempos que nos exigen para poder presentar esas autorizaciones o solicitar permisos son imposibles para nosotros. Además, esas localizaciones deben entrar dentro de un presupuesto.

Otra necesidad importante es que el acceso a ese espacio debe ser inmediato, amplio, cómodo y directo tanto para una compañía de camiones de grandes dimensiones y pesados como para las personas que intervienen.

El lugar más adecuado, el más accesible

– Con lo cual hay que aunar esa vertiente artística que ofrece una localización con la parte logística.

Eso es, la elección de las localizaciones es la piedra angular de nuestro trabajo y sin esa búsqueda no podemos hacer el resto. Se conduce mucho y se pasan muchas horas en soledad buscando espacios. Te tiene que gustar mucho porque se trata de perderse, de hablar con la gente.

Primero, se lleva a cabo una búsqueda inicial en mapas, internet, etc., para ver qué pistas encuentras entre archivos anteriores de otros proyectos para ver dónde te llevan todos esos caminos… Con lo cual, una vez que ese acceso está claro y el sitio ya está elegido viene la parte de servir a los distintos departamentos que conforman una unidad de rodaje en ese lugar.

Es decir, si vamos a una playa, un monte o un bosque proveemos a los distintos departamentos de agua, luz, baños, sombras (si es el caso de un desierto o una explanada) o en el caso de que haya animales hay que proveerles de cuadras… En definitiva, debemos acondicionar esos espacios para que se puedan emplear por cada uno de los departamentos –vestuario, arte, efectos especiales, luces, cámaras,…–. Todo tiene que estar preparado, como cuando vas a un restaurante a comer y ya tienes la mesa puesta.

Establecer sinergias

– Los gestores de esas ubicaciones contactan con vosotros, ofreciendo un lugar. ¿Cómo funciona?

Se establecen sinergias entre las oficinas o film offices de las distintas autonomías y ciudades, de tal manera que ellos ya tienen una base de datos en los que estamos registrados todos aquellos que trabajamos tanto en Localización como en Producción. No olvidemos que nuestro departamento antiguamente dependía de Producción. En las películas en blanco y negro cuando uno ve los créditos no hay ninguna diferenciación del departamento de localizaciones, como tampoco lo había del departamento de transportes, que son los que se encargan de toda la logística rodada.

Estamos muy en contacto con las film offices que se encargan de ofrecernos espacios de gestión pública. Es raro que te brinden lugares como un hospital, un parque de bomberos o una comisaría porque están en funcionamiento y su actividad suele ser incompatible con la nuestra. Puede ser que tengan un ala del edificio o una planta en desuso y nos la cedan para nuestro rodaje. Además, las aprovechamos mucho porque son es espacios muy demandados.

El resto corresponde a búsquedas propias o incluso, puede darse el caso que el director de arte haya visitado ese emplazamiento por algún proyecto anterior y nos lo pide y comprobamos si nos encaja por fechas.

De todas formas, a los directores de arte no les suele gustar ir a sitios que se han utilizado mucho en proyectos anteriores. Ellos buscan darle un valor añadido al proyecto, ser pioneros y bautizar por primera vez esos enclaves para aportar ese frescor a la imagen.

Un reto audiovisual

– ¿Podrías hablarnos de alguna de las producciones que más te hayan llamado la atención?

Hemos estado recientemente en Madeira donde hemos hecho una gran producción de la saga de Star Wars. Ha sido un reto porque era la primera vez que esta isla acogía un proyecto audiovisual de grandes dimensiones.

Cuando contactamos con los organismos y las instituciones, no tenían ni una oficina ni una figura que controlara por qué canales debían transcurrir las solicitudes para las autorizaciones. Entendían un requerimiento de obra civil o instalaciones eléctricas, de agua o de gas… pero un rodaje cinematográfico, en muchas de las oficinas, no sabían ni siquiera qué forma darle a la autorización o porqué canales debería cursarse.

Este proyecto ha resultado atractivo y difícil. También hemos contado con ciertas facilidades, porque cuando llegas a lo sitios por primera vez están muy ilusionados, te reciben con los brazos abiertos. ¡Es un Bienvenido Mister Marshall en toda regla!

Sin embargo, cuando vas a zonas más rodadas ese recibimiento se invierte porque somos como un elefante en una cacharrería. Nuestras intervenciones en los sitios afectan al tráfico, al aparcamiento y a la movilidad de los vecinos y, en el peor de los casos, a su descanso.

El valor de acoger cine

– Estos serían los aspectos negativos pero ¿qué supone para una localización ser elegido para una superproducción?

En primer lugar, cuando los emplazamientos dependen de ministerios o de oficinas ligadas al medioambiente, estamos muy concienciados con la conservación, el cuidado y la mejora de los espacios a los que llegamos. De tal manera que si el acceso a un sitio está degradado lo mejoramos. Contamos con el suficiente músculo económico como para llevar a cabo unas mejoras y acondicionamientos.

Si llegamos a un parque infantil machacado lo renovamos; si la señalización pública está deteriorada, la sustituimos; si el acceso está en malas condiciones lo restituimos; si hay cristaleras o ventanales rotos, los renovamos… Y no solo lo hacemos con aquellas que están ligadas a medioambiente, que son las que más nos preocupan, sino también con las que se encuentran en entornos urbanos.

También hay que destacar el impacto económico que generamos en el territorio. Por ejemplo, si rodamos en Fuerteventura, que cuenta con playas de arenales inmensos y difíciles de encontrar en otro sitio sin que haya nada construido alrededor, generamos trabajo a la gente local que quiera dedicarse al mundo audiovisual o que desarrollen profesiones que se pueden adaptar a un rodaje como pueden ser carpinteros, electricistas, fontaneros, cocineros, logísticos, etc., Llegamos con grandes equipos que crecen cuanto más grande es el proyecto.

Generamos no solo empleo directo, sino también indirecto ya que la gente que participa en los rodajes sale los fines de semana, van a cenar, a comer, alquilamos vehículos donde llegamos… Hacemos uso de las aerolíneas locales y empleamos todos los servicios de los sitios a los que vamos. Con lo cual, la generación de empleo, la mejora de los espacios y el impacto económico serían nuestras grandes bazas que revierten en esas instituciones o instalaciones privadas.

Si elegimos un restaurante para rodar, abonamos al dueño el dinero que va a perder los días que necesitemos que esté cerrado. Además, le vamos a sumar un plus por las molestias causadas y por la ayuda que nos ofrece.

El rodaje no solo afecta al restaurante, ya que también nos hace falta una explanada cercana para aparcar los grandes camiones y otras muchas áreas para poder vestir, maquillar, etc., a los actores… En definitiva, sería como una gran tela de araña que se extiende y que pivota alrededor de la localización pero que afecta a espacios contiguos al lugar del propio rodaje.

Marca España

– ¿España se ha puesto de moda como lugar para celebrar rodajes? ¿Se está revalorizando la marca España?

Sí, está revalorizándose porque se está haciendo un gran trabajo tanto desde las film offices como desde los gobiernos autonómicos y central para apoyar el incentivo fiscal.

Partíamos de unos incentivos fiscales que estaban a la sombra del mercado europeo y del internacional. Si analizamos los lazos que se establecen entre EE.UU. e Inglaterra donde Hollywood tiene uno de sus grandes feudos, ya que en Londres cuentan con tres o cuatros complejos de estudios cinematográficos desde los años 50. Las películas norteamericanas que creemos que se han rodado en los Ángeles, la mitad de ellas se han filmado en esta ciudad como pueden ser las primeras de Batman de Tim Burton, Indiana Jones, etc., y no es por otro motivo que el incentivo fiscal, que supone una devolución que se hace teniendo en cuenta el gasto imputado global que se hace por el proyecto. Ese es el gran anzuelo.

Estamos ahora a la cabeza, muy por delante de otros países como Italia, donde se ha ido toda la vida a rodar, Malta y Hungría que tienen grandes descuentos fiscales. En los últimos años, en España ha habido una gran concienciación con el sector y se ha visto que teniendo en cuenta esa devolución fiscal se obtiene un gran margen de beneficio.

Además de crear empleo, un rodaje genera un impacto económico en hoteles, restaurantes, alquileres de vehículos, servicios, la compra de productos y la contratación de trabajadores, entre otros beneficios.

Las zonas de España con más potencial

– ¿Qué ciudad o región española tiene mayor potencial?

En los últimos diez años las islas Canarias han tenido muchísimo potencial porque, además de ofrecer lo que el resto del territorio como la diversidad de paisajes que pocos países tienen, tenemos la gran suerte, y alejándonos ya del incentivo fiscal, de vivir en un país en el que encontramos todo lo que pueda requerir una producción cinematográfica en cuanto a localizaciones –bosques, montañas, playas, acantilados, pueblos pintorescos, ciudades modernas, paisajes lunares y volcánicos… ¡Lo tenemos todo y en un territorio reducido! Con lo cual, la movilidad es directa y rápida, el clima es agradecido y además cuenta con muchas horas de luz lo que permite ampliar el rodaje muchas horas y su clima no es extremo en ninguna época del año.

El territorio canario cuenta con un extra dentro lo que es el incentivo fiscal para toda la industria, desde el automóvil hasta la cinematográfica. Por encontrarse la región en una zona geográfica más apartada y para impulsar la economía de Canarias se estableció, hace ya muchos años, un plus a ese incentivo fiscal en todas las industrias. Con lo cual, si en España estamos al 25 % del incentivo fiscal, en Canarias se eleva hasta el 50 %.

Tenemos tal diversidad de paisajes en España, que se suman a nuestro patrimonio cultural. No olvidemos de que en EE.UU. denominan un espacio bien de interés cultural por una antigüedad que puede, en muchos casos, no sobrepasar los cincuenta o los cien años y nuestro acueducto de Segovia, por ejemplo, tiene más de 2.000 años.

De todas formas, como el Gobierno central ha trabajado tanto en ello, casi toda España se encuentra en un posición muy privilegiada para atraer este tipo de producciones.

Las 5 claves

– ¿Cuáles son los cinco elementos para que una localización se convierta en la favorita para las productoras?

El primero de ellos sería la diversidad y España la tiene. En segunda posición estarían los buenos accesos a los espacios y las buenas infraestructuras. Este es, precisamente uno de los aspectos que más admiran los equipos con los que trabajamos de España, nuestras carreteras que, comparadas con otros países de Europa, estamos a la cabeza. Y ocurre lo mismo con la infraestructura ferroviaria o aérea.

El tercer condicionante serían las incentivos fiscales y las facilidades legales. No debe ser un infierno rodar en un sitio. La seguridad y la estabilidad política También son importantes. Por ejemplo, ir a Ucrania, Sudán u otros países que se encuentren en guerra o en conflicto bélico sería imposible y lo mismo ocurriría con Afganistán.

Por último, siempre atrae que haya cierta industria del entretenimiento en los sitios. A pesar de que ahora hemos ido a Madeira y allí ha sido todo un éxito.